Capítulo tres

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Sin duda fue un largo día, con la mirada de Jimin clavada en el durante toda la jornada escolar y Taehyung llegandole de imprevisto a cualquier hora, Jungkook sin duda se sentía algo frustrado, por no decir que acosado.

No entendía porque de pronto recibía la amabilidad de chico Kim, si no fuera por que la noche anterior le dijo que había arruinado su muerte, Jeon podría jurar que Taehyung le estaba coqueteando.

¿O en realidad el lo estaba haciendo?

-Me llevarás a casa contigo Jeon?-

-Dios, es que no tienes nada mejor que hacer que molestarme? No somos amigos Taehyung, déjame en paz-

Jungkook se levantó dejando de lado su bebida a medio terminar sobre la mesa en la que estaba sentado, se acomodó la corbata y caminó.

-es muy descortés de tu parte dejarme aquí hablando, y la caballerosidad dónde queda? Ya no hacen a los hombres como antes-  reprochó el castaño, mientras fingía frustración

-te equivocas Kim, yo soy todo un caballero, solo que no cualquiera se gana esa clase de trato, menos un mocosito que solo sabe llorar y hacer berrinche- dijo el azabache volviéndose al castaño

Y al final eso era lo que Taehyung quería, el plan estaba puesto en marcha.

-y que debo hacer para ganarmelo?-

Jeon arqueó una ceja y sonrió para sí mismo, sus sospechas habían sido confirmadas.

Taehyung se sentía atraído por él.

-te daré el beneficio de la duda, ahora ven, después de todo creo que dejaré que me sigas a casa-

Jungkook dió unas leves caricias en la mejilla del castaño y este tragó saliva. ¿Tan rápido había cedido el azabache a coquetear con el? Esto era más fácil de lo que parecía.

Se intercambiaron algunas miradas, respiraciones profundas, y sonrisas que solo ellos podían interpretar.

El sol comenzaba a caer, y las calles comenzaban a encender sus luces, vistiendose de brillantes letreros luminosos.

-¿Porqué de pronto te interesa estar conmigo? Es decir, apenas en la madrugada me maldeciste por no dejarte morir-  habló primero el pelinegro

-Eres el único vecino de mi edad que además va en mi clase, que se supone que hiciera? no soy bueno socializando-

Los chicos justo doblaron la esquina que los llevaba al vecindario donde ellos vivían, y en cuanto lo hicieron, Jungkook hizo que Taehyung retrocediera.

-¿qué pasa?- cuestionó el castaño a causa de la inesperada reacción

-nada, te importaría esperar a que yo entre a mi casa primero y después tú entras a la tuya?-

Taehyung arrugó la nariz, ¿porqué de pronto Jeon actuaba así? Sin embargo, no puso resistencia y accedió.

Vio como Jungkook caminaba hacia la puerta de su casa, dónde.... ah claro, donde Jimin le estaba esperando.

Con cuidado de no ser visto, Taehyung empezó a caminar detrás del azabache, cuidando que este no lo viera, para poder escuchar lo que dirían a continuación.

-Menos mal que llegaste a tiempo, no iba a esperarte más de veinte minutos- declaró Jimin mientras se colgaba del cuello del pelinegro

-vamos adentro, quieres? No quiero que nadie nos vea-

Jungkook tomó la cintura del rubio y caminó con el hacia el interior de la casa, cerraron la puerta y bajaron todas las cortinas.

Taehyung vió todo, y lo único que pudo hacer, fue dejar caer una lágrima.

DEAR TAEHYUNGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora