❀ 𝑇𝑒 𝑇𝑟𝑎𝑗𝑒 𝐹𝑙𝑜𝑟𝑒𝑠 ❀ - LIT killah y Emilia Mernes (omegaverse)

10. mio

[6/6/2022]

Emilia:

Me desperté debido al fuerte olor que había en la pieza por Mauro, le había vuelvo el celo. Se movía desesperadamente encima del regazo de Tiago a ver si se despertaba. En un momento conectamos miradas y a pesar de que estuviera despierta no tenia interés sexual en mi. Ya enojado y con un puchero me volvió a mirar.

Mauro: Emi ¿m-me t-traes u-un s-supresor? Porfiii

Emilia: voy ¿donde los dejaste?

Mauro: baño

Emilia: ok, voy

Ya Mauro se había rendido con tratar de despertar a su hermano. Fui a por el supresor. Cuando ya lo tenia y Mauro me vio pasar se sentó en la cama mirándome impaciente e incomodo. Abrí la cajita, saque la jeringa y destapé un pequeño bote donde iba el supresor. La rellené y me acerqué a Mauro, el solo me miraba esperando el pinchazo. Llevé lentamente la jeringa a su brazo soltó un leve quejido. Lentamente fui presionando la parte de arriba para que salga el liquido. Ya cuando llevaba un poco mas de la mitad viendo Mauro se calmó del todo.

Mauro: creo que es suficiente

Emilia: si tu lo dices -retira con cuidado la jeringa para tirarla a la basura-

Mauro: eres una buena doctora -sonríe- gracias por cuidarme tan bien

Emilia: espera, falta una curita -saca de un bolso unas curitas de Hello Kitty-

Mauro: no me pongas esas >:(

Emilia: voy a ver si tengo otras -encuentra unas curitas con resistencia al agua- ¿estas?

Mauro: ¿son difíciles de quitar?

Emilia: un poco -encuentra unas normales- estas y ya no te quejes

Mauro: el color es feo pero bueno -le ponen la curita-

Emilia: ¿desayunamos algo?

Mauro: esta bien -sonríe-

Y de nuevo estaban los chicos desayunando en nuestra casa, es Joaquin quien los invita. Asustado Mauro se subió de nuevo a la parte de arriba de la casa y escuché pegar un portazo. Primeramente le hice una chocolatada de comer y busqué unos bollos. Para mi preparé un café con tostadas con manteca. Los puse en una bandeja y subí arriba. Por suerte la puerta de la pieza no estaba trabada. Llegué y dejé la bandeja sobre un escritorio. Lo busqué con la vista por la habitación y no lo vi. Se me ocurrió de ultima opción mirar debajo del escritorio donde dejé el desayuno.

Ahí estaba el llorando. Me puse a su nivel  y le extendí una mano para darle un poquito mas de confianza terminando por salir de ahí abajo por voluntad propia. Al ver la comida sonrió y se comió mis tostadas junto a su chocolatada. No es que me gusten mucho los bollos que come el. Los dejé ahí para cuando se despierte Tiago y mas que desayuné un café por ahora, nada mal la cosa.

Mauro: oye Emi, no quiero comer en la cocina si están los chicos, me trae malos recuerdos -se deprime-

Emilia: tranquilo, no me importa esperar mas rato para comer o subirte los platos

Mauro: muchas gracias Emi, perdón por tus tostadas, si quieres te hago mas o otra cosa de comer

Emilia: tranquilo, estoy bien -sonríe-

Mauro: bueno, me toca ir a cuidar las flores ¿me acompañas?

Emilia: obvio, mi amor, deja que me cambie de ropa