𝐇𝐄𝐀𝐕𝐄𝐍 | ❝ Intentare que el arcoíris vuelva
a estar presente en tu cielo ❞
En donde un trueno se hace presente en el cielo soleado de Noah Mckinnon dándole inicio a una horrible tormenta y llega Sirius Black a inten...
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NOAH MIRABA LAS PERSONAS a su alrededor con sumo aburrimiento, el primero de septiembre había llegado lo que significa que era momento de iniciar su septimo y ultimo curso, en otras circunstancias el chico Mckinnon estaría emocionado, pero ahora no lo esta ni un poco, su expresión en el rostro refleja demasiada seriedad y pareciera que estuviera ahí solo por obligación.
Los niños se despedían de sus padres para abordar el expreso de Hogwarts con emoción, un niño que venía cargando su pesado baúl no iba muy concentrando por donde estaba caminando hasta que choco accidentalmente con Noah, cuando le pidió disculpas con una leve sonrisa tímida este simplemente lo miro con expresión seria y ni siquiera le respondió.
—Bueno, creo que es momento de despedirnos, el expreso no tarda en partir—comento Michelle Mckinnon y al primero a quien abrazo fue a Noah—Cuídate mucho, mi amor. Sabes que cualquier cosa aquí estamos para apoyarte.
—Gracias, mamá—murmuró mientras se separaban del abrazo.
—Mi campeón—Nick Mckinnon tomo a su hijo por ambos hombros mientras que su esposa besaba las mejillas de Marlene—Quiero que sepas que estoy demasiado orgulloso de ti, siempre lo estaré, se que algún día cumplirás tu sueño y serás el mejor jugador de Quidditch que nunca antes haya existido.
El rubio hizo el esfuerzo por sonreír: —Gracias, papá.
Una vez que el matrimonio Mckinnon termino de despedir a sus hijos estos tomaron sus respectivos baúles y se adentraron en el expreso de Hogwarts.
—¿Vienes?—le pregunto Marlene a su hermano mayor—Iré con Dorcas, Lily y los chicos.
—No gracias, prefiero estar solo durante este viaje.
La Gryffindor simplemente observó como Noah tomaba su baúl y se dirigía hasta los compartimentos que se encontraban en dirección opuesta al que siempre tomaban con sus amigos, Marlene no hizo más que soltar un leve suspiro y seguir con su camino.
Por otro lado, Noah estuvo caminando por casi diez minutos hasta que llegó al ultimo compartimento del lado izquierdo del expreso, afortunadamente estaba vacío por lo que entro y coloco su baúl en los apartados especiales para el equipaje, después cerro la cortina de la pequeña ventanilla de la puerta, no quería que nadie lo molestará.
Tomo asiento junto a la ventana abierta y saco una cajetilla de cigarrillos de sus pantalones muggles, desde finales del sexto curso había comenzado a fumar, claro que no era algo que le gustaba y mucho menos que lo hacía sentir orgulloso, pero el cigarrillo se había convertido en la única manera de tener su mente despejada.
