Apologies

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1 semana después

Uno de tres castigos ya había sido concluido. Amity ya podía ir tan siquiera dos horas a cualquier lugar que le plazca, para esperar a entrar a sus clases extra.

Durante la única semana que había transcurrido desde el incidente en la cancha y la guerra de comida, las amigas de amity habían estado jugándole bromas pesadas a Noceda, Porter y Park. Los tres chicos víctimas de estas bromas no hacían nada por defenderse, no querían meterse en más problemas.
Amity no participó en ninguna de las bromas, pero le dedicaba a la morena una mirada tan fría que se podía ver hielo en sus ojos.

Después de la escuela y su entrenamiento de grudby, amity se encaminó hacia la biblioteca para aprovechar sus 120 minutos libres, pero más específicamente se dirigía a su escondite.
Cuando algo le molestaba o quería un momento para solo estar ella y sus pensamientos, iba a ese lugar.
Podía ser ella misma ahí. No había gente que tuviera expectativas en ella o que la molestara, podía leer, escribir o tocar la guitarra en la tranquilidad de la soledad.

La peli-menta llegó a un gran edificio que se veía muy moderno y minimalista. Tenía dos pisos, unos grandes ventanales y varias puertas, por donde salía y entraba la gente al lugar.

-Hola señor Evans- saludó amity, empujando unas puertas de cristal para poder pasar al establecimiento, dando con un mostrador.

-Hola amity, ¿cómo estás?- preguntó el señor evans. Era un señor de mediana edad, de cabello rubio y tez blanca, muy amable, pero si rompías las reglas verías la otra cara de la moneda.

-Muy bien. ¿Hay algo en lo que pueda ayudarle hoy?- preguntó la peli-menta. Siempre que podía ir a la biblioteca preguntaba si podía ayudar con algo, le encantaba apoyar a las personas en ese lugar.

-Bueno, podrías hacer lo de siempre, ya sabes leerle a los niños- sugirió con una sonrisa -a ellos les encanta que vengas a leerles los libros y se pusieron algo tristes debido a tu ausencia la semana pasada.

-Lamentó no haber venido la semana pasada, tuve unos cuantos problemas personales- a amity de verdad que le encantaba venir y leerles a los niños, eran muy tiernos aunque algo revoltosos. Pero pasó lo de la escuela y quedó castigada, y era mejor obedecerle a odalia.

-No te preocupes, pero si gustas puedes ir a leerles ahora- señaló la zona infantil donde había varios niños de aproximadamente 3-5 años tratando de leer los cuentos por sí mismos.

-De acuerdo, y gracias señor-agradeció la peli-menta para ir con los niños. En cuanto llegó, la mayoría la fueron a saludar y abrazar, habían un par de niños nuevos que no sabían que estaba pasando, pero rápidamente le agarrón confianza a la Blight. Todos los niños se pusieron de acuerdo para el primer cuento que leerían.

-Bien chicos, todos siéntense y guarden silencio, ¿de acuerdo?- les hablo dulcemente la chica. Los niños asintieron, siguiendo las órdenes de la peli-menta formando una media luna al rededor de ella.

La chica comenzó con el primer libro de muchos que leería para ellos esa tarde, eventualmente algunos chicos se acostaron en el suelo boca abajo poniendo su cabeza sobre sus manitas y moviendo sus pies inquietamente. Algunos hacían preguntas por cosas que no entendían de los libros, y los más grandes que ya estaban un poco más conscientes de cómo es el mundo en realidad, hacían bromas acerca lo fantasioso que podían ser los libros.

~~~

-¡La peor semana de la vida!- Se quejó luz, en el gimnasio de la escuela, donde no había nadie más que ella y sus amigos. Desde hace una semana que habían provocado el caos en la cafetería y le había dado con el balón a la Blight, y todavía la seguían molestando por los acontecimientos.

~Una historia lumity~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora