41| La ultima aventura

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Nuestros héroes en Equestria estaban inquietos. Tan solo había pasado unos pocos días desde que Twilight, Spike, Sonic y Shadow se adentraron en aquel misterioso nuevo mundo. Casi era medianoche, el tiempo limite se acababa, pero, sabían que lo lograrían.

- Queda un minuto –Amy no habia apartado la mirada del espejo.

- Tranquila Amy. Lo conseguirán, siempre lo hacen.

De pronto, el espejo comenzó a brillar. "¿Sonic?", pero no era Sonic. Ante sus ojos estaba Twilight, quien caminaba sobre sus dos patas traseras e, incapaz de mantenerse en pie, cayó al suelo. Sonic fue el siguiente en salir del espejo.

- Vaya aventura hemos tenido.

Sonic regresaba tan carismático como siempre.

- Es bueno tenerte aquí, Sonic. –su amigo de dos colas soltaba un suspiro al ver como habían regresado sanos y salvos–, espera, ¿y Shadow?

- Justo detrás de...

Sonic se dio cuenta. Shadow no habia salido del espejo. Sonic se acercó al espejo y lo tocó, era sólido. "¿Pasa algo Sonic?", Rainbow Dash se acercó a su amigo para ver que ocurría. Lo único que salió de su boca fue un nombre: "Shadow". Las ponies también se dieron cuenta, Shadow no había salido y empezaron a preocuparse. Celestia, quien estaba presente, no dijo ninguna palabra.

- Princesa Celestia, ¿qué ha pasado? ¿Por qué Shadow no ha vuelto?

- Yo no... No lo se.

Shadow se encontraba perdido. Ninguno de nuestros héroes sabia el cómo ni el porqué, y lo más importante. Donde.

Pero nuestros héroes no tenían tiempo para pensar. Todo el castillo se sacudió violentamente, "¿¿Qué está pasando??". Sonic salió a toda velocidad al exterior, seguido de Rainbow Dash. Los dos alzaron sus cabezas asombrados y aterrados, observando una gran brecha en el cielo. Resplandecía un color morado, hipnotizante y misterioso. Sonic se fijó en algo, de la gran brecha salían pequeños robots, de un color blanco y con un único ojo rojo. Parecían badniks, creados por Eggman, pero no eran de su estilo.

Los robots empezaron a atacar a los habitantes de Canterlot. Sonic y Rainbow Dash se miraron y asintieron con la cabeza mientras bajaban y protegían a los habitantes de aquellos robots en forma de huevo.

- ¡¿Qué son estas cosas?! –preguntó Rainbow Dash.

Sonic esquivó los misiles que aquellos robots lanzaba.

- No lo sé, pero algo me dice que Eggman está detrás de esto. Debemos ir a mi mundo y... ¡Wuoh!

El suelo comenzó a agrietarse. Sonic retrocedió mientras observaba como se abría el suelo.

La guardia real de Canterlot apareció, luchando contra los robots, manteniéndolos a raya. Tampoco eran la gran cosa. Protegían a los habitantes, los llevaban dentro del castillo.

Sonic miró a la brecha en el cielo y ya sabía cuál iba a ser su próxima parada.

En la base oculta del Doctor Eggman (en una de muchas), el científico loco estaba yendo de aquí para allá tratando de encontrar una solución.

- Esto... Jefe –Orbot llamaba a su creador, pero este le ignoró–, jefe.

- ¡¿Qué?! ¿No ves que estoy ocupado?

- Tenemos compañía.

Cuando se quiso dar cuenta, Sonic, Tails, Rainbow Dash y Twilight estaban allí.

- Ugh, lo que faltaba. ¡Estoy ocupado ahora mismo!

- ¿Creando esos badniks blancos y enviándolos a Equestria?

Return to Sonic & MLP: Aventuras en dos dimensionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora