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Parte dos



Las cosas no siempre resultan como uno quiere, de vez en cuando llega algo o alguien que lo cambia todo, ya sea para bien o para mal.

 En mi caso yo no fui la única que cambio, es mas yo no cambie, simplemente evolucione, junto a el yo crecí, aunque fue de una forma retorcida, pero como culparlo si yo también lo cambie, si yo contribuí a que se vuelva de las personas mas horribles que uno pueda llegar a conocer, por eso me gusta pensar que estamos a mano y que dentro de todo no nos guardamos rencor.

Aun así, siempre tenemos algún momento de ira con el otro y quizás nos pasamos de la raya el uno con el otro, como la vez que yo le tire el cenicero de cristal a la cabeza y tuvimos que llamar al doctor de urgencia porque casi muere, o la vez que el me tiro por las escaleras, y estuve en cama todo un mes para recuperarme por completo, cosas que suceden, cosas de las cuales me arrepiento, cosas de las que recuerdo con frecuencia y las comparo con el pasado, cuando todo era mas sencillo, cuando el y yo no estábamos tan rotos, cuando el y yo solo buscábamos quitarnos el aburrimiento, pero en algún punto, todo cambio y se volvió oscuro, nuestra obsesión por el poder sobrepaso todos los limites y termino en este caos que somos el  y yo.

A veces fantaseo con que un héroe aparecerá y nos salvara a todos, pero esas son simples fantasías y soy muy consciente de que no se cumplirán, soy muy consciente de que yo no tengo salvación, que el tampoco la tiene, porque simplemente estamos hundidos en la oscuridad, totalmente aislados de la luz, algo irónico, teniendo en cuenta que mi nombre es Luz.

Kanto ManjiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora