BAJO SU MIRADA

Capítulo 3

NF-Dreams

Mi mano se elevó a la altura de la barbilla para empezar a recorrer su mandíbula con mi dedo índice a una velocidad justa para hacerle perder el control. Su mirada se enterró aún más en la mía, dejando que mi índice acariciara su ensangrentada piel.

Alimenté mi nivel de superioridad a la vez que incliné mi cabeza hacia un costado permitiéndome darle un repaso furtivo a su cuerpo, no me iba a dejar intimidar.

Hace tiempo deje de temerle a la muerte, hace tiempo que comprobé lo que supone perderle el sentido a la vida. Es por ello que en esos momentos no le temía, le ansiaba. Ansiaba con todas mis fuerzas acabar con lo que tanto dolor me causó, le ansiaba a él.

—Al final va a ser verdad que es imposible vernos sin sangre de por medio, Thompson.

A diferencia de otras veces, en su mirada no había rastro de diversión. Se mostraba frío y calculador al igual que yo, ambos hambrientos y apoderados por la intriga.

—¿Que hacías hurgando entre mis cosas?—me aprisionó, sin hacerme daño, contra su cuerpo.

Solté una risa sin gracia seguida de una mirada llena de repugnancia y odio, no me importaban sus intentos de intimidación, me sentía con una grandeza superior a sus intenciones.

—Buscar la verdad—me aprisioné aún más contra su cuerpo—tarea difícil viniendo de un homicida.

Un brillo instantáneo invadió su iris, con su pulgar dejé que dibujará un caminito de sangre iniciando desde mi cuello hasta acabar en el valle de mis pechos. 

—¿Porqué no temes, Avery?—acarició esta vez el lóbulo de mi oreja izquierda—Dímelo, dime el porqué no temes de un homicida.

Mi mano fue a parar a la suya, sujetándola con fuerza la llevé de regreso a su posición inicial. A lo que seguidamente le sonreí con suficiencia y hastío—¿Porqué no me temes tú a mí, Logan?

Mi cuerpo de cintura para arriba ya se había cubierto por una suave capa de sangre que provocaba cada roce de su corpulento cuerpo contra el mío, la visión me nublaba la mente.

Mi organismo no reaccionaba como deseaba, mi mente era una completa jungla que, a pesar de mostrarse ávida, era un completo desastre. Mi estómago se removía como un océano apoderado por los efectos de la rabia en tiempos de tormenta, era como si mi cuerpo picara ansioso por tocarle y mi mente gritara por querer matarle.

—No juegues con fuego—se separó ligeramente de mí—acabarás ardiendo en llamas.

Estaba harta de esta charla que no me llevaría a ningún lado, sabía que él ocultaba cosas y que me podía ayudar a encontrar a mi mejor amiga, por las buenas o por las malas.

Le mataría en cuanto tuviese la oportunidad, sabía que ese no era el momento ni el lugar. Necesitaba aprovecharme de él antes de acabar con todo esto y honrar a mi madre, sin embargo algo dentro de mí vociferaba que no podía matar sin pruebas ni mucho menos arriesgarme a acabar mal parada de todo esto.

—Yo ya estoy ardiendo en llamas, Logan—me acerqué de nuevo a él y le agarré por el cuello de su camiseta—Ahora dime dónde cojones está el cuerpo de mi madre—mencioné cada una de aquellas palabras con suma lentitud y con la rabia amenazando liberarse.

—Te empeñas en que fui yo quien mató a tu madre—su mano agarró el puño de la mía y estrelló con cierta fuerza mi cuerpo contra las taquillas—y estás muy equivocada.

Mis costillas se quejaron de dolor, las pobres no aguantaban más golpes en una misma noche. Sin embargo, si él quería ponernos en esa tesitura, yo no sería quién se lo impidiese.