- hola, qué tal, cómo te va

35 4 0
                                    

última actualización 23 mayo 2023

"Esto va a ser genial".

"No me agrada la idea de conocer a alguien así".

"Créeme, será divertido. Puedes estar con tantas personas como quieras".

"No lo sé, no me gustan ese tipo de relaciones".

Yukako lo miró apática, luego volvió la mirada al monitor.

"Entonces... Okuyasu". Escribió en el apartado de nombre.

"Okuyasu Nijimura, no lo olvides, ¿cómo van a conocerme?".

"Eso ya no se usa, a nadie le importa tu nombre en Internet". Miró el siguiente apartado. "¿Edad? 21 ¿signo? Libra ¿cumpleaños?...".

"A nadie le importa mi cumpleaños, ¡no pongas eso!".

"Bien, casi listo, luego llenaremos la otra información. ¿Tienes la foto en los archivos?".

"¿Foto?".

"Te dije que guardaras una foto, Okuyasu".

Okuyasu tomó el mouse y buscó en sus archivos la fotografía, había pensado que una foto de él con stray cat era lo más adecuado, se la mostró a Yukako y ésta bufó y giró los ojos; la colocaron en el apartado "coloca tu foto de perfil" y avanzaron. Estaban creando un perfil en un sitio web de citas, conocer gente y esas cosas, Okuyasu estaba un poco nervioso cuando Yukako le mencionó sobre ello, había pasado un largo tiempo desde su última relación y Yukako le dijo que debía de hacer un cambio en su vida; él trabaja en una biblioteca, ayudante, más bien, ordena los libros, lleva café a otros departamentos, sella credenciales, navega por el sitio web de la biblioteca, entre otras cosas, conoce caras nuevas todos los días y tal vez pudo haber tenido la oportunidad de conocer a alguien, pero simplemente es muy tímido y no se atreve a comenzar una conversación.
¿Qué se supone que le diga? "Hola, desde que llegaste vi que eres muy guapa y coqueta, me preguntaba si te gustaría salir conmigo". ¿Con el de la biblioteca? Ni en sueño, mejor que se perdiera, sobre todo por su apariencia y las dos grandes cicatrices que atravesaban su rostro. Eso lo pensaba todos los días.

Y no confiaba tampoco en las páginas románticas y esas cosas, el amor se debía encontrar por casualidad en la oficina, en la calle, en el gimnasio, en el supermercado, no frente a un ordenador.

"Hay que likear a algunas personas para que tu cuenta se active, hay que moverse si quieres conseguir a alguien".

Yukako likeaba hombres y mujeres por igual.

"Ya con eso". Dijo Okuyasu.

"¿Sólo dos? No puedes hacer eso, necesitan interactuar con más personas".

"No me siento cómodo desechando a otros por su apariencia, mejor likea a todos, no me importa".

"Mejor por qué no te tomas un tiempo y miras con claridad".

Yukako se marchó de su casa después de haber cenado no sin antes recordarle que visitara continuamente su perfil porque no sabía si tendría algún mensaje de alguien, alguien que se había interesado por él. Okuyasu simplemente respondió con un "Ajá" y se despidió.
Realmente no quería tocar el ordenador, no quería pensar en eso, simplemente quería recostarse en su cama, acariciar a stray y dormir hasta el día siguiente. Todos los días eran pesados para él y prefería descansar que revisar la web que por cierto, creía que era muy tonta.

Al día siguiente, después de salir del trabajo y estar realizando labores hogareños, Yukako tocó su puerta y le preguntó por lo de anoche, Okuyasu se apenó un poco con su amiga.

"No tuve tiempo, estuve ocupado todo el día".

"Entonces qué esperas, vamos a echarle un vistazo".

Okuyasu no quería desilusionarse con cero mensajes en su bandeja y cero solicitudes de amistad, esperó a que Yukako revisara el perfil sentado en el comedor. Cuando regresó le dijo que había likeado a tantas personas como fueron posibles y se río, Okuyasu se alteró y esperó que al menos no fuera tan grave. Esa misma noche, sentado en un lado de la cama con los codos sobre las rodillas estaba pensando y mirando el monitor del computador, lo miraba de repente y luego se giraba.

"Al diablo". Mencionó y se adentró en conocer a más personas; likeaba algunos perfiles de chicas, chicas lindas de cabello largo, ojos grandes y bellas sonrisas, luego su algoritmo relacionó a chicos también y no sabía si estaba haciendo lo correcto.

Estaba aburrido y a punto de cerrar cuando en la sección apareció. Lo miró y no supo qué decir, miró hacia un lado de su habitación y luego volvió, se chupó los labios y sus ojos brillaban. Era un chico de su edad, casi, traía un peinado que hacía relucir su rostro, su cabello era negro azulado y mostraba unos grandes músculos que marcaban su figura, sin embargo, también se veía femenino, era lindo; JosukeD era su nombre de usuario, Okuyasu sudó frío y en vez de likearlo se atrevió a mandarle una solicitud.

¿Fui muy atrevido? ¿Y qué tal si piensa mal de mi? No tengo agregados, va a pensar que le estoy acosando. Entró en pánico y borró la solicitud dejándole solamente un like, cerró la sesión y se mordió uno de sus dedos pensando en lo que acababa de suceder. "Creo que fue suficiente por hoy". Cerró el computador y se recostó repentinamente, pensó en lo que acababa de hacer. Tal vez ahora necesitaba crearse otra cuenta o cerrar aquella para siempre, eso no iba a funcionar, lo tenía claro. Esa noche durmió pero no descansó y su cabeza lo traía del sueño a la realidad en un abrir y cerrar de ojos.

Al día siguiente pensó que Yukako le había hecho una broma, el chico le había reenviado la solicitud, Okuyasu miraba la pantalla como si no fuera real y estuviera viendo un fantasma.

"¿Cómo es eso posible? Le cancelé la solicitud, dime si se trata de una broma, juro no enojarme contigo".

"¿Acaso crees que se trata de mi? Yo no tengo ese físico, Okuyasu".

"N-no pero, tu cara se parece a la de él".

Yukako levantó una ceja y lo miró de mala gana.

"Como sea, no soy yo y tampoco se parece a mi. Esto tampoco es una broma, Okuyasu, seguramente estaba navegando cuando vio la notificación que le llegó y checó tu perfil rápidamente".

"¿Y por qué me la regresó al día siguiente? ¿Por qué no ayer en la noche? ¿Qué voy a hacer después si la acepto? ¿Qué le voy a decir al respecto?".

"Relájate, tampoco es como si se fuera a acabar el mundo. Actúa normal y si te pregunta el por qué de la solicitud, simplemente le dices la verdad no tiene mucha ciencia ¿crees que no te hubiera regresado la solicitud si no le hubieras interesado?".

Okuyasu recargó su cabeza en una de sus manos ¿y qué tal si el otro solo se estaba burlando?
Pasaron un par de días y aún no aceptaba la solicitud, tampoco quería que el otro pensara mal de él, que se aburriera de esperar o que simplemente fuera un bot o algo parecido. Estaba aburrido sentado junto al ordenador de la biblioteca, no había muchas personas y vio la pequeña oportunidad de abrir su perfil y tal vez charlar con el sujeto, sí, estaba nervioso, asustado, en pánico, pero su cuerpo tenía la sensación de querer hablarle por un momento.

"Aceptar solicitud".

Miró su perfil, estaba desconectado. Miró a sus amigos, la mayoría hombres. Miró sus fotos, en todas salía con el mismo peinado, se veía bien, sus ojos eran azules, tenía unas grandes pestañas, sus labios eran grandes y en algunas pudo verlo con más detalles.

tobacco sunburst | josuyasuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora