161. STEREK

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Stiles Stilinski & Derek Hale

Dedicado a: armysandbooks


Stiles se despierta por una irritación molesta en su garganta que no le deja dormir, frunciendo el ceño, baja las escaleras hacia la cocina y se comienza a preparar un té caliente que le alivie un poco la garganta para poder dormir de nuevo.

Sin embargo, parece que el té no funciona, ya que conforme pasan las horas, la irritación va empeorando más y más hasta que no puede dejar de toser de forma ruidosa y dolorosa.

—Niño, creo que deberíamos ir al médico, creo que estás comenzando a ponerte enfermo, tal vez un resfriado. —Dice el Sheriff cuando Stiles tose por cuarta vez en menos de cinco minutos.

—No es nada grave, no te-... —Las palabras se interrumpen por otra tos constante y que le daña un poco más la garganta. El Sheriff pone su mano sobre la frente de su hijo, esperando notar el comienzo de una fiebre o calentura, pero frunce el ceño al darse cuenta de que no está caliente, sino más frío de lo normal. —¿Papá?

—Al hospital. Ahora. —Dice el Sheriff, saca su móvil y llama a la comisaría para avisar de su ausencia, sube a Stiles al coche y conduce hacia el hospital, mirando de reojo a su hijo, cada vez más pálido.

—Papá. Bolsa. Una bolsa. —Murmura Stiles, poniéndose frenético mientras busca una bolsa, el Sheriff no tiene nada a mano, por lo que nada evita que Stiles vomite lo que parece sangre en el suelo del coche. El Sheriff está preocupado por la sangre vomitada hasta que escucha a su hijo maldecir, cuando se gira para ver qué tiene a Stiles mucho más alterado que por la sangre, se queda congelado. —Papá. Hay pétalos de flores en mi vómito.

—Tienes Hanahaki. —Murmura el Sheriff, saliendo de su estupor por el sonido del claxon del coche de atrás, por lo que el semáforo ya está en verde. Sin embargo, el Sheriff no duda en encender las luces patrulla de su coche y se salta todas las señales para poder llegar lo más rápido posible al hospital.

Su hijo tiene la enfermedad de Hanahaki, la enfermedad del amor no correspondido, la que crea flores en los pulmones y te va asfixiando poco a poco hasta que, o mueres o te operas para sacar las flores y eso genera que te olvides de la persona a la que amas.

El Sheriff abre la boca para decir algo, pero el sollozo de su hijo le hace cerrar la boca, mirándolo de reojo mientras sigue conduciendo. Sabe perfectamente que Stiles está a punto de decir algo que no le va a gustar nada, poniendo por delante al idiota que rechazó a su hijo que su propia salud.

—No me voy a operar. —Dice Stiles con tal convicción que hace al Sheriff estremecerse. —No puedo olvidarme de alguien tan importante para mí. Prefiero morir amándolo a vivir olvidándolo.

—Stiles, tu salud es más importante que cualquier idiota. —Dice el Sheriff, pero al ver las lágrimas caer por las mejillas de su hijo, solo extiende la mano y toma la de Stiles para apretarla con cariño.

Unos minutos después, llegan al hospital y aparca rápidamente, ayuda a su hijo a salir del coche, pero al ver que no tiene fuerza ni para caminar, el Sheriff saca fuerzas de quien sabe donde y carga a su hijo hacia la puerta de urgencias, donde espera una camilla.

El Sheriff observa como llevan a su hijo a una habitación para estabilizar su respiración y evitar que se ahogue, y esperan a que llegue el médico, quién llega rápidamente y le explica a Stiles lo que ambos Stilinski ya saben.

Stiles solo tiene dos opciones, operarse y olvidar su amor, o morir cuando las flores se extiendan por los pulmones hasta ahogarlo hasta la muerte. El más joven de los Stilinski deja en claro que no va a operarse, y el médico sale de la habitación para darle más tiempo para pensarlo.

El Sheriff manda un mensaje a la manada sobre la situación de Stiles, y observa de reojo como su hijo se hace un ovillo en la cama, llorando y tosiendo.

—Stiles-

—No me voy a operar.

—Entonces dime quien te ha rechazado. —Dice el Sheriff de forma seria, pasa su mano por el cabello de Stiles para relajarlo un poco, ya que parece tenso y agotado.

—Nadie me ha rechazado, papá. Nunca le dije que estaba enamorado de él. —Explica Stiles cerrando los ojos, el Sheriff frunce el ceño confundido y está por preguntarle a su hijo la situación cuando la puerta se abre de golpe.

Derek está en un segundo sobre Stiles, agarrando su mano para absorber un poco del dolor que está sintiendo. El Sheriff agradece al alpha por la ayuda y se aparta un poco para darle espacio, sin poder evitar pensar en que si Derek fuese el amado de Stiles, nunca habría ocasionado esto.

El Sheriff sabe que Derek Hale ama a su hijo.

—Debes operarte. —Esas son las primeras palabras que Derek dice, haciendo que Stiles se estremezca, pero negando de forma vehemente la cabeza. —Hay más opciones, ¿y si te enamoras de alguien que siente lo mismo por ti? ¿No sería eso mejor que estar enfermo por alguien que te no te corresponde?

—Derek, nada podría hacer que deje de amarlo. —Dice Stiles, llorando y temblando. Su estado está empeorando demasiado rápido. Por eso se pierde la mirada de dolor de Derek que esconde rápidamente.

—Stiles, no quiero que mueras.

—Derek, no voy-

—Stiles, piensa en ti mismo.

—No voy a-

—¡Stiles, ese imbécil no te merece!

—¡Derek no te voy a olvidar!

—Stiles, piensa en... —Derek se congela y parpadea, asimilando las palabras de Stiles mientras este retrocede aterrado, tapándose la boca con las dos manos y casi cayéndose de la cama. Por suerte, el Sheriff evita que ocurra.

La cosa es que ninguno de los Stilinski se espera a que Derek se levante de la silla y salga al pasillo rápidamente, Stiles comienza a llorar porque ahora sí que ha sido rechazado, abrazando sus rodillas y escondiendo su cara entre ellas.

El Sheriff saca la pistola con balas de acónito dispuesto a matar a quien está enfermando a su hijo hasta que ambos Stilinski escuchan el caos en el pasillo, el Sheriff abre la puerta y ambos ven como Derek está zarandeando al médico.

—¡¿Cómo mierda puede estar enfermo de Hanahaki si yo sí que lo amo?! —Grita Derek, furioso con el médico pese a que no tenga la culpa. —¿Han visto si es otra cosa? No puede ser Hanahaki si lo amo con todo mi maldito ser.

—¡Derek! —Stiles grita mientras se levanta de la cama con las piernas temblorosas, sale al pasillo y agarra del brazo a Derek con suavidad para que suelte al doctor. —¿M-me amas?

—Eres mi compañero. Te amo con todo lo que soy. —Dice Derek mirando fijamente los ojos de Stiles que comienzan a brillar de nuevo, habiendo estado opacados por la tristeza. —No sé porqué estás enfermo, porque mi amor es tan real como yo mismo.

—Pensaba que me odiabas. —Susurra Stiles, abrazando a Derek con fuerza, ignorando a todos los que los están rodeando.

—Al parecer, la mente ha sido más fuerte aquí que la realidad, creando el pensamiento de rechazo pese a no ser real, enfermando al señor Stilinski. —Dice el médico, saca el fonendoscopio y escucha los pulmones mucho más claros del paciente. —Si, sus vías respiratorias parecen mejorar a gran velocidad.

—Me alegro. —Susurra el Sheriff, relajándose en la silla. Su hijo está a salvo y no tiene que acabar con el alpha de Beacon Hills, pero si esa mano sigue ahí, sacará el arma de nuevo. —Hale, manos fuera del trasero en recuperación de mi hijo.

—Lo siento, señor. —Responde Derek rápidamente, cargando a Stiles para tumbarlo de nuevo en la cama. —Descansa, Stiles. Hablaremos cuando te encuentres mejor.

—¿Estarás aquí cuando despierte? —Pregunta Stiles sin soltar la mano de Derek, quien asiente y se sienta en la orilla de la cama, mirando con adoración a su humano que casi pierde.

—Estaré a tu lado. Siempre.

—Bien.


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TEEN WOLF |SHIPS| 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora