Mi Buen Amor | Kuzco x Aladdin

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—Así los quería ver— dijo Ling entrando en la tina —Me acaban de hacer pasar la vergüenza de mí vida y la van a pagar.

Yao y Chien-Po se miraron fijamente por la respuesta de Ling, estaban muy boquiabiertos por como les dijo con total seriedad esas palabras. De un momento a otro Ling se quito su última prenda y abalanzo en la tina callendo sobre ellos causando así una pelea a puño limpio entre Yao y él, era muy obvio que Ling no se metería con Chien-Po ya que para él era mucho más tranquilo además si le daba una golpiza él muchacho le devolvería con una más fuerte.

El sonido del agua desbordándose de la tina y los golpes que se daban entre ellos era lo que resonaba en todo el baño, ninguno de los dos se iba a dejar ganar y eso lo vió Chien-Po.

—Paren ya— dijo y puso sus manos entre ellos para luego separarlos —Parecen niños chiquitos, además a los problemas la primera solución para que se resolvan es dialogar— miró a ambos y estos asistieron —Cuéntanos Ling, ¿Qué sucedió?.

—Me encontré a un empleado cuando venía para aquí y yo andaba en pelotas- dijo mientras se pasaba la esponja con jabón por sus brazos —Ni siquiera me dejó explicarle y se hecho a burlar— se tapó la capa de la vergüenza al solo recordarlo.

—JAJAJAJAJAJAJA— río Yao.

—¿De que te ríes?— le tiro agua —oompa loompa.

—Uy....— dijo Chien-Po mirando a Yao.

—Seré un oompa loompa, pero he a traído a más gente que tú.

—Si claro— le dijo de forma sarcástica —Yo ya tengo una fila extensa de personas que quieren ser mi pareja.

—Pero de seguro el que andas de enamorado ni bola te da— le contestó Yao a Ling.

—Uy... — pronunció Chien-Po al silencio que se formó para luego reír.

—JAJAJAJA— se empezó a reír Ling —Bien respondido— le dijo para darle la mano en forma de paz.

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• En la habitación de Kuzco •

Pov' Kuzco

Estaba en mi habitación hechado en mi cama esperando a que Ling con noticias sobre Aladdín, aunque tenía una emoción de saber sobre el también estaba como un poco desinteresado.

—¿Pero que me pasa?— me senté en mi cama viendo la pared —Sería tremenda tontería que después de meses en pensar en él ya lo ande dejando a un lado.

*Toc... Toc...

—Adelante— dije en voz alta.

—¿Acaso el señorito emperador pidió un amigo a domicilio— entró Erick ahora si vestido como él.

—Creo que se confundieron de pedido— dije mirándolo con una sonrisa forzada.

—Mentiroso, ¿Sucede algo?— Erick sabia exactamente leer mi cara así que no le podía mentir.

Le hice señas para que se siente a mi lado y lo hizo.

—Había un chico y pues fuimos algo compatibles aunque no lo conocí mucho y por cosas no hablamos un tiempo, pero justo cuando había decidido hablarle lo culparon por cosas que él no hizo y no se como limpiar su nombre.

—¿Extrañas a alguién que apenas conociste? Kuzco esto no nos debe de pasar a nosotros, eso es cosa de princesas.

—Mejor no te cuento nada— lo miro con enojo ante tal respuesta.