A veces los sueños son el reflejo de algo que inconscientemente deseas,
¿Pero por qué demonios terminaron soñando uno con él otro?
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Historia con contenido +⑱ explicito, si te desagradan estos temas, es re...
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Le resultaba surreal todo lo que estaba sucediendo en ese momento, no por el hecho de extrañamente ser expectante de todo lo que ocurría como si estuviera fuera de su cuerpo viéndose a si mismo, mas bien por lo que sucedía y con quien.
Sus manos estaban sujetas sobre su cabeza impidiéndole moverse y aun que quería resistirse a las lamidas y caricias distribuidas en su torso descubierto le era imposible pues su cuerpo ya estaba reaccionando a ellas.
Conocía perfectamente el rostro de quien se encontraba sobre él, aunque aún no terminaba de comprender como habían llegado hasta ese punto y peor aún, no sabia por que justo en ese momento llevaban una vestimenta extraña, él vistiendo unos pantalones recubiertos con la piel de algún animal que ya estaban mas fuera de su cuerpo dejando a la vista un mal atado fundoshi, ¿Por qué demonios estaba utilizando eso? No lo sabia y era una de las muchas incógnitas a las que intentaba encontrar una respuesta.
Claro, además de por que su profesor de educación física vistiendo un ridículo traje negro con un kanji que no entendía grabado en la parte de la espalda que solo alcanzó a ver cuándo este cerró la con fuerza la puerta corrediza se encontraba ahora sobre él, sometiéndolo sobre un futón de patrones viejos, insistente en querer despojarle de la poca ropa que ya tenía gracias a él.
— ¡Basta viejo!, esto es por correr por los pasillos esta mañana, ¿no?, ¡Ya entendí!, Dejare de causar problemas, ¡pero detenté! — Sabia que era una promesa vacía pues nada le haría dejar de comportarse mal como era habitual, pero en ese punto ya se encontraba desesperado por no poder conseguir su libertad.
— Por correr, gritar, llamarme viejo y tenerme en abstinencia una semana por simple capricho — Su única mano libre se había encargado de retirar la ultima prenda del menor, lanzándola lejos junto al resto de cosas que no eran indispensables en ese momento, tal como sus katanas, la cabeza de jabalí del chico y el haori que lanzó a la misma esquina tan pronto entraron a la habitación.
— ¿Una semana?, ¿De que demonios hablas?, ¡Déjame ahora si no quieres que...! amgh — Mordió su labio inferior con fuerza para impedir que otro de esos vergonzosos sonidos saliera libremente de su boca y es que no encontraba otra manera de controlarlos pues su ya erecto miembro era masajeado lentamente por la mano de Giyuu.
— Si no, ¿Qué? — Retó con la mirada al de puntas azuladas a continuar con su amenaza mientras se encargaba de mover su mano de arriba hacia abajo a un ritmo lento sabiendo que de esta manera era capaz de desesperar al menor a su merced — Se que también estas ansioso, déjame tomarte, prometo que lo haré justo como te gusta.
— No, ahm... v-voy a matarte por esto — A pesar de las amenazas sentía como su cuerpo exigía cada vez más atención pues de manera involuntaria comenzó a mover sus caderas buscando más contacto con la mano del mayor quien aun le masturbaba con lentitud.
—Inosuke, en serio te necesito y estoy perdiendo la paciencia — Esta vez aceleró los movimientos de su mano, concentrándose en frotar la parte del glande buscando impacientarle más, sus labios volvieron hasta su cuello donde minutos antes se encontraba succionando para llenarlo de marcas, mordiendo con apenas un poco de fuerza para obligarlo a gemir. — Te recuerdo que eres mío y te conozco lo suficiente para saber que estas igual de desesperado que yo.
