ᴀᴅᴅɪᴄᴛɪᴏɴ ➳ Justın Foleч

𝖼𝗂𝗇𝖼𝗈 || 𝗈𝗎𝗍𝗌𝗂𝖽𝖾𝗋

Megan dio la idea de jugar a las cartas para poder cortar la tensión e incomodidad que había entre Justin y Tony, y soprendentemente accedieron. Llevaban unas cuatro rondas y el mexicano se retiró por haber perdido las tres anteriores.

— Te enfadas muy rápido.— comentó la pelirroja con una sonrisa burlona.

— No me enfado, solo... me frustro.— intentó defenderse indignado.

— No creo que eso sea mejor.— siguió Foley con el ceño fruncido.

— Los dos os frustráis muy rápido...— solo le quedaban dos cartas a ambos.

— Hagamos una apuesta.— Meg y Tony lo observaron. — Si yo gano... salimos a dar un paseo.— y entonces se observaron entre ellos.

— Clay fue muy claro, sin salir.— ese fue el moreno, en cambio, Megan vio su cara de tristeza y se le encogió el pecho.

— Podríamos dar un pequeño paseo hasta el parque que hay detrás de esta calle...— lo dejó caer con suavidad, iluminando la cara del oji azul.

— No me puedo arriesgar a que le vean, y menos conmigo, o contigo.—

— Solo diez minutos, por favor.— Tony se lo estaba planteando. — Necesito un poco de aire fresco, y luz solar.—

— Vamos, Tony... si quieres puedo ir yo con él.—

— Bien, vamos.— los dos restantes se levantaron de su asiento rápidamente.— Pero diez minutos.—

(...)

Llevaban media manzana cuando Foley vomitó junto a un arbusto.

— ¿Estás bien?.— preguntó Meg mientras le ponía una mano en la espalda, este solo asintió con la cabeza.

— Mierda, vamos, tenemos que volver.— Padilla llegó deprisa mientras miraba fijamente un todo terreno con la bandera de los Liberty Tigers.

— Solo llevamos cinco minutos.— se quejó el chico pálido.

— Alguien del instituto acaba de pasar en coche y seguro que te ha visto.— explico Megan mientras le guiaba de regreso a la casa de los Jensen.

— ¿Y qué más da? Jessica me quiere devuelta, ¿no?.— ambos se quedaron en silencio, Megan no sabía si aquello era cierto, y Tony si lo sabía. — ¿No?.—

— Yo no hablé con Jess, fue Clay.— en parte, el mexicano sentía lástima de estar mintiendole.

— ¿Qué significa eso?.— Foley comenzaba a enfadarse, pero intentaba controlar sus palabras por Megan, no quería que le viera como un monstruo.

— Mejor habla eso con Clay, cuando regrese.—

(...)

— ¿Cuándo me ibas a contar lo de Jess?.— Jensen estaba desconcertado. — Jess no quiere que esté aquí, ¿verdad?.—

— Es complicado.— explicó dejando sus cosas en el escritorio.

— Me mentiste— acusó duramente. La pelirroja prefirió bajar la mirada a sus manos, sin mediar palabra.

— No, es la verdad. Jessica... aún no se ha dado cuenta. Cambiará de opinión, tienes que estar limpio y lo verá.— entonces el casi desintoxicado exclamó.

— A tomar por culo. Es una pérdida de tiempo.— y se dispuso a ponerse las zapatillas para marcharse de allí cuanto antes, se sentía avergonzado, triste, herido; todos los calificativos malos que pudieran asemejarse a la decepción, sabía que todos mentían, pero no sabía que Megan Blake y Clay Jensen lo hicieran.