Sweet Eyes | Remus Lupin |

Jon Black

Sirius había llevado a Jon a un enorme campo, sabía que al menor de los Scamander le gustaría, porque él amaba la naturaleza

—Le regalé un hipogrifo a Hagrid antes de irnos —Le contó— Un bebé, se llama Buckbeak

—Por?

—Me cae muy bien, siempre me llevé bien con Hagrid y cuando mi papá dejó de ser director en Hogwarts le regaló una acromantula, alguna vez te conté eso?

—No, pero lo conocimos, Aragog, verdad? —Jon asintió— En una luna llena casi nos come en cuarto, de nuestras primeras lunas con Lunático

Jon rió y Sirius quiso quedarse en ese momento para siempre y escuchar ese sonido el resto de su vida

—Marlenne quiere que nos juntemos todos uno de estos días —Le informó Jon

—Deberíamos hacerlo, aún tengo que agradecerle a esa mujer por presentarnos a David Bowie

—Y yo aún no puedo creer que no conocieras al mejor musico del mundo

—Siempre me he conocido —Respondió Sirius antes de comenzar a reír, una risa que Jon acompañó

Ambos chicos se recostaron en el pasto, mirando hacía el cielo

—Sabes? —Comenzó Jon— Es curioso que te llames como la estrella más brillante, porque tú llegaste a iluminar por completo mi noche

—Te amo Jon Scamander —Confesó Sirius

Jon estiró su mano hasta tocar la de Sirius, estás se entrelazaron y Sirius sintió las mismas mariposas que sintió cuando volteó a contarle algo a James y en su lugar se encontró con un par de ojos negros, que le recordaban a algo, aunque no sabía a qué

Nunca se imaginó a si mismo siendo la clase de persona que se enamoraba de alguien para el resto de su vida, para casarse. En especial con la idea de matrimonio que había tenido toda su infancia, pero ahora, se estaba preparando mentalmente para pedirle al hombre de su vida que se casara con él

Jon había notado que Sirius estaba nervioso por algo, entonces hizo lo mismo que había hecho antes de su último partido de quidditch, apretó un poco su mano dos veces y cuando obtuvo la mirada ligeramente asustada del Black del medio, le dio una sonrisa llena de dulzura, con una mirada llena de amor. Logró ver que esa mínima, básicamente invisible pizca de miedo desaparecía de sus ojos, justo como había pasado el último partido de quidditch, donde Sirius no había dejado ni un solo tanto entrar en sus aros

Sirius se enderezó y luego Jon

—Qué pasa Black? —Preguntó Jon

Sirius no contestó de inmediato, pensó para si mismo que Jon en definitiva sí lo amaba. Una vez le había confesado que la única razón por la que mantenía su apellido era porque era el mismo que el de Vega y Regulus, y eso lo unía a sus hermanos. Jon le había prometido que lo llamaría por su apellido hasta que lo amara por ser de él, porque Sirius amaba que alguien a quien amaba lo llamara con tanto cariño por el apellido que tanto odiaba. Soltó un suspiro

—Jon Scamander, te amo más de lo que alguna vez podría amar a alguien, y nada me haría más feliz en el mundo que el hecho de que me hicieras el honor de casarte conmigo

Jon se quedó en silencio por menos de un segundo antes de asentir y gritar "sí" repetidamente. Sirius le entregó el anillo y Jon se puso serio de la nada

—Black, no podemos casarnos —Dijo con tristeza, a Sirius se le rompió el corazón al ver como los ojos de Jon se llenaban de lágrimas mirando el anillo en su dedo

—Nunca subestimes el poder de los sobornos —Dijo suavemente— Ya lo planeamos, los Lupin y los Potter nos lo sugirieron, el Ministro nos casará con el dinero suficiente

—Enserio podremos casarnos?

—Enserio podremos casarnos

Se fundieron en un abrazo y luego se besaron suavemente, llenos de amor

Se aparecieron fuera de la casa de los Scamander, dónde los esperaban todos sus amigos y obviamente los Potter y los Scamander

—DIJO QUE SÍ —Gritó Sirius alzando la mano en forma de victoria, la mano que tenía entrelazada con Jon

Los gritos de todos ahí no se hicieron esperar, pronto los dos se vieron rodeados por los brazos de todos los presentes

Sirius le prometió a sus amigos que serían quiénes los acompañarían en el altar

El resto del día estuvo lleno de emoción, todo el mundo se ofrecía a hacer cosas y todos proponían lugares, cosas qué hacer, presupuestos, si contratarían a alguien para planear o la plantearían ellos

Sirius creía que en cuanto la plantación llegara, le iba a volar la cabeza con estrés, pero en realidad se encontró a sí mismo disfrutando mucho el momento y muy emocionado por una vida de casado

Jon Scamander, que había tardado años en aceptar quién era y en aceptar que cada vez que veía a Sirius Black en Encantamientos y reía, no era por sus estúpidas bromas, era porque tenía un crush con él, ahora lo miraba y no podía creer que fuera su novio y que pronto sería su esposo

Ambos chicos se sostuvieron la mano todo el tiempo, asintiendo emocionados a lo que sus padres sugerían y opinando cada vez que alguno pensaba en un nuevo detalle fantástico para su día

La vida no era justa muchas veces, Sirius Black había nacido en una familia rota, Jon Scamander había sido víctima de bullying en sus primeros años en Hogwarts, pero la vida también recompensaba, y a ellos les había tocado el momento de ser recompensados, se habían conocido, y se habían enamorado y por una vez en la vida, sentían que la vida no solo había sido justa, sino que ellos le quedaban a deber a la vida de tanto que les había dado al darles la oportunidad de conocerse, enamorarse y ahora casarse

Y así el día terminó, todos en sus respectivas camas y emociomados por el futuro. Todos pensando que al final de todo, mientras hubiera amor en el mundo y oportunidades de demostrarlo, el mundo no era un lugar tan malo, y el mundo siempre tendría arreglo, mientras el amor estuviera presente en cualquiera de sus formas y si había algo que los Merodeadores tenían en abundancia, era amor

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