21. STALION

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Stiles Stilinski & Deucalión

Dedicado a: AngiehbO


Stiles y su padre están viendo la televisión en un raro momento donde ninguno tiene que hacer nada, donde no hay clases, seres sobrenaturales que intentan matarlos o casos por resolver. Tanto Stiles como su padre han decidido tener un día para ellos tras lo sucedido la noche anterior, cuando casi mueren bajo el Nemetón por culpa de una Darach.

Por eso, ambos se miran un poco confundidos cuando el timbre suena a medio día, sabiendo que les han dicho a todo el mundo que conocen que los dejen en paz durante un día entero para curarse las heridas y celebrar que siguen vivos y unidos como familia.

—Voy yo. —Dice Stiles al ver como su padre aún tiene una herida fea en el pie, por lo que se levanta de un salto del sofá y va hacia la puerta, la abre, y se queda quieto al ver a Deucalión en su porche, las manos unidas en su espalda baja y sin gafas de sol. —Pensé que Scott te había dicho que te fueras lejos de aquí.

—Primero quería hablar con el niño que corre con los lobos. —Dice Deucalión, y Stiles quiere fruncirle el ceño y decirle que no es un niño, pero se ve perdiéndose en la mirada tan clara y hermosa del lobo, ya que antes no podía por las gafas que llevaba para ocultar su problema de vista.

Al parecer, Deucalión ha dicho algo más, porque se está riendo por la cara de Stiles, ya que no ha estado escuchando.

—¿Qué?

—Venía a disculparme contigo, ofrecerte mis más sinceras disculpas y tal vez invitarte a comer para conocerte un poco mejor. —Dice Deucalión, pero Stiles es un poco ajeno en estos asuntos, por lo que enarca una ceja de forma sospechosa.

—¿Y por qué querrías cenar conmigo?

—¡Niño lo que quiere es invitarte a una cita! —Exclama su padre desde el salón, donde ha silenciado la televisión para escuchar mejor. Stiles se sonroja ante esas palabras y luego su sonrojo se extiende mucho más al ver que Deucalión le guiña un ojo.

—Uh, me encantaría, oh, dios mío. Una cita. —Murmura Stiles sin controlar lo que dice o lo que hace, porque sus brazos se mueven de forma errática. —Quiero decir, si, déjame mirar la agenda y eso. Así que, estoy libre, sí.

—¿Mañana a la una y media? —Pregunta Deucalión, sin saber cómo sus planes de dominación se han visto eclipsados por tratar de conquistar a este humano tan nervioso y adorable.

—Sí, vale. ¡Adiós!

—Adiós, Stiles. Hasta mañana.


PRÓXIMO SHOT: STISAAC

TEEN WOLF |SHIPS| 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora