Luz Noceda

96 4 2
                                    



El canto de los pájaros se podía oír desde el otro lado de la ventana y el sol empezaba a salir y a iluminar todo a su paso, como la habitación de una chica castaña, a quien le llegaron estos hilos de luz, volteándose y revolviéndose entre las sabanas de su cómoda cama para evitar la entrada de estos rayos.

•Beep beep beep•

La alarma electrónica de la morena sonaba incontrolablemente, perturbando el sueño de la chica. Rápidamente lo apago, solo para volver a su cómoda posición entre sus almohadas por unos cuantos minutos más.

Después de recordar que hoy era su primer día de clases en la nueva ciudad a la que se acababa de mudar, espabilo por completo para pararse de un salto y mirar el reloj en su mesita de noche junto a su cama.

6:45 a.m.

Parecía no ser mucho tiempo para lograr llegar a la escuela. Tal vez llegaría tarde, pero tendría que asistir el primer día de clases, se prometió a sí misma comenzar desde cero cuando llegó allí.

La morena bajo rápidamente a la cocina a prepararse el desayuno lo más rápido posible, se dispuso a tomar su cereal tan rápido como para no atragantarse, y subió nuevamente a su habitación para cambiarse al uniforme escolar y salir corriendo de su casa en una hermosa mañana que lastimosamente no podría disfrutar debido a su falta de responsabilidad.

-*¡Voy a llegar tarde!*- pensó luz corriendo para llegar temprano a su primer día de clases en su nueva escuela, a nadie le gustaba llegar tarde, ¿qué clase de primera impresión dejaría en los demás eso?.

Luz seguía corriendo contra reloj, literalmente, por las calles hechas de concreto, con algunos faroles aún prendidos, mientras observaba a la gente pasar. Algunos iban corriendo para no llegar tarde a sus trabajos o escuelas al igual que ella, otros estaban haciendo ejercicio mañanero mientras escuchaban música y algunos cuantos iban muy relajados mientras tomaban café y se sentaban en una banca para disfrutar del comienzo de la mañana.

Al cabo de correr unas calles y minutos más llegó a la escuela, cinco minutos tarde pero llegó. Algo es mejor que nada ¿no?.

La escuela se veía grande y moderna por fuera, tenía 3 pisos y una gran cancha para grudgby además de un gimnasio, según lo que la morena leyó en el folleto promocional. Luz pasó por la gran entrada principal solo para encontrarse con un laberinto de pasillos blancos y azules. Cualquiera que no tuviera conocimiento del lugar, como es el caso de luz, se podría perder fácilmente en ese lugar. La morena empezó a recorrer la escuela esperando que por un milagro o arte de magia, pudiese encontrar tanto su casillero como su salón a tiempo.

-*Esta escuela es muy grande, ¿como se supone que encontrare mi salón?*- Luz iba demasiado concentrada en encontrar su camino, que no vio a una chica de lentes aproximarse corriendo en dirección contraria a ella, chocando y regando algunas pertenencias de ambas en el suelo del corredor.

-Auch- se quejó una chica de cabello negro con lentes, que gracias al impacto estaba ahora en el piso.

-¡Lo siento, lo siento, lo siento!- se disculpo rápidamente luz, recogiendo las cosas de la chica, para pararse y ofrecer su mano en forma de apoyo.

-No te preocupes, no pasa nada, estoy bien-dijo la chica tomando su mano, para después tomar sus cosas.

-De verdad lo siento, estaba distraída buscando mi salón y no te vi, enserio lo siento mucho- continúo disculpándose la morena, mientras ordenaba sus cosas que aún seguían en el piso.

-Creo que puedo ayudarte a buscar tu salón, ¿cual es?- preguntó mientras se agachaba para ayudarle a recoger sus cosas a la morena.

-El salón 2B- contesto luz -y gracias por ayudarme con mis cosas.

~Una historia lumity~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora