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—Claro que sí.

—Obvio no.

—Nunca hemos ido. —el mayor juntó sus dos palmas queriendo convencer a Jeongin de lo que hablaban. Aquel gesto infantil le hacía recordar al de cabello rubio aquella época pasada en la que ambos eran niños—. Por favor.

El levemente más bajo chasqueó la lengua, algo cansado de las insistencias de su acompañante. El atardecer se estaba haciendo presente y las luces del cielo se estaban tiñendo de naranja, entraban por la ventana reflejando su aurora en las paredes de la habitación del rubio y hasta donde llegaban los suaves rayos, inclusive sobre la piel de ambos adolescentes, dejándola cálida en el acto.

—Minho, sabes que la idea no me termina de agradar...

—¡Vamos! —el pequeño puño del menor impactó con fuerza sobre el brazo ajeno, causando que Minho soltara un quejido por lo bajo—. Jisung nunca nos había invitado a algo así, —trató de convencerlo con un tono infantil en su voz, sabiendo que aquello era una debilidad para su menor.

—Solo es una fiesta sin importancia.

—‹‹Fiesta sin importancia›› mis huevos. Ay, —el mayor se frotó la parte posterior de su cabeza al sentir el zape que acababa de recibir en la nuca. Jeongin rió—. Va a ir mucha gente y yo nunca he ido a algo así.

—Pues vete solo.

—No quiero parecer el nerd que no conoce a nadie.

—Conoces a Jisung, —el rubio se encogió de hombros pronunciando cada palabra con simpleza.

—Pero él estará con su novio —replicó con seriedad, provocando que el menor bufara—. Será divertido, venga, —lo último lo dijo con un suave tono lastimero, lo que hizo que el corazón de Jeongin se ablandara un poco.

El menor suspiró, y entonces supo que lo había conseguido.

—No vayas a hacer ninguna locura, te conozco...

—¡No! ¡Claro que no! —Minho casi salta de la cama debido a la emoción que le habían causado las palabras de su amigo. Pero no, debía mantener su estatus y la poca dignidad que le quedaba después de aquel numerito que acaba de montar—. Nos la vamos a pasar genial, ya verás...

—Yo no estaría tan seguro.

Pero dejó sus palabras en el aire debido a la mirada del mayor sobre él, con aquella chispa que solo aparecía cuando la ilusión le impregnaba internamente. Se resignó a seguir hablando con el objetivo de hacer cambiar de idea al de cabello azabache. Sería una noche y en el fondo tampoco era tan mala idea.

Pero conocía a Minho, y sabía lo impertinente que podía ser a veces.

—¿A qué hora deberíamos estar allí? —en vez de seguir replicando, Jeongin cambió el rumbo de sus palabras por una pregunta que sugería interés en aquel evento— ¿Nueve? ¿Diez? ¿diez y media?

Por alguna razón que no acaba de entender, la pregunta hizo reír a Minho, quien se recostó en la cama del menor apoyando su cabeza sobre sus manos y estas, sobre el colchón.

—Sabes que ese tipo de cosas comienzan a media noche ¿verdad?

—¿Perdón? —Jeongin lo miró despegando su espalda de la pared donde anteriormente se había sostenido. Minho rió de nuevo y aquel juego comenzaba a ponerle de los nervios.

—Lo que oyes.

—¿Y cuándo dormiremos? —aquella noche Minho tenía planeado quedarse a dormir en la casa del menor.

—Cuando estés cansado —respondió despreocupado—. ¿Cuatro? ¿cinco de la mañana?

—¿Me estás jodiendo?

El mayor finalmente se incorporó, haciendo que el viejo colchón chirriara con levedad, Jeongin no dejaba de mirarle sin poder pensar otra cosa que no fuera en el por qué habría aceptado ir a aquel estúpido lugar con su estúpido amigo.

—Para nada, —se acercó a Jeongin mientras que hablaba—. Confía en mí, te divertirás, —y tras aquellas palabras, revolvió su cabello, dejándolo desordenado y en todas las direcciones.

El rubio no pudo hacer otra cosa que refunfuñar y arrugar su ceño.

—Iré a prepararme, vendré a buscarte más tarde.

—Púdrete.

—Siempre tan encantador, —replicó sarcástico mientras que salía con lentitud por la puerta.

ᨳ ݊ ˖ . ¡𝗥𝗘FORCE𝗠𝗢𝗦 𝗟A 𝗔MIS𝗧𝗔D!  ࣪˖  ❪ mj ❫ ˑ ִֶָ 𓂃 ˚.ഒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora