Sangre Peligrosa "MewGulf y CharlesAnson"

Capítulo 17

Narra Zee:

Continuación de Flashback

Por más que traté de pensar en una solución para salvar a Neil, la presión de su padre había bloqueado mi mente, era como si no pudiera procesar ni un solo pensamiento. Todo se puso aún peor cuando su padre llamó a Yok, ese era su guardaespaldas principal, nadie podía enfrentarlo, ni siquiera Neil.

- Dije que los mates; y por cada vez que te niegues, Yok te golpeará... Aunque tú mueras, ellos también lo harán, así que empieza de una vez.

- Pero... - Ni siquiera terminó de hablar, cuando Yok ya lo había lanzado al piso con el primer golpe.

- ¡Mátalos, Neil! - Empezó a llorar.

- ¡Por favor, papá! - Otro golpe en su rostro casi había cerrado su ojo derecho y su madre intervino.

- ¡Señor, no lo haga! ¡Le suplico que me permita hablar con él! - Cuando tuvo permiso, abrazó a Neil.

- ¡No quiero hacerlo, mamá! - De pronto, ella se separó y lo abofeteó.

- ¿Acaso di a luz a un cobarde? ¡Tu hermano es más valiente al aceptar que morirá en manos de su hermano gemelo!

Lloré recordando a mi madre, porque ella jamás me golpeó y era tan valiente, que me hubiera dicho que sin importar lo que pasara, ella siempre estaría allí cuando yo la necesitara. Pero, Neil parece haber nacido con algún mal, como si estuviera pagando un daño que hizo en su vida pasada; fue terrible lo siguiente que pasó esa noche.

- ¡MÁTALOS, MALDITA SEA!

Neil se sintió herido por las crueles palabras de su madre, fue entonces cuando vi que el niño que conocí, desapareció; los ojos de Neil se llenaron de ira y no podía cambiarlo. Bajé mi cabeza porque no quería ver lo que mi amigo haría, pero Yok me golpeó y fui obligado a levantar mi rostro para ver cómo Neil asesinó a su madre.

Le succionó toda la sangre del cuerpo, luego siguieron uno a uno sus hermanos y finalmente, el padre dio la orden de que los desmembrara, para poder quemar los cuerpos. Regresamos a la habitación casi al amanecer; Neil se culpó por querer ser mejor que todos y no paró de llorar hasta que se quedó dormido.

- ¿Neil? ¿Qué haces? - Salí un momento de la habitación para respirar y tratar de olvidar; al volver, Neil tenía una estaca en sus manos.

- Ahora soy tan malo como mi padre... ¡Fui tan idiota al creer que sería bueno conmigo, toda la vida! - Su tono de voz cambió.

- No es tu culpa lo que pasó. - Neil ya no lloraba, pero sus ojos ya no brillaban como antes.

- No... Pero el culpable va a morir por mi mano. - Su sonrisa en ese instante, me dio miedo, se veía... ¡Diabólica!

Antes del tiempo que tuve para reaccionar, Neil ya había salido de la habitación; quise perseguirlo, pero si lo hacía, lo delataría y la verdad es que en ese momento, creí que tenía razón. Unos minutos después de que salió, se escuchó el grito y alboroto de que Neil ya había asesinado a su padre; ya nadie podía hacer nada.

En ese instante, todos llegamos a la habitación, su padre estaba destrozado en la cama, aparte de que en su cuerpo estaba enterrada la estaca; parecía que primero lo apuñaló y después se desahogó haciendo pedazos el cuerpo de su padre como lo hizo con su mamá y hermanos, fue cuando desconocí a Neil.

- ¡Escúchenme muy bien! Soy su nuevo jefe; y el que no esté de acuerdo, hable ahora para que pueda matarlo de una vez. De lo contrario, inclínense ante mí.