21. Una comedia absurda

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Alana

Esta es mi oportunidad de besuquearme con Armani Tomasino ¿Menciono un apellido del que nunca he oído hablar, pero que ahora ya sé? Así es, yo lo sé todo porque soy un personaje de la Academia de Locas y acá nada es coherente y solo puedes encontrar burlas a algunos estereotipos y clichés sin sentido. Ay, me fui de tema, volvamos a lo importante.

—¡Bésame, Army! —chillo y lo abrazo por el cuello.

—Creí que estábamos escapando de Reik y que querías ir despacio.

—¡¡Soy la parodia de las protagonistas que no saben lo que quieren y cambian de personalidad todo el rato, soy un personaje sin desarrollo ni personalidad, no me trates así!! —Lloriqueo como boba y me lanzo al suelo de rodillas, para continuar sacando más lágrimas—. ¡¡Yo quería perder mi virginidad y a los días siguientes ser una experta en la cama!!

Armani retrocede unos pasos.

—Yo creo que la novela se le está yendo de las manos a la escritora.

—¡¡Lo sé!! —Más lágrimas mojan mi rostro.

Vemos a Reik corriendo, el cual nos alcanza y sigue vestido de mosquetero, así que me enamoro otra vez de él.

¡Estúpido síndrome de las locas!

—¡Encontré a mi mejor amigo! —nos cuenta Reik feliz, luego suspira—. Lástima que es invisible como mi chófer Lolo. —Luego se da cuenta de mi lloradera y se agacha hasta mí—. ¡¿Estás bien?! —expresa preocupado, me abraza y mira a Armani con cara de asesino—. ¿Qué le hiciste? —Su gesto da miedo, muestra su verdadera personalidad.

El rubio sonríe con malicia y pronuncia:

—Ya sabía yo que no eras un nene adorable.

El protagonista se paraliza, luego reacciona, se separa de mí, despacio, entonces se levanta para acercarse hasta Armani y cambia a un gesto avergonzado, parece todo tímido.

—Si lastiman a alguien que amo, es evidente que me voy a enojar —dice con una voz tan dulce que hasta yo me creo su actuación.

Además con ese traje de mosquetero no puedo ni pensar.

—Bien, pongámonos serios entonces. —Se ríe el rubio—. ¿La amas, Reik? ¿En verdad? Que ella te haga sentir que puedes ser tú mismo no es amor, es egoísmo, la usas, eres un acosador sin escrúpulos.

Se queda tildado un segundo hasta que reacciona.

—Yo... pensé que esto era una comedia absurda —exclama triste.

—Lo es. —Da dos pasos adelante—. Pues sino no sabría cómo te sientes, ese es el absurdo, al humor lo dejamos para después. —Lo empuja, entonces Reik cae al suelo—. Ya me cansé de toda esta estupidez, seré el antagonista si es necesario, pero date cuenta, estamos perdiendo el hilo de la trama por tu culpa, solo quiero recordártelo.

—Yo... —Queda tildado—. No sé lo que sigue, nada más avancé sobre la marcha, no es mi culpa.

—¡Basta! —me interpongo, levantándome y colocándome en medio de ambos—. Esto no es nuestra culpa, es de la escritora, ¿no ven lo que está haciendo? Nos pone a discutir entre nosotros.

—No, Armamento tiene razón —responde Reik—. Todo se fue a la mierda por mi culpa, debí haber traído más trama que solo esto, soy un fraude.

Ruedo los ojos.

—Siempre has sido un fraude, Reik, no empieces ahora.

—Bueno, ¿y qué sugieres? —Armani me da la razón.

—Reiniciemos la novela —expreso seria.

Reik se levanta del piso.

—¡¿Qué?! —chilla el modelo.

—¡Sí! —Lo miro—. ¡Hay que empezar de nuevo, cuando no era tan absurda! No sé, poner un narrador omnisciente o algo, para que no hagamos tantas estupideces.

—No le pidas tanto a la autora que no tiene tanta práctica con la tercera persona. —Enarca una ceja.

—Bueno, eso no, pero...

—Viajemos en el tiempo —ofrece Armani.

Tanto Reik como yo lo miramos raro.

—¿Qué? —decimos al unísono.

—Veamos si la novela está bien escrita en el futuro.

—No, es demasiado arriesgado. —Se cruza de brazos el protagonista—. ¿Y si terminamos en otra dimensión o cambiando cosas de la trama?

—¿Qué trama? —me quejo—. Por favor, Reik, no te burles de mí.

—A ver, ¿qué es lo que sigue ahora? —Busca en el libreto y pasa las hojas una por una—. No veo nada, más que gritos de Alana y yo corriendo, esto es tan absurdo.

—¡Es una novela absurda!

—¿Entonces por qué estamos discutiendo esto? —Enarca una ceja Armani.

—¡Tú empezaste! —le recuerdo.

Sonríe.

—Lo sé, me amas.

—Sí. —Suspiro.

—¡Pero...! —se queja Reik.

—Bueno, bueno —repito—. Tengo una idea, dejémoslo a manos de la escritora, que el próximo capítulo sea lo que ella quiera, que nos sorprenda y si no lo hace renunciamos.

—Estoy de acuerdo.

—También. —Asiente Armani.

Todos acabamos en un común acuerdo y esperamos a ver qué ocurre en el próximo capítulo. 

No sé qué fue todo eso, pero me encantó 😂❤️

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No sé qué fue todo eso, pero me encantó 😂❤️

Ahora no solo tengo que sorprender a los lectores, también a los personajes. No debería estar riendo, no sé en qué lío me metí jajaja

Igual los personajes tienen razón, en mi cabeza esto no era tan así, era un poco más serio y menos descabellado, pero ahora hay que seguir con la función loca, así que haber qué sale en el próximo capítulo 🤣

Atte: Vivi.  

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