𝐇𝐄𝐀𝐕𝐄𝐍 | ❝ Intentare que el arcoíris vuelva
a estar presente en tu cielo ❞
En donde un trueno se hace presente en el cielo soleado de Noah Mckinnon dándole inicio a una horrible tormenta y llega Sirius Black a inten...
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Febrero, 1986
NOAH MCKINNON Y TESSA CONNOR se encontraban en un restaurante muggle demasiado elegante para celebrar que ese día era su aniversario de un año de relación. Al ser San Valentín el lugar estaba lleno de gente y los meseros intentaban relajarse debido a que estaban de un lado a otro, atendiendo meses, llamadas y llevando los platillos a quienes corresponda.
La pareja agradecía de que habían reservado hace dos semanas para ese día, y debido a eso tenían la mejor mesa del restaurante, la cual se encontraba en el segundo piso junto a un bello balcón de cristal, en donde podían ver al resto de personas comiendo en la planta baja y tenían una clara vista del pianista y la cantante.
—¿Te he dicho lo hermosa que te ves esta noche?—pregunto Noah tomando la mano de su novia para dejar un tierno beso en esta.
Tessa sonrió levemente: —Creo que como cinco meses desde que nos trajeron el menú, y eso fue hace siete minutos.
—Bueno, pues te lo diré una vez más—el hombre Mckinnon sonrió mirándola a los ojos—Te vez hermosa, eres la mujer más hermosa de esta noche.
—¿Incluso más que la cantante?—pregunto Tessa con burla mientras alzaba un poco su ceja, ya que sabía que la mujer que estaba en el primer piso cantando le había parecido atractiva a Noah.
El guardián de los Chudley Cannons fingió que lo pensaba, provocando que su novia estirara un poco su mano para darle un leve golpe en el brazo. Aunque Noah solo se rio y se inclino un poco para juntar sus labios con los de la pelirroja.
Diciembre, 1987
Cuando Noah abrió los ojos mientras soltaba un bostezo como primer reflejo su mirada fue a su izquierda, al no ver a nadie durmiendo a su lado frunció el ceño confundido para después ponerse de pie y salir de su habitación.
Camino por el pequeño pasillo del departamento hasta que se detuvo en la puerta de la habitación de Harriet y miro el interior, no pudo evitar sonreír levemente al ver a Nathalia recostada en la cama de la niña de casi diez años, al parecer se había quedado dormida mientras le contaba un cuento para dormir.
El hombre Mckinnon entró a la habitación y cubrió a ambas chicas con una manta color roja demasiado calientita, dejo un tierno beso en la frente de ambas y salió de la habitación cerrando la puerta detrás de si.
Siguió caminando por el silencioso y oscuro pasillo hasta que llego a la sala que conectaba con el comedor, en donde se encontró con Tessa sentada en una de las sillas del comedor tomando tranquilamente lo que Noah supuso que era café.
—Feliz navidad, amor—murmuró Noah dejando un tierno beso en el cuello de la pelirroja.
Tessa no pudo evitar sonreír levemente y mirar el reloj muggle que se encontraba en la sala: —Apenas es media noche.
