Escocia

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Al aterrizar el avión no paraba de pensar en mis progenitores. Sabía que mi padre tenía muchos negocios, pero nunca imaginé que fueran turbios y menos aún que llegarían a involucrarnos a mi madre y a mi.
Pero bueno, es lo que la vida nos ha dado y debemos afrontarlo con la cabeza bien alta y seguir hacia delante.

Cuando recogí las maletas, fui a coger un taxi para poder llegar a las afueras de Escocia, donde vivía mi tía Leslie.
Leslie era una persona muy liberal, salvaje (en el buen sentido de la palabra), supersticiosa, amable, cariñosa... Al enterarse del problema de mi padre, enseguida se ofreció para darme asilo y así pasar tiempo con su sobrina favorita (única).

Una vez iba entrando hacia esas increíbles montañas me empecé a sentir extraña, era una sensación que solamente había experimentado una vez en mi vida y fue cuando ese hombre entró a mi casa.
Era una mezcla de miedo con emoción, frío con calor, amor con odio... era algo inexplicable.

Al llegar a esa casita tan mona al inconfundible estilo de la tía Leslie, vi algo en las entrañas del bosque. Algo me llamaba desde las profundidades de ese increíble laberinto de árboles, tenía todos mis sentidos enfocados ahí. ¿Podría ser que tuviera fiebre? ¿Estaría cansada por los actuales acontecimientos?

Nunca podría imaginar que huir sería todo lo contrario al significado de esa palabra.
Estaba a escasos metros de la boca del lobo y nadie lo sabía.

Él siempre obtiene todo lo que es suyo, por las buenas o por las malas, y ellos habían decidido.

MíaWhere stories live. Discover now