"Mi padre".
El estar rodeado era algo que ya no me sorprendía, ya tenía la mayor parte de mi vida estando rodeado de personas que no conocía. Sin embargo, esto era diferente. Los metamorfos que nos rodeaban ya ni siquiera tenían rastro de haber sido humanos en el pasado.
Su físico era aterrador, eran unos animales, caminaban a cuatro patas, aunque las traseras eran más largas, el rostro estaba arrugado y su nariz se escondía, los ojos eran pequeños y feroces, como los de un felino.
- No se muevan. - dijo Damary. - Son ciegos. Los ojos son un camuflaje, pero sienten vibraciones, solo no se muevan. Ellos se irán.
El bosque que se levantaba frente a nosotros estaba a oscuras, la luna se cernía sobre nosotros, y su brillo aterrador nos bañaba de su luz mortecina. Nadie se movía, solo podía escuchar la respiración acompasada de todos, y la respiración agresiva de los metamorfos.
Estábamos en el centro del claro y los metamorfos seguían saliendo del perímetro del claro. Entonces ocurrió algo.
Una rama de un árbol se rompió y cayó, por pocos centímetros caía sobre Carla. Carla saltó a un lado y yo me puse en marcha, los rugidos de las armas de Buck y Ady inundaban el lugar con su ensordecedor sonido. Estaba aturdido y no tenía idea de sobre que hacer.
- Ahora. Danos un arma. - gritaba Jomary.
Ady le dio la vuelta a Buck y les lanzo unas armas que había sacado de la mochila de Buck. Dentro de un instante, los seis estábamos disparando a todas las direcciones, Carla estaba asustada y podía notar como temblaban sus huesos en mi espalda.
Dentro de unos minutos, los metamorfos habían caído.
Era una pesadilla hecha realidad.
Los pensamientos que tenia, eran horrorosos, por un momento me imagine que todos estábamos muertos en el suelo, con los metamorfos comiéndose nuestros restos.
O a Carla convirtiéndose en una de ellos.
Nos quedaban tres días.
- Muévanse. - grito Ady. - ¿Cuánto falta para llegar al laboratorio? - se dirigió a los gemelos.
- No mucho, llegaremos en dos horas. - dijo Damary. - Si es que no tenemos problemas.
Dejó las palabras en el aire y ahí se mantuvieron.
Casi no me podía creer que estuvieran vivos, ¿qué comían? ¿Dónde dormían? ¿Cómo es que sabían tanto? Eran cosas que me preocupaba no saber, no tenía ni la más mínima idea de sobre quienes eran ellos.
No confiaba en nadie, solo Carla. Ni siquiera Ady me daba confianza, a pesar de habernos salvado la vida.
Seguimos caminando, no se por donde piso, solo se que llegaré al laboratorio. Entonces me pongo a pensar. Había perdido a Marc, y ni siquiera había pensado en llorar por él. Él era lo único que me quedaba, el era como un padre para mí, y lo perdí.
Mi padre.
Entonces recuerdo lo que Marc (me duele pensar en su nombre, pero no debo llorar, seré fuerte por Carla), me había contado de mi padre. Mi padre era famoso, era un científico muy distinguido de la CPEB, el era el fundador de la CPEB. Rebusco en el bolsillo derecho de mi pantalón, y ahí esta la foto de mis padres, no la saco, no quiero que los demás la vean.
Hace veinte años unos científicos estaban colaborando con el gobierno, ellos simplemente estaban investigando, no sabían que estaban causando el fin de los tiempos. Entonces dos años despues Vincent Reynolds salió al frente con un virus, el Meta4051, mejor conocido como 'Metamorfosis', lo habían probado en animales, pero no salió bien, el virus que mi padre había creado no tenia cura, no tenía escapatoria alguna.
El virus mutaba, se alimentaba de sangre humana y hacia que las personas olvidaran lo que eran. Entonces mi madre, que un día cualquiera salió al supermercado a comprar víveres, presenció el "accidente". Ella ya estaba volviendo a casa cundo todo ocurrió. Lo único que percibió fue una lluvia mortal del Meta4051. Mi padre encontró el cuerpo de mi madre en la cocina, de su casa. Un bulto sobresalía del vientre de mi madre, ella estaba embarazada de mí.
Mi padre vió como mi madre se reanimaba y, como el color de sus dulces ojos almendrados desaparecía por completo. La ató, y la llevó al laboratorio, en dos meses que quedaban antes del parto, mi padre creo un sintetizador, se lo inyectó a mi madre, pero ya era muy tarde. Lo único que lograron hacer, fue salvarme a mi, y a ella darle un tiro en la cabeza.
Entonces la Guardia entró en el laboratorio, me separó de los brazos de mi padre y le dispararon por conspirar contra el gobierno, entonces nació el grupo de los Revolucionarios.
***
Llegamos a una colina. Nos ponemos en el suelo y nos metemos entre los arbustos.
- Ahí esta el laboratorio. - dijo Damary.
Estaba lleno de gente, el laboratorio era idéntico al edificio presidencial, era una mole de cristal y cemento, se levantaba frente a nosotros. Por las ventanas se podía ver gente con batas blancas, caminando de aquí para allá. Estaba totalmente vigilado, había guardias, pero no de la subdivisión. Pensé en la Guardia, pero Marc me había dicho que se desmanteló después del ataque al CPEB.
Entonces lo vi, estaba saliendo por la puerta principal como si nada pasara, como si no le importara nada. Llevaba un traje negro y el escudo de la Guardia en el pecho, justo arriba del corazón. Su estatura me parecía desconocida, no era como lo había visto, llevaba el cabello corto y se podía ver una sonrisa mientras saludaba a una mujer. Tal vez su secretaria.
Mi padre.
- Ahí está. Ese hombre asqueroso. - dijo Ady. - Sin ofender. - me mira.
- ¿Porqué habría de ofenderme? - pregunté, y note como se me quebró la voz.
- Es Vincent Reynolds. Es el presidente de la guardia y tu padre. - sentí un golpe en el estomago.
- Eres hijo de un tirano, ¿cómo te sientes con eso? - pregunta Jomary.
De pronto me sentí mareado. Era una colisión de sentimientos, y ninguno de ellos era felicidad.
No lo podía creer, todo este tiempo había sido una simple mentira, mi vida siempre ha sido una mentira. Me abandonó, me dejó como a un animal, dejó que me llevaran de su lado. Estuve diecisiete años pensando que estaba solo, pensando que estaba muerto, llorando por su muerte, fingida.
Él para mi había muerto.
Entonces una alarma se levanto sobre nosotros, salía del pico de un ave. Buck se levanto con mucha agilidad y le disparo.
Luego, Vincent se fue en un auto negro, y simplemente, nada.
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METAMORFO.
Science FictionEl virus se propaga. La guerra es algo que no termina. Amor. Odio. Rencor. Deseo. Miedo. Enojo. Y ningún sentimiento de esos importa en éste mundo.