38| Memorias del pasado

247 11 8
                                    

A pesar de todo, Desesperación logró con todos ellos. Una vez más, los jóvenes guardianes perdieron ante esa alma impura... Los cuatro estábamos malheridos mientras Desesperación se reía. Javi miró a sus compañeros... No, a sus amigos. Después de lo que habían pasado, no podía considerarlos más sus compañeros. Los tres temblaban de miedo, pero Javi no. Cerró los ojos, recordando sus últimos momentos en vida, sacrificándose por las personas que quería, tratando de enmendar sus errores.

- Mis últimas palabras fueron: Yo solo quería ser el héroe por una vez... Pero en realidad, no fui nada más que un niño cansado de la normalidad de la vida –Javi se levantó– Pero, ¡no dejaré que mis últimas palabras sean remordiéndome de no haber podido hacer más! Haré que me recuerden.

- Me gusta tu desesperación.

Desesperación alzó en alto su puño con la intención de acabar con Javi, pero al bajarla, una fuerza le impidió acabar con él. Entre sus manos, Javi sujetaba una hoja indestructible de un color sin vida. Javi no entendía que pasaba, pero estaba agradecido.

- Pues disfrutala, porque será la ultima desesperación que sientas.

El alma de la Desesperación comenzó a entrar en desesperación y atacó con más fuerza a Javi. El escudo que acababa de crear no aguantaría para siempre y ya comenzaba a agrietarse.

- Soy valiente, no un cobarde. –uno de los amigos de Javi se levantó para ayudarle y prestarle su poder–, ¡No te dejaré solo!

Los otros dos restantes, viéndolos, se llenaron de valentía y se acercaron a su nuevo amigo.

- Una guerrera nunca huye de una pelea sin dar sus últimas fuerzas. –dijo la chica peliazul.

- A pesar de todo, puedes contar con mi magia, viajero. -dijo el chico de pelo naranja.

Los cuatro juntaron su poder, creando un escudo más fuerte que aquella alma era incapaz de romper. Javi apretó su puño con fuerzas. "Fin del juego", dijo estirando su mano de la cual salió un rayo que atravesó a Desesperación y lo desintegró en pequeños pedazos que se esparcieron por todos lados.

Pero esos restos crearon a los Cosechados y prometieron proteger las dimensiones como sus guardianes. Pero Javi, tras sentirse parte de una familia nuevamente, no estaba realmente satisfecho. Volvió a su dimensión ahora que podía y se reencontró con su viejo amigo, aunque él fuera incapaz de verle.

Javi seguía sintiéndose culpable por las muertes de hace años, pero aceptó las consecuencias y solo deseaba que la gente que se hiciera amigos suyos, le perdonaran si es que hacía alguna estupidez.

- Te perdono, viejo amigo...

(...)

El Cosechado con forma idéntica a Javi, le soltó. Le miraba con asco, al saber como superaba su mayor miedo. "Mis amigos me hicieron quien soy ahora. Soy un alma pura y pase lo que pase, haga lo que haga, no los dejaré de lado y destruiré a cada uno de vosotros". El Cosechado trató de atacar a Javi, pero este extendió su brazo robótico. De la palma de su mano salió un rayo que lo desintegró.

Todos se le quedaron viendo mientras alucinaban con lo que acababa de hacer. Sunset, por otro lado, huyó de allí antes de que Javi se atreviera a hacerle algo. Todos le miraban, Javi sentía las miradas juzgadoras. Siempre eran así, juzgaban lo que era.

- Twilght Sparkle, preséntese en el despacho de la directora Luna. -se oyó por el altavoz.

- Estás en problemas, Twi... –se puso la capucha de su chaqueta negra–, será mejor que vosotros lo arregléis...

Return to Sonic & MLP: Aventuras en dos dimensionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora