01.

243 21 0
                                    

Al llegar a su destino, fue directo a su árbol favorito. Era uno que sobresalía, por lo alto y frondoso. Sus ramas casi salían del suelo y eran gruesas como si cada una de ellas, fuera un árbol por si sola, parecían verdaderos tentáculos. Por eso, el lo había bautizado a sus 13 años de edad como el Pulpo. Súper original.

Para subirse, primero pisó sobre una piedra que tenía musgo seco pegado encima, luego en un cototo del tronco principal y finalmente, de un empujón, subió dando un giro, quedando sentado. Ya se sabía la técnica de memoria, nada tan difícil tampoco. Apoyo su mochila de modo que se quedara fija y así poder sacar sus aperos de pesca con calma. Abrió el tarro con los gusanos de sebo. Le repelía el olor, pero a los peces les fascinaba; Y como la idea era que los gusanos fueran el rico almuerzo de ellos, para que después esos mismos pescados fueran el delicioso almuerzo de el y su familia, se lo tomaba de buen ánimo. Además, ya se había acostumbrado al olor luego de varios años.

Estaba ensartando uno de estos insectos en el anzuelo, procurando soplar y mantener la cara lejos de tal pestilente aroma, cuando sintió extraños ruidos al otro lado del río.

Dejo las cosas a un lado, salto al suelo y se acerco a la orilla lentamente. Siguiéndola, hasta llegar al lugar de tal ruido. En ese momento, vio a un chico, que parecía de su misma edad, caminando relajadamente mientras miraba de un lado a otro, sin darse cuenta de la presencia de Jungkook.
Luego se detuvo a observar la superficie del río.

Su apariencia fue lo mucho que llamó la atención del contrario. De lejos se notaba que era más bajo que el, pero su cabello era rojo, y tenía piel clara como la leche. Algo que le llego a asustar de cierta manera. Nadie en su vida, era así de blanco. Su ropa, constaba de unos pantalones negros pegados a sus piernas, que se veían contorneadas, tenía una polera de cuello v, color blanca, logrando un contraste con su piel. Juro que era más blanco que la misma polera.

El chico se agachó, y hundió su mano en el agua. Hurgueteo un buen rato, pareciendo cómodo con su acción. Sus ojos se mantenían cerrados, viéndose concentrado en lo que hacía. De repente, volvió a sacarla, pero no estaba vacía. Desde lejos vio como tenía una piedra blanca a mano, al igual que su tono de piel. La observo con atención y vio la leve sonrisa que se le formó al chico.

Se levantó, volviendo a su estatura normal, para ver sus bolsillos, dejo la piedra en estos. Al parecer le había gustado, y quería conservarla.

A Jungkook le invadió una tremenda curiosidad. Nunca había visto al chico en su vida, y eso era extraño, ya que todos en Busan se conocían, gracias a lo pequeño que era el pueblo. Pero ese chico, tenía un aura que de cierta manera, le pedía a gritos saber sobre el.

No resistió más, y comenzó a caminar hasta el puente colgante que quedaba río arriba. Al cruzarlo, echo un vistazo donde estaba antes el chico, pero había desaparecido instantáneamente. Sintió una profunda desilusión, porque quería conocer al chico tan misterioso.

Se devolvió sin entender como el chico había sido capaz de hacerse invisible tan rápido. Subió al Pulpo y se sentó al lado de su mochila, en el mismo lugar donde la había dejado. Comenzó a meditar acerca de la escena que había presenciado. Las personas normales no son capaces de desaparecer de la nada, quizás esconderse, pero este chico, realmente se había desaparecido. Una leve idea atravesó su cabeza, talvez era un fantasma o espíritu que vio. O simplemente el sueño le estaba afectando.

Pero, entonces, repentinamente y sin aviso, escucho una voz, no antes escuchada por el. Era el chico misterioso. Fue tal su sorpresa, que perdió el equilibrio y se fue al suelo con todo, mochila y gusanos. Fue tremendo porrazo. Con razón le habían puesto ese nombre, precisamente, a ese río.

– Hola. ¿Estas bien?– Le preguntó el chico.

Jungkook, que seguía de espaldas en el pasto, le miró atónito hacia arriba. Tenia su cabello liso y largo, logrando que su flequillo tapara levemente su frente y un poco sus ojos, los cuales también eran rojos como su cabello, algo bastante inusual que lo dejó perplejo. No sabía que una persona podía tener ese color de ojos.

Mystery ✦ KookMin 국민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora