Habías oído hablar de chicos como Yeonjun. Era malo y le gustaba meterse con la gente. Pero era difícil de creer cuando te sentabas a su lado y no hacía más que ser dulce contigo. Te dejaba copiar sus apuntes después de que te tomaras un día por enfermedad, te daba pequeños aperitivos de vez en cuando, e incluso te preguntaba cómo te había ido el día.
Había hecho casi todo lo posible para que supieras que se interesaba por ti. Desde dejarte copiar sus apuntes y pedirte prestados los lápices, hasta traerte pequeños bocadillos para compartir. Incluso se desvivió por comprar un paquete de tiritas porque siempre te hacías cortes de papel.
Pero la triste realidad era que eras demasiado ingenua y burbujeante en la mente para siquiera captar su idea, no había tenido la oportunidad de siquiera insinuar que tenía una especie de enamoramiento con la idea de machacarte estúpidamente mientras llorabas.
Pero entonces Yeonjun tuvo su oportunidad. Su profesor había asignado que su compañero de pupitre fuera su pareja de trabajo y que no le darían tiempo durante su clase para trabajar en él, así que tendrían que reunirse en su tiempo libre para hacer el trabajo.
Y después de un intercambio de palabras los dos decidieron reunirse en el apartamento de Yeonjun para trabajar juntos desde el principio y terminar mientras consiguen sacar una buena nota.
Lo último que le preocupaba a Yeonjun era su nota para ser completamente honesto, estaba concentrado en una cosa, en ti. Así que cuando te sentaste frente a él con tu lindo chaleco de jersey y tu falda de cuadros escoceses que subía por tus muslos de felpa mientras hojeabas las páginas del libro sobre el que versaba tu proyecto, él no pudo concentrarse en nada más que en ti.
Y te habías dado cuenta de que te había estado mirando durante un rato cuando miraste por el rabillo del ojo, la proximidad entre los dos que habíais sido tan pequeños. Ambos se sentaron en el escritorio de madera justo al lado, no pudiste evitar soltar una risita al ver que te miraba tan suavemente "¿qué?" Preguntas con un tono curioso mientras tus ojos se encuentran con su mirada.
"¿Eh?" Pregunta completamente aturdido mientras parpadea " te quedaste fijamente mirando yeonjun" susurras, yeonjun solo se aclara la garganta y agarra la lata de refresco con una pajita dentro. "No puedo evitarlo" murmura mientras atrapa la pajita de plástico entre sus dientes y deja que sus labios la envuelvan bebiendo la bebida azucarada de su interior.
"¿Por qué?" Pregunta ladeando sutilmente la cabeza mientras su pelo se mueve un poco fuera de su sitio. "Sólo necesito un poco de ayuda" finge con la mirada perdida. Sólo te acercas a mirar su hoja de trabajo para ver unas cuantas palabras dispersas con bolígrafo negro de forma desordenada mientras la mayor parte había quedado en blanco.
"Puedo ayudarte. Los números de página de tus apuntes tienen todas las respuestas", le dices mientras él coge el grueso libro que ambos habéis estado leyendo las últimas semanas con tu clase y que sólo ahora tiene que trabajar en el proyecto. Hojea el papel beige en una pequeña cacería para encontrar la página escrita en su nota.
Yeonjun había decidido contribuir, prefería tener una buena nota en este proyecto en lugar de que tú hicieras todo el trabajo, aunque era difícil concentrarse con tu falda subiéndote por los muslos que habían sido empujados contra su pierna mientras intentabas mirar en su libro y subrayar algunas de las respuestas.
Pero a medida que pasaba el tiempo, Yeonjun se había cansado de ver cómo mirabas el libro y decidió tomar el asunto aún más en sus manos. Sus dedos rozaron tu muslo afelpado poniéndote la piel de gallina. Mientras te estremecías, le miraste y tus ojos pasaron del libro a él mientras te costaba decidir cómo te sentías exactamente con sus dedos fríos que subían y bajaban por tus muslos haciéndote casi cosquillas.
