Let's Get Our Game Faces On. || Huntlow

1.

"Así que, ¿Aún crees que somos patéticos?"

Hunter no esperaba esto. De todas las brujas que posiblemente podrían vivir en las Islas Hirvientes, a las que llamó patéticas e indignas de pertenecer al Aquelarre del Emperador estaban probándole que estaba equivocado, mostrándole lo poderosos que realmente eran. Su cara estaba llena de arrepentimiento y, tal vez un poco de vergüenza; negó en silencio. De cualquier forma, Willow no parecía estar enojada o siquiera molesta. Ahí estaba la mirada verde brillante sonriéndole suavemente.

¿Por qué?

¿Quién era esta chica exactamente? O sea, por supuesto que sabía de el verdadero poder la magia de pantas, pero el brillo que esta estudiante mostraba por todo el lugar era casi confuso de entender. 

Él estaba confundido.

"Bien, pongamos nuestras caras de juego entonces."

Con eso, la chica de plantas sacó un bote de pintura de su bolsillo, haciéndose a ella misma grandes franjas verdes en su rostro. El resto de los jugadores aplaudieron por ello, y Hunter casi sonríe.

"¡Vamos! Tenemos que prepararnos entonces!" Todos siguieron las palabras de Gus a excepción de Hunter, quien se quedó parado en su lugar, sin mover un solo dedo. ¿Él estaba invitado? Probablemente la capitana del equipo solo quería probarle su valor y después él podría irse. Nunca en su vida, Hunter se había sentido tan inseguro sobre qué hacer. Así que se quedó en su lugar, sosteniendo a su palisman entre sus manos.

"¿Caleb? ¿Estás bien?"

Ahí estaba. Esa quebrada pero suave voz, llamándolo. Se quedó en silencio, sin moverse, hasta que encontró las palabras apropiadas.

Llámame Hunter.

"Te debo una disculpa, capitana."

Palabras que Willow no esperaba.

"¿Por qué?"

"Yo- ¿¡Qué por qué!?"

La mirada confundida de Willow hizo que algo se retorciera en Hunter. tal vez sus entrañas, o su mente, ¿por qué no estaba enojada? ¿por qué estaba siendo tan amable? ¡Él debería ser quien esté preguntando el por qué!

"¡Fui un completo idiota contigo! ¡Con todos ustedes!" Hunter se dio cuenta de lo fuerte que estaba volviéndose su voz, así que se tomó tres segundos, respiró y cerró sus ojos. "Yo- no merezco estar en tu equipo, capitana. Fui demasiado lejos... Si tan solo escuchara y me quedara callado e hiciera exactamente lo que me dicen que ha-"

Hunter dejó de hablar en el momento que sintió el gentil peso de una mano sobre su hombro. Otra vez. Una sensación a la que no estaba acostumbrado, pero era agradable. Se sentía bien, tan cálido que casi lo hace llorar. Sus ojos cayeron sobre la chica que estaba solo a unos centímetros frente a él.

"Tranquilo." La capitana dijo. "No estoy enojada contigo, nadie de nosotros lo está."

Ojos verdes brillando, aunque el no sabía si la razón eran los lentes o el sol. Pero, estaba seguro de que nadie le había dado esa mirada antes. Llena de amabilidad. Llena de simpatía.

"No voy a mentir, estaba a punto de darme por vencida contigo..."

Su corazón sintió dolor por alguna razón, pero aún así, su mano seguía descansando sobre su hombro. Tragó saliva.

"Pero luego, cuando dijiste esa cosa de la casi bruja... Caleb, quiero que entiendas que eres más valioso de lo que piensas."

"¿Cómo?"