TEEN WOLF |SHIPS| 3

184. STANNY

Stiles Stilinski & Danny Mahealani

Dedicado a: El_Grinch_en_tanga

Danny no sabe muy bien que hace aquí, pero suspira cuando baja de su coche con una bolsa con un caldo de pollo y unos medicamentos en ella antes de caminar hacia la puerta de la casa Stilinski.

Debería estar en casa, preparándose para salir de fiesta un viernes más, pero cuando escuchó a Scott hablar sobre cómo Stiles estaba enfermo y solo, Danny simplemente se movió solo, y antes de darse cuenta había comprado la sopa y los medicamentos.

Quiere echarle la culpa a Stilinski, pero sabe que Stiles no ha tenido nada que ver en su impulso por venir a verlo y cuidarlo mientras está enfermo. Simplemente lo ha hecho porque es un idiota enamorado del chico más sarcástico de Beacon Hills.

Al entrar en la casa, se da cuenta de que el Sheriff se encuentra ausente, pues la cocina está hecha un desastre, seguramente por un febril Stiles que intentó hacerse algo de comer o buscó alguna medicina.

Eso hace que el corazón de Danny duela, pues Stiles siempre ha tenido que cuidarse a si mismo, todos saben lo ocupado que está el Sheriff de una ciudad donde hay un misterio cada maldito día.

Al subir las escaleras, Danny observa ropa sudada en la puerta del cuarto de Stiles, y al entrar en él, ve un burrito gigante de mantas con una cabeza roja y sudorosa que jadea mientras dormita.

—Stiles, no puedes hacer eso, te pondrás peor. —Murmura Danny sacando al chico de su nido de mantas y sentándolo en la silla del escritorio. —Toma, seguro que tienes hambre, te he traído sopa.

Stiles, apenas cuerdo, solo murmura algo y comienza a darle sorbitos a la sopa, observando como Danny saca todas las mantas y sabanas de esa cama y lo cambia todo por un recambio limpio y fresco. Luego se apresura a ayudarle a cambiarse de pijama y a que se tome sus medicamentos.

Cuando Stiles finalmente está en la cama, limpio, fresco y sin parecer tan enfermo, Danny se permite apartar un poco el flequillo de Stiles de su rostro con cuidado, viendo pequeñas pecas imperceptibles sobre su nariz. Sonríe con cariño y deja que Stiles tome su mano.

—No te vayas, Danny. —Susurra Stiles dormido, y Danny no lo iba a hacer, sabiendo que este fin de semana cuidará al chico que ama.

—No lo haré, duerme que yo vigilo tus sueños.

PRÓXIMO SHOT: STHEO