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Ambos caminaban uno al lado del otro. La tarde era tranquila y fresca.

Jimin iba con la vista enfrente, observando todo a su paso. Como si no conociera el lugar, o hace años que no lo visitaba. Jungkook miraba su perfil, completamente hipnotizado.

El sol comenzó a ponerse en el lago e hizo que las cosas se pintarán de un bello color rojo. Jungkook vio como Jimin resaltaba más, ya que, su cabello de por sí, era rojo y sus ojos también. Todo era hermoso, pero no más que Jimin.

– Y bueno...– Habló Jimin, rompiendo el silencio que se había creado entre ellos.– Cuéntame sobre tu bicicleta accidentada.

Jungkook mordió su lengua.

– Te advierto de antemano que me da un poco de vergüenza lo que te contaré.

– Tranquilo. Todos tenemos algo que nos avergüenza.– le tranquilizó Jimin. Jungkook suspiró para comenzar a contar su relato.

– Bueno. Resulta que a mi me gustan muchos los perros, pero al parecer yo no les gusto a ellos...

– ¿Te mordió uno?— Interrumpió Jimin, al ver el silencio que creo el más alto por unos segundos.

– No. Pero casi. Hay un perro gorila que merodea por el pueblo. Nadie sabe de quién es ni de donde vino, pero es sumamente bravo y me persigue cada vez que paso en bicicleta. Muchas personas además de mi, tienen una anécdota con ese perro.

– Talvez a él le gustas mucho, y por eso te quiere comer.– Dijo Jimin riendo para alivianar el ambiente. Lográndolo de inmediato, porque Jungkook al escucharlo, también río.

– Talvez. La cosa, es que el otro día me salió persiguiendo más que otras veces. Estaba decidido a morderme.– Jungkook tembló ligeramente al recordar el suceso. Ese perro daba mucho miedo, parecía poseído por el mismo diablo.– Corrió detrás de mi por todo el túnel del tiempo, ¿Sabes lo que es?

– ¿El camino de árboles? – Preguntó Jimin. Ya lo había escuchado. Jungkook asintió con la cabeza, indicándole que si.

– Bueno, la cosa es que iba a toda velocidad para arrancar de el y tome la bajada para el río Porrazo. El perro venía casi mordiéndome los talones. Lo extraño de todo, es que en ningún momento se cansó, yo pedaleé más rápido... y ahí fue cuando ocurrió el accidente.

– ¿Qué pasó?— Jimin parecía ligeramente curioso por el tema. Jungkook sonrió por ello, pero esta se borró al recordar el tema del cual hablaban.

– Justo cuando llegué al Pulpo me tiré de un salto a la primera rama y quedé colgado, pero la bicicleta siguió derecho y se estrelló, quedando incrustada en el árbol.

Jimin se veía realmente impactado con el relato, pero de un momento a otro, comenzó a reír, confundiendo al más alto.

– ¿De qué te ríes?

– Te imagine a ti colgando de un árbol como si estuvieras en el circo, con peluca y todo.– Dijo Jimin entre risas. Jungkook sonrió enternecido. Era loco, ya que acababa de conocerlo, pero podía decir que ya le gustaba el chico. Era perfecto y completamente su tipo, ya que Jungkook era abiertamente bisexual, pero admitía que le gustaban más los hombres que las mujeres. Le llamaban muchísimo más su atención.

Al llegar al lugar, vio como el señor del taller la había dejado como nueva. No sólo había reparado el daño provocado por el accidente, sino que también la pinto de nuevo. Algo que Jungkook no había pedido.

– Señor, yo no tengo el dinero por la pintura.

El hombre le sonrió y se apoyo sobre el mesón que había allí.

– No te preocupes, eso corre por cuenta de la casa. Es que te veías tan afligido cuando la trajiste, que te quise hacer el favor.

Ambos chicos salieron completamente felices por la gentileza del señor. Gritando lo agradecidos que estaban. El señor del taller se despidió, moviendo su brazo en el aire, viendo como ambos chicos se alejaban del taller arriba de la renovada bicicleta.

Luego del recorrido, que ambos conocían perfectamente, llegaron al río mirando como los grillos comenzaban a cantar por que la noche comenzaba a aparecer en el lugar.

Jungkook siguió avanzando hasta quedar de bajo del Pulpo, sentándose en el pasto. Jimin le copio la acción, sentándose al lado de él. Ambos mirando el cielo, que tenía miles de colores por el atardecer.

– Aún no me acostumbro a estar afuera, pero es hermoso.– Jungkook miro a Jimin. Este estaba muy pendiente mirando el cielo, y sus ojos brillaban de cierta manera. Sus ojos rojos combinaban con el cielo en esos momentos y Jungkook llegó a pensar que Jimin realmente era una preciosidad. Otra vez.

– Cuéntame, ¿Por qué no salías de casa?– Jimin dejo de mirar el cielo y en un tiempo récord ya estaba mirando a Jungkook. Este se asustó con la velocidad en que Jimin lo miro, pero lo que llamo su atención, fueron los pequeños colmillos que se le asomaron cuando el pelirrojo se mordió el labio inferior.

– No se si pueda decírtelo... Pero... Soy muy diferente a ti, Jungkook.

El mencionado miro cada detalle de la cara de Jimin. No sabía cuántas veces lo había echo desde que lo conoció, pero era algo que no podía dejar de hacer.

– ¿Hablas del color de tus ojos? Es algo bastante inusual, pero son hermosos.– Jimin se sonrojo por el comentario, y Jungkook sonrió orgulloso.

– Mi color de ojos es por lo que soy.– Jimin se levanto del césped y miro a todas partes, pensando si le podía decir o no al contrario su condición.

"No" se dijo a sí mismo. "Solo lo conocí ayer, y no porque nos llevemos bien, tiene mi confianza... Aún"

– Pero lo siento, Jungkook. Aún no te lo puedo decir.

– Entonces... Estás diciendo que... ¿Más adelante si será posible?— Jungkook estaba intrigado por todo lo que estaba pasando. Jimin seguía siendo un misterio para el, y al parecer sería así por un tiempo.

– Talvez... Pero no quiero que te asustes en cuanto te enteres.– Jimin se acerco al árbol, tocando sus ramas, como si tratara de grabarlas en su mente. Jungkook miraba atento todo lo que el pelirrojo hacia.– Ahora cambiemos de tema...

Jimin realmente creía que Jungkook se iba a enojar o algo, pero le sorprendió bastante, que al mirarlo, este le sonriera y dijera:

– Claro.– Se acomodó en el suelo, ahora quedando acostado en el, mirando directamente al cielo. Tal y como se habían conocido.– Esperemos a que oscurezca y veamos las estrellas juntos, mientras hablamos. ¿Te parece?

Jimin, quien estaba estático mirándolo desde el Pulpo. Sonrió, Jungkook era una persona muy diferente a las demás. Por eso, sin dudarlo se acercó a el, y se acostó al lado suyo.

– Me encanta esa idea.

Ambos quedaron mirando las estrellas hasta tarde, hablando de trivialidades y conociéndose mejor. Quedando en juntarse al día siguiente.

Sin saber, que estaban creando un fuerte y bello lazo, que los juntaría para siempre.













El próximo capítulo, por fin mostraré sobre la vida de Jimin, sus pensamientos y demás. Ya que el inicio estaba centrado en Jungkook.

Espero que les haya gustado. Tomen mucha agua y cuídense. Los quiero mucho❤

Mystery ✦ KookMin 국민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora