El Fénix que una vez llegó a amar

Saykhay

Pasada la noche después de aquel pequeño regaño podíamos encontrar al peli-blanco tumbado en su cama con las sábanas hechas un desastre; de repente una voz penetraba en el subconsciente del chico, era su hermana la cual gritaba para que esté se despertara, objetivo que logró.

-Mmm...cinco minutos más...

La chica se irritó para así dar un grito más fuerte al resto haciendo que el chico saltará del susto.

-Asi me gusta, tienes cinco minutos hermanito, no tardes.

Alegre se fue dando mini saltos saliendo de la habitación mientras el albino recuperaba el aliento, rápidamente se vistió para así dirigirse a la cocina donde estaba Riseli haciendo el desayuno.

-Buenos días dormilón, toma algo para comer por el camino que hoy tendrás un día largo.

Asintiendo tomo una manzana para así salir y bajar por el ascensor junto a su hermana. Estos sin pensar tomaron el camino principal para evitar retrasos.

-Hermanita, ¿al final sabes que quieres estudiar?

Esta asintió alegre acomodándose la mochila.

-Si, al final optaré por desarrollarme en la alquimia, sobre todo porque quiero ser la que descubra la piedra filosofal.

Sonaba muy segura de sí misma, cosa que alegro al joven haciendo que acariciara la cabeza de la chica.

-Por cierto, tu siempre dijiste que nunca estudiaste de forma oficial en alguna academia. ¿Porque no lo haces?

Aquello dejo en silencio al chico durante unos cuantos segundos para así soltar un pequeño suspiro.

-Nunca me interesó.

En realidad era mentira, cuando era pequeño soñaba con graduarse en Jadagri, una prestigiosa institución que fue fundada en honor a su padre, sin embargo tanto él como su madre nunca fueron oficializados como familia de aquel héroe por lo que la gente nunca lo tomaba enserio cuando esté decía que era su hijo, lo tachan de mentiroso.

-Entiendo, haré mi mayor esfuerzo para que estés orgullosa de mi.

Al oírlo el peli-blanco mostró una sonrisa para así asentir.

El tiempo pasó y así llegaron a la capital, donde la pequeña quedó sorprendida ya que era su primera vez ahí. El notar aquello hizo que el chico riera un poco.

-Vamos, que al final llegaremos tarde.

Ambos fueron hasta la academia donde el chico registro a su hermana para las pruebas de admisión.

Esperando que llegara el momento aprovecharon para dar un paseo viendo la ciudad, así hasta que llegó el gran momento en el cual una chica a través de un megáfono anuncio que empezaban las pruebas.

-Es tu momento, recuerda, estate tranquila, lo importante es que te lo pases bien ante todo.

Asintiendo fue a su puesto, los nombres pasaban hasta que llegó su turno.

-Buenos días, bienvenida señorita Lia. En su ficha pone que quiere ingresar a la maestría de alquimia, ¿porque concretamente esa?

Tragó saliva algo nerviosa para así observar a las autoridades de la academia.

-Siempre fui una apasionada de la transmutación, además de ser admiradora de Redni el gran alquimista, por eso quiero seguir con su ambición de hallar la piedra filosofal.

Asombrados por su ambición llevaron toda su atención hacia la chica.

-Bien, entonces ahora da un paso hacia delante.

Al hacerlo un círculo mágico se activo rodeando a la joven, este analizó por completo dando un resultado a los seleccionadores.

-Y el resultado final es...