XXVI: libertad

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25 de mayo; último examen

El rizado sale del aula con la mirada perdida en la nada, con unas notorias ojeras y ojos cansados.

El castaño al verlo salir salta encima de él, abrazándolo por el cuello —¿Como te fue el último examen amor?

—Pfff no lo sé, estoy desgastado, quiero dormir como cien horas— susurra el rizado en el cuello del castaño, acariciando con una mano su cintura.

—¿Vamos a casa entonces?

—Por favor, lo necesito.

En el trayecto a la casa del rizado, este va durmiendo en el hombro del ojiazul, el cual escucha música con unos auriculares mientras observa al rizado respirar pacíficamente, descansando con los labios entreabiertos

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En el trayecto a la casa del rizado, este va durmiendo en el hombro del ojiazul, el cual escucha música con unos auriculares mientras observa al rizado respirar pacíficamente, descansando con los labios entreabiertos.

Una vez llegan, Louis despierta al ojiverde, y lo ayuda a llegar a casa, tomándolo por la cintura.

Una vez allí, el castaño saluda a toda la familia de Harry, entrando a su cuarto y acostándolo en la cama, quitando con cuidado sus zapatos, sus vaqueros y su camisa, dejándole más comodidad para dormir.

Después de repetir el proceso consigo mismo, se acuesta al lado de su rizado, abrazándolo, mientras aspira el olor de sus rizos, pudiendo notar que hoy había usado un champú de vainilla.
Encantado por la imagen, el castaño deja un beso sonoro en la coronilla del rizado, peinando sus rizos hasta que por fin se duerme.

26 de mayo; entrega de notas

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26 de mayo; entrega de notas

El rizado se encuentra moviendo rápidamente su pierna de arriba a abajo y rascando la piel de su brazo hasta dejarla roja, nervioso por que faltan menos de dos horas para ver las notas, y es que, aunque sabe que seguramente estas serán buenas, esto le estresa mucho.

El ojiazul sale del baño de la habitación del rizado, encontrándolo en ese estado, así que, se acerca a el y se sienta en su regazo, acunando su cara con las manos. El rizado agradece este gesto, ya que inconscientemente, sus manos pasan a la cadera del castaño, sonriendo levemente.

—Seguro que tienes buenas notas amor— anima el castaño.

—Eso espero— contesta el rizado, haciendo una mueca triste, esto hace que el castaño se acerque más al cuerpo del rizado, pasando las piernas por los lados de su cadera y enredando las manos en sus rizos, mientras lo besa lentamente para tranquilizarlo.

Eyes [senses #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora