chapter iv. should we

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Debido a que Minho debía estudiar para sus exámenes, no hicieron nada luego de haber ido a la plaza aquel día por lo que simplemente se fueron a sus casas. A Jeongin no le molestó aquello, pues lo entendía por completo, aunque no podía mentir y decir que no quería estar con su novio sin importar que pudieran haber tenido sexo aquel día.

Jeongin genuinamente amaba a Minho.

Al día siguiente luego de la escuela, iba caminando fuera de la Universidad con sus amigos entre pláticas y una que otra risa, hasta que luego de un rato comenzaron a despedirse, prometiendo verse mañana.

Con una pequeña sonrisa adornando su rostro, Jeongin sintió su móvil sonar en el bolsillo de su pantalón por lo que en seguida lo sacó extrañado y miró la pantalla, notando de quién se trataba.

Era Minho, así que amplió su sonrisa, contestando en seguida — Hey, ¿dónde estás? — preguntó el hombre al otro lado de la línea cuando contestó.

— Acabo de salir del campus — respondió Jeongin, despidiéndose con un ademán de sus amigos.

— Ven a mi departamento, te tengo una sorpresa — fue todo lo que había dicho Minho antes de colgar.

Extrañado, separó el móvil de su oreja y miró la pantalla, sólo encontrándose con el contacto de su pareja. ¿Una sorpresa? ¿Ir a su departamento, para qué? Con un suspiro pesado, volvió a guardar el aparato en el bolsillo de su pantalón, alzando la mirada y encontrándose con el autobús que debía tomar.

-

Absorto en sus pensamientos, luego de un rato Jeongin llegó frente al edificio donde Minho vivía. Saludó al portero, quien al reconocerlo, lo dejó pasar y subió en silencio el elevador, notando a las personas caminar por los pasillos y meterse junto a él.

Al llegar frente a la puerta, colocó la clave, escuchando aquel sonido que le hacía saber que podía entrar.

En cuanto Jeongin entró al apartamento, frunció el ceño al no escuchar ni un sólo ruido, cerrando la puerta con cautela detrás de él — ¿Hyung? — llamó a su novio.

Se quitó los zapatos y los acomodó en el recibidor mientras buscaba a Minho con la mirada, sin mucho éxito.

— ¡En la habitación! — exclamó Minho y Jeongin en seguida se dirigió hasta el lugar con pasos apresurados.

Una vez que se encontró frente a la recámara, tomó la manija y la giró, abriendo la puerta y lo primero que vio lo dejó sin palabras.

Minho se hallaba sobre la cama acostado viendo hacia su dirección mientras recargaba su cabeza en una de sus manos y la otra sobre su cadera. Además, estaba usando lencería de dos piezas con encaje; el calzón era negro a los costados y el centro era blanco, el sujetador tenía un pequeño moño negro en el centro y venía en conjunto con unas orejas de conejo.

— H-hyung — fue lo único que atinó a decir Jeongin en un jadeo, aún mirando a su pareja, quien soltó una pequeña risa ante su reacción.

— ¿Te gusta? — preguntó Minho aún sonriendo.

Jeongin asintió lentamente, todavía anonadado mientras se acercaba a él — Te ves muy caliente, hyung — había dicho en voz baja.

Minho mordió suavemente su labio inferior, tomando el cuello de la camisa de su pareja cuando estuvo lo suficientemente cerca — Quiero que me folles en él — dijo en un murmuro, a unos centímetros de los labios ajenos.

Jeongin no pudo evitar sonreír ladino ante sus palabras — ¿Eso quieres, hyung? ¿Deberíamos follar como los conejos? — preguntó también en un murmuro con la voz ronca, sintiendo la excitación crecer.

let's be filthy ✧.* jeonghoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora