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—Te ves más feliz últimamente, hyung —señala Jimin, un día cuando Yoongi está en su casa para cenar. Seokjin también está allí, jugueteando en la cocina, y Namjoon está a un lado enviando mensajes de texto a alguien. Jimin no tiene nada más que hacer excepto molestar a Yoongi—. ¿Es Wonsoo?

La segunda cita a ciegas de Yoongi.

—Es un buen amigo —dice Yoongi—. Todavía no ha superado a ese tipo de su trabajo. El hetero.

Jimin suspira. Parece decepcionado.

—Debí haberlo sabido. Lo siento, hyung, realmente pensé que saldría bien.

Yoongi sonríe. Es un poco incómodo para su rostro, porque siente que no ha sonreído tanto en mucho tiempo. Recientemente, sus músculos faciales han estado ejercitándose. Pone una mano sobre la cabeza de Jimin y su voz es suave cuando dice: —No te preocupes por eso, ¿de acuerdo? Estoy bien, ahora mismo. Estoy bien.

Y lo dice en serio.

Jimin parpadea y asiente. Se toca la cabeza donde Yoongi la acarició, mirando al hombre mientras camina hacia la cocina para tomar un vaso de agua.

Si Wonsoo no es lo que hace feliz a Yoongi, ¿qué es? Se pregunta a sí mismo. Luego decide que lo sabrá con el tiempo.

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—Esta es una mezcla de té verde —le dice Jungkook mientras vierte el té en la taza de Yoongi. Las mangas de su suéter son demasiado grande y caen sobre sus dedos. Antes de que Yoongi haga algo estúpido, como subirlas sobre sus brazos él mismo, Jungkook deja la tetera—. También ayuda con la ansiedad y el estrés.

—Me gustó el té de lavanda —admite Yoongi—. Nunca me ha gustado demasiado el té verde, a menos que sea de mochi. Aparte de eso, probé un té verde con leche porque Jimin me lo compró y sabía horrible.

Eso hace reir a Jungkook. —Prueba este, te puede gustar. También le puse un poco de miel.

La flor del día de Jungkook es un lote de rosas rojas recién cortadas y podadas. Han sido populares últimamente, especialmente porque se acerca el día blanco. Yoongi no puede quitarse de la cabeza la imagen de las rosas anidadas en el cabello de Jungkook, a pesar de que nunca vuelve a ver a Jungkook usar una corona de flores. Todavía los hace; más de una vez, Yoongi lo ha visto entrelazar franjas de narcisos y campanillas azules con hojas y ramitas retorcidas hasta que se convirtieron en algo etéreo.

Ha decidido poner velas de té en tarros de albañil y colocarlos alrededor del lugar. "Para la buena suerte" había dicho, atando un talismán del templo más cercano a ellos. Yoongi ha venido tan a menudo que ahora tiene su propia silla delegada y taza de té. Jungkook sabe cómo le gusta su té y su flor favorita (hibisco, la primera flor de la que le habló Jungkook, porque le recuerda la firmeza y confiabilidad de Jungkook: la eternidad. Nunca le dice esto a Jungkook, por supuesto) y Yoongi sabe que Jungkook vive arriba y pasa sus días cuidando su tienda, cantando, bailando, comiendo y durmiendo. Hay un comedero para pájaros en su ventana y él encuentra pájaros, a veces. Yoongi aún no los ha visto, pero los escucha cantar todo el tiempo.

—Tengo un gran proyecto hoy y la próxima semana —le informa Jungkook mientras marca algo en su lista—. Dentro de dos meses habrá una boda, y el novio compró sus flores aquí la primera vez que se reunió con su futura esposa. Así que van a obtendrán las flores de su boda de aquí.

Yoongi bebe de su taza. —¿Recuerdas su orden?

—Mhm —Jungkook toca con un ágil dedo un pétalo de rosa—. Rosas blancas, con un tinte rosa al final. fue una cita de matrimonio, pero creo que nunca lo había visto tan nervioso; me dijo que todas sus citas anteriores salieron mal hasta que vino aquí y compró un ramo para su cita. Accidentalmente derramó café sobre sí mismo y la chica terminó con pastel en su cabello. Ambos se enamoraron por su torpeza compartida —él da una sonrisa afectuosa—. Es una de mis historias favoritas. Sucedió hace dos años, y volvió al día siguiente para darme las gracias. Como si hubiera hecho algo.

el jardín del edén /// myg × jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora