El Fénix que una vez llegó a amar

Izza

Ambos hermanos estaban llenos de nervios por lo que el jurado iba a dictar; una gota de sudor recorría el rostro del mayor ya que deseaba que su hermana cumpliera su sueño.

-(Vamos tú puedes...haz lo que yo no pude hacer.)

El sentimiento de ambos era fácilmente descrito como el parar del tiempo.

-...positivo, felicidades Lia por tu ingreso.

El shock fue instantáneo, por unos segundos no hubo reacción hasta que las emociones salieron como un volcán, la pequeña dirigió su mirada directamente hacia la dirección de su hermano, su mirada expresaba una sola cosa "lo he logrado" mientras que el albino no pudo contener alguna que otra lágrima.

Cuando ya se pudo retirar del lugar fue corriendo hacia su hermano abrazándolo al momento llena de emoción.

-Lo he logrado!!!

Asintiendo la elevó por los aires con una gran sonrisa mientras una expresión orgulloso aparecía en su rostro.

-Riseli le encantará oírlo.

Cuando las pruebas terminaron se acercaron hacia la recepción para acabar el registro oficial, sin embargo había un dato del cual no se acordaban, la facultad de alquimia no se encontraba en la capital, está se ubicaba en una ciudad a varias horas de donde vivían por lo que lamentablemente se tendrían que separar durante largos períodos de tiempo.

-Hermanito te echaré de menos cuando esté ahí.

Sin decir nada asintió acariciando la cabeza de la chica.

Terminó el registro y se dirigieron a su casa, o eso creían ellos.

Un gran estruendo azotó el lugar, había sido una explosión de un banco cercano; alertado el albino resguardo a la chica para así ir a ver qué pasaba.

Ahí se pudo encontrar a una banda de ladrones que llevaban a una mujer incosciente como rehén.

-{Mierda}

Su vena de héroe lo impulso a hacer una estupidez, la cual fue acercarse a estos con una tubería.

-Hey, vosotros, soltar a la chica.

Al verlo los ladrones se empezaron a reír para así el que parecía ser el líder empezará a hablar.

-¿O que? ¿Nos detendras con ese trozo de metal? ¿Acaso no sabes quienes somos.

Por un momento pensó acordándose de haberlos visto en el periódico, se trataba de una banda que usaba magia para robar.

-Malditos!

Se abalanzó hacia ellos intentando salvar a la rehén, sin embargo sería inútil ya que usando magia aunque fuera básica lograron quitarselo sin mayor complicación

El líder le piso la mano haciendo que soltara riéndose mientras tanto.

-Hermanito!

La chica se habría descuidado mirando los sucesos que ahí acontecian.

-¿Así que tienes una hermanita? Tu ve a por ella.

Al oír aquello el chico se puso muy nervioso empezando a forcejear buscando liberarse.

-Lia huye!

Para cuando está quiso hacerlo ya era demasiado tarde, el matón le agarró del brazo apretándolo levantándola en el aire trayéndole hacia el jefe.

-Seria una pena que alguien le hiciese daño, ¿que dices chico?

Negó con furia mientras hacía cualquier cosa por liberarse, cosa que logró en un primer instante sin embargo el jefe ya enfadado tomo a este del cuello.

-Ya me has cansado.

Sacó una pistola apuntando a la pequeña.

-Di tus últimas palabras.

Asustada cerró los ojos empezando a llorar mientras el albino empezaba a gritar que no lo hicieran, la gente veía horrorizada la escena.

Sin esperar mucho más este fue a apretar el gatillo y...