Cuando Alex se quedó dormido, Megan se deslizó suavemente por la habitación hasta la ventana. Se sentía muy mal de haber abandonado a Alex por estar con Justin, pero tampoco le habían dejado más opciones.
Al abrir la puerta de la habitación, vio a Clay arrodillado junto a un Justin moribundo sujetando un paño en su frente. — Arde en fiebre y no para de vomitar.— explicó señalando los tarros con vómito que había a su alrededor. — No sé que más hacer, ayúdame.— Megan asintió rápidamente y le quitó el lugar a su mejor amigo.
— ¿Qué tal?.— le preguntó con dulzura mientras acariciaba su frente con la toalla mojada.
— Mejor ahora que tú tienes la maldita toalla y no ese inepto.— ella rio observando a Jensen que estaba detrás de ella de brazos cruzados, con el ceño fruncido de preocupación. — Quería darme 7 tipos de pastillas diferentes, quiere matarme.— ella volvió a reír y negó con la cabeza mirando al pelinegro.
— No puedes darle pastillas, no está enfermo, está desintoxicando su cuerpo, es diferente.— este asintió rodando los ojos y se sentó en la cama, lejos del olor a vómito. — Vale... ¿quieres vomitar?.— el oji azul asintió y rápidamente le entregó un tarro nuevo, vomitó en silencio y se recostó nuevamente. —Tienes que sacar todo, voy a dormir esta noche aquí, iré a cambiarme.— todo asintieron y Jensen volvió a tomar su antiguo lugar. Ella salió de la habitación despacio y llegó a la suya que estaba justo al lado. Entró y cerró detrás de si, abrió el armario y cogió su pijama de oso, por un momento le dio vergüenza usar aquel antiguo pijama, pero después pensó que era una tontería, se cambió en pocos minutos y cogió su libro, pensó en leer un poco cuando Justin se durmiera. Salió nuevamente con el mismo cuidado y fue a la habitación anterior, seguía todo igual. — Nadie ha muerto, es buena señal.— comentó mientras retomaba su lugar.
— Que graciosa.— respondió el moribundo seguido de un pequeño castañeteo de dientes. — ¿Podrías darme otra manta? Me estoy congelando.— ella asintió y se movilizó rápidamente, sacó la manta de la cama de Clay y se la puso a Justin. Este gimió de dolor por sus seguidos calambres y no pudo evitar sentir dolor por él.
— Descansa.— acarició su cabello durante varios minutos hasta que los temblores en Foley cesaron y sus facciones se relajaron. — Duerme tu también, Clay, yo lo vigilaré.— este asintió y se metió en la cama a dormir. La única despierta en aquella casa era Blake, que no lograba pegar ojo por si Justin moría de fiebre, o ahogado en vómito, o las dos. Pero finalmente se durmió en el hombro de Justin, sentada en el suelo, con su mano en su pecho sintiendo su respiración.
(...)
— Hey, despierta.— la voz de Clay la sobresaltó, que seguía en la misma posición que se había quedado. — Justin, ¿crees que serás capaz de no cagarla hasta que alguien venga a cuidar de ti?.— debían ir al instituto y Justin debía quedarse solo un par de horas, Sheri no podía faltar nuevamente a clases.
— Sí, hace un frío que te cagas.— se quejó Foley intentando arroparse más.
— Venga... date una ducha, por favor.— a Megan le hacia gracia que Clay intentara ser agradable con Justin, y que se quedara en el intento.
— Tengo hambre...— se volvió a quejar Foley, entre tanto la pelirroja se levantaba y se estiraba.
— ¿Cómo vas a tener hambre? Lo vomitas todo.— todos se quedaron en silencio un momento, procesando información.
— Pues por eso tengo hambre.— explicó Justin tan idiota y simpático como siempre.
— Dúchate.— finalizó Clay. Megan no pudo disimular más su sonrisa divertida.
— Vamos, tardaré cinco minutos en arreglarme, ve a hacerle desayuno, y ve si puedes conseguir que tus padres nos dejen quedarnos hoy en casa.— Clay se retiró a su cometido. Esta observó a su amigo en el sillón y una pequeña sonrisa se le escapó.
— ¿Qué?.— preguntó con una sonrisa de vuelta. — ¿Soy lindo?.— él solo quería hacerla reír, hacerla feliz le hacía olvidar por instantes todo lo que estaba pasando.
— Más quisieras.— Megan le guiñó un ojo y se retiró hacia la puerta. Avanzó y llegó a la cocina donde estaban Lainie y Clay preparando desayuno.
— Mamá, Meg y yo nos hemos puesto malos.— fingió toser. — ¿Podríamos quedarnos en casa?.— Lainie observó a Blake esperando alguna señal y también fingió toser, disimulando hacerse un sándwich.
— Sí, claro.— entonces Jensen terminó de hacerse un sándwich que en realidad era para Justin y arrastró a Megan escaleras arriba, donde se encontraron con que Justin estaba en la ducha, y ninguno de ellos dos se estaba duchando, entonces...
— ¿Quién está en la ducha?.— el padre de Clay apareció detrás de ellos, sobresaltando a ambos.
— Yo, o sea, no estoy en la ducha. Pero me voy a duchar, ya sabes, el calentador tarda y todo eso.— excusó Megan, entre tanto, Matt quería entrar a arreglarlo él mismo, pero solo se encontraría con un chico desconocido desnudo en su baño, así que se lo impidieron. — No, ya lo arreglo yo, no te preocupes.— y nuevamente, como el día anterior, entró donde estaba Justin desnudo. Abrió la cortina mientras miraba hacia otro lado y el otro gritó "¡Qué coño!". — ¡Es verdad, el calentador está malo!.— gritó encima, disimulando el grito y cerrando de nuevo la cortina.
— Perdón.— susurró Foley sacando la cabeza por un espacio de la cortina, tal como la primera vez.
— Estoy acostumbrándome a esto, la verdad.— Ambos sonrieron en silencio. Y después de diez minutos, la ducha finalizó y avanzaron juntos hasta la habitación donde Clay les esperaba impaciente.
— Habéis tardado mucho.— reclamó esperando explicaciones.
— Tú tardas más, no te quejes.— el silencio perduró hasta que se sentaron a ver como Justin desayunaba. Debían pedirle que explicara aquella Polaroid que había recibido Clay el día anterior.
— Pues no sé... en la casa de la piscina no es.— indicó Justin mientras volteaba la foto, releyendo el mensaje.
— Entonces, ¿dónde es?.— interrogó Clay, desesperado por saber algo más.
— Podría preguntarle a uno de los chicos, y quizás descubriríamos...— pero el mismo lo interrumpió mientras se la quitaba y la guardaba.
— No, quédate aquí hasta que estés bien. Por Jessica.— entonces entró Tony por la ventana, igual que había hecho Sheri el día anterior.
— Espera... ¿este es mi canguro? ¿qué ha pasado con Sheri?.— reclamó Justin con cierto miedo.
— No podía faltar a clase dos días seguidos, pero me quedaré con vosotros.— explicó Meg con tono suave.
— Pensaba que no quería saber nada de mi.— volvió a reclamar el casi desintoxicado.
— Y no quiero. Así que cierra la boca y no me toques los huevos.— Tony estaba más rudo de lo normal, por el miedo que le tenía a la libertad condicional.
— No me toques tú los huevos.— respondió Foley con miedo nuevamente. Sabía que Padilla no se cortaría un pelo si debía pegarle.
— Y si me vomitas en el cuero, te doy de ostias.— el mismo tragó en seco, haciéndole gracia a Jensen.
— Genial, he dejado en la mesa lo que dice internet sobre desintoxicarse. Que no os vea nadie. Meg, que no se maten, por favor.— cogió su mochila y abrió la puerta. — Gracias, nos vemos.— señaló antes de irse.
Clay le había pedido a Tony que se quedara con Justin y Megan, ya que, confiaba en Megan, pero no en Justin.
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ᴀᴅᴅɪᴄᴛɪᴏɴ ➳ Justın Foleч
Fanfic[comienzo en la 2ª temporada] Todo comenzó con el suicidio de Hannah Baker. Después vino el juicio... Lo que no sabían, es que todo eso solo era el principio del fin. Ni Megan ni Justin estaban preparados para lo que se avecinaba. Una tormenta de em...