-Hola
Escucho una vos que la le hablaba a su lado izquierdo, por un momento la sorprendió, era fuerte, varonil, áspera, seria y realmente gruesa, era una voz realmente intimidante pensó, por una milésima de segundo nuestra peli roja, con ello, un mínimo toque seductor que ella pudo capturar en esa pequeña palabra que aunque no fuera mucho, el, la pudo formar de una manera únicamente arcana, de alguna manera pudo sentir un poco de secreto en sus labios y eso la dejo sin cuidado.
Una voz envuelta en misterio y suspicacia resonó en aquel balcón que en solo un momento pudo achicarse ante ella y ese misteriosos ser, Que fue eso? Por un momento, ella pudo jurar que en su interior hubo un cosquilleo extravagante que se producía en todo el vientre, Era raro e indescriptible, ni en sus muchos milenios pudo sentir tal rareza como en la que sentía ahora; Fue algo efímero a su parecer, lamentablemente.
Como toda una mujer recalcitrante, sintió un sabor enigmático en su boca, junto con un dulzor que fue acompañado de una nueva ola de saliva que humecto las paredes de su boca, llevándose consigo una bocanada de saliva que enjuago sus cuerdas bocales dejándola nuevamente lubricada, ella siempre a creyó que las cosas nuevas siempre comenzaran de una forma única, con un buen principio y una buena entrada, jamás tendrán un fin, serán unas Sempiternos pero para ella esto podía significar aun mas.
creo que esto se podría denominar mas como una serendipia, un hallazgo afortunado e inesperado que se produce cuando se esta buscando otra cosa completamente distinta
y esto fue lo que comenzó todo para nuestros protagonistas.
A pequeños pasos y como si fuera en cámara lenta, nuestra peli roja giro su cabeza suavemente topándose y sin demora, tomándose su tiempo pero a la vez con una pizca de impaciencia en ella que no dejaba ver por saber que en este tipo de lugares se debía controlar y manejar las emociones topándose así con el, con aquel Dios Griego que estaba parado hay, justo al lado de ella, viéndola de una manera tan indescriptible que en ese momento no pudo controlarse y su cuerpo dejo que sus labios se abrieran un poco tratando de abrirlos un poco mas en cara de asombro que ella pudo contralar en su mayoría bien, dejando que sus pupilas se dieran un egoísta paseo por aquel cuerpo que a plena vista se notaba que estaba muy bien trabajado detrás de ese esmoquin gris que la dejaba mas intrigada de por medio, vistiendo como un único diferenciativo un pañuelo rojo vino que se resaltaba mostrándose afuera de el bolsillo se su chaqueta que se adhería a la perfección a su musculatura llevando también unos zapatos Monk marrones muy elegantes pero sin quitar el echo de ser a la vez casuales por ese color tan pulcro.
Su cara era sorprendente y mucho mas su mirada, su piel según desde su punto de vista, se veía bastante clara y suave, no se notaba ninguna impureza o grano de ese tipo y aun con esa pequeña barba que decoraba su mentón, esta, se veía bastante limpia y atractiva y por ese mísero pensamiento la peli roja no pudo dejar de preguntarse, como seria tocar aquel bello en su mentón? Fue un pensamiento vago que en peso a tener auge en su cabeza a medida que pasaban los segundos pero eso no fue todo, Si el humano pudo pecar al solo morder una manzana, que es lo que pudriera hacer la vista? esa desgraciada traicionera que se daba viajes a partes en los que nadie se lo permitía, Muy sencillo, Todo lo que quisiera, y aunque había veces en las que ella podía jurara que sus ojos tenían mas control en ellos que ella misma y se controlase para que nada de estos curiosos seres se saliera de control, este no fue impedimento para sus pupilas para dar todo un tur en ese monumento Griego que la tenia fascinada.
Sus ojos
Esas pupilas sin duda fueron lo que mas la atrajo de ese misterioso ser ya que era todo enigma que escondían sus ojos, estos a primera vista podían verse angelicales, de color celeste puro totalmente digno de un ángel, con una sonrisa ladrona y reservada que por si solo hablaba y esas pestañas tan largas que le transmitían un poco de envidia por lo hermosas y largas que eran, por ese brillo en los ojos que le decía que el no lastimaría ni a una mosca y a cualquier chica le cautivaría ese hermoso azulado que sabrá Dios que habrá echo pero....siempre existirá un "pero", y era ella, ella no era cualquiera chica, era una mujer, una mujer clara y lucida que conocía esa mirada, la había visto, la conocía de ante mano y eso fue lo que la motivo a alargar su sonrisa a una malévola.
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Solo Una Noche Eterna, Mi Luna
Hombres LoboEra solo una noche, una oscura y sensual noche que brillaba a todo fulgor en las vegas, exactamente en el bar que creo toda esa noche de seducción inolvidable y que creaba estragos en su mente por estar tan grabada en su cabeza como si se la hubier...