𝑴𝒂𝒇𝒊𝒂 𝑴𝒊𝒏 | Yoonseok Omegaverse

𝟎𝟗

Después de varias rondas de sexo, la pareja quedó exhausta, ambos se acostaron en el suelo mirando al techo, sí. Sus rondas fueron tan fuertes que hasta lo hicieron en el suelo.

Hoseok se recuperó antes y miró al alfa. —Me tienes que marcar.— Habló seriamente.

—¿Qué?.—Preguntó confundido.

—Eso, si me amas me marcarás.— Dijo más claramente.

—Ah, ¿Pero tu estás seguro?.

—Sí.— Asintió.

Yoon-Gi simplemente rió, era la primera vez que alguien se quería atar a el, la mayoría preferiría que los una un matrimonio pero no una marca. Era más fácil disolver un matrimonio que una marca.

Pues si esta se rompía si el Omega no es fuerte o no recibe el costoso tratamiento de recuperación podría morir.

—Realmente me sorprendes cada día más, tesoro.

—Sí y una vez que me marques dejaré mí trabajo.— Se sentó en el suelo para luego mirar a su novio nuevamente.

—¿Qué?.— Yoon-Gi estaba incrédulo. —No es... No es necesario.

—Pero yo quiero, no quiero que después mandes a uno de tus hombres a cuidarme todo el tiempo por miedo de que tus enemigos me secuestren, no quiero eso para mí vida.— Sinceró.

—Pero sí quieres quedarte como amo de casa, ¿Verdad?.

—Me gusta lo fácil... Bueno ni tan fácil debes de lidiar con los clientes de tu esposo sin contar de que en cualquier momento se arma un tiroteo por toda la sala.— Sonrío.

—Tienes razón, pero tu eres una cajita de Pandora así que me vas a sorprender en esos casos.— Acarició su espalda.

Hoseok simplemente asintió y se inclinó para poder dejar un beso en los labios del alfa.

(…)

Al día siguiente el Omega estaba tomando una ducha mientras el alfa hablaba por teléfono con su hijo, este le comentaba que por ahora están tranquilos y que Jungkook ya podía dominar un poco a su pantera.

Yoon-Gi como abuelo estaba orgulloso de su nieto, tan pequeño e inteligente, y como padre estaba orgulloso de lo capaz que era su hijo para criar bien a Jungkook.

A pesar de todo ninguno de los dos eran malos padres, sí quizá Jimin se crió en un ambiente un tanto no apto para un pequeño, pero amor jamás le faltó, ni por parte de sus abuelos ni por parte de su padre, no podía pedir más.

—Sí, está bien, cuídate Jimin, y no pierdas tus prácticas de boxeo.— Recordó.

Hoseok quién salía del baño simplemente sonrío ante eso, le gustaba cuando su pareja se ponía en plan de papá protector y le aconsejaba a su hijo en todo.

—Que hombre.— Apareció por detrás del alfa y pasó sus manos por sus hombros. —¿Ya te dije que me gusta cuando eres así?, Hasta más atractivo te ves.

—Y eso porque no me viste enojado, lindura, si me ves seguro y te mojas.

—Tengo casi toda mí vida para verte así.— Sonrío con picardía.

—Cambiate, ya tengo de llevarte a tu casa.— Suspiró dándose la vuelta para verlo a los ojos.

—No... Yo no quiero, yo ya no quiero vivir lejos de ti.— Hizo pucherito.

—¿Y entonces?.— Dijo confundido.

—Me quedaré contigo y mañana mudaremos mis cosas y después que me marques yo voy a renunciar a mí trabajo.— Respondió simplemente.

Sí, ahora Hoseok estaba imparable con el tema de la marca, cada que podía lo nombraba, eso estaba asustando un poquito a la gran pantera que vivía en el interior.

Obviamente no negaba que quería marcar al omega, pero al ser este tan insistente lo le daba temor hacerlo.

—Ho... Para por favor, mí alfa... Mí alfa se siente incómodo cuando eres muy insistente con eso.— Pidió el alfa.

Hoseok agrandó sus ojos y llevó sus manos a su boca para cubrirla. —Alfa, alfa lo siento, es que me emociona eso, perdón, quizá para ti es difícil porque nunca antes marcaste a un Omega y yo...— Soltó un jadeo lastimero y fue abrazado por su alfa.

—No te preocupes, entiendo tu emoción. Y en algún momento te voy a marcar quizá no sea mañana pero si lo haré, te lo prometo.— Dejó un beso en la mejilla derecha del omega calmandolo un poco.

La pareja estuvo así un momento hasta que Yoon-Gi se separó alegando que ya debía darse una ducha, al entrar al baño el alfa soltó un suspiro pesado y se miró al espejo.

—Si sabes que ella murió por no tener marca, ¿No es así?.— Sí hablaba con su alfa pero aún mirándose en el espejo, era como que si a través de el podía ver a su pantera. —No cometamos el mismo error, el está dispuesto a vivir con nosotros a pesar de la vida que tenemos y eso que es mucho más jóven.

Negó y empezó a desvestirse para luego meterse bajo la ducha, una vez allí dejó que el agua se llevara todas sus impurezas, que lo limpie del pesado día que tuvo, demás de todas esas rondas de sexo también estuvo atendiendo llamadas del bar y de sus hombres los cuales le dijeron que tenían más mercancía.

Tenía que preparar más tragos de esos que muchos pedían.

Cerró la llave del agua y luego de salir de la ducha se secó con una toalla y se colocó sus bóxers y luego una bata de seda color negro encima.

Al salir para la habitación no vió al omega por lo que fue a buscarlo en la cocina y una vez allí lo vió moviéndose en ella mientras cocinaba algo que olía exquisito.

—Uh si va a ser así todos los días me podría acostumbrar.— Respondió recostandose en el marco de la puerta que daba entrada a la cocina.

—Y yo podría acostumbrarme a despertarme con tu bello rostro a centímetros del mío.— Dijo sin mirarlo.

—Ay eres muy cursi, no que asco.— Hizo una mueca y fue a descorchar un buen vino.

—No tiene ninguna sustancia rara, ¿Verdad?.— Preguntó con miedo.

—Jamás te daría droga, a menos que tu quieras probar.

Hoseok se sintió más aliviado de eso, jamás había probado ninguna sustancia rara, pero quizá... En un futuro... ¿Por qué no?.

(…)

—𝐿𝑖𝑡𝑡𝑙𝑒𝐴𝑔𝑢𝑠𝑡𝐷

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