Capítulo 9: Miedo sin razón.

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Bajamos del avión, como me lo esperaba hay demasiadas personas en el aeropuerto, paparazzis, fans, sasaengs, muchas cosas, invaden mi espacio personal pero no es como si pudiera quejarme de eso, después de todo sólo están aquí para vernos.
Nos hacen parar en el estacionamiento para tomarnos fotos, el flash de las cámaras me aturde un poco, me marea y me hace sentir náuseas, me aferro al brazo de Nayeon para no desmayarme de nuevo pero nos separan para tener fotos individuales de cuerpo completo así que a ctuo como si nada malo pasara, tratando de no dar una mala imagen después de todo ya estoy bien ¿No?. Nos suben a una camioneta negra, es difícil poder avanzar con toda la gente que hay aquí, aunque esto ya ha sucedido antes por alguna razón esto me parece muy extraño.

Después de un largo tiempo, pudimos movernos y ahora nos espera un corto viaje camino al hotel, me recuesto en la ventana cerrando los ojos, aún me sigo sintiendo algo mareada con ganas de vomitar «Lo bueno que no hay nada en mi estómago», estando en el hospital deje de comer lo poco que comía, me pregunto cómo es qué tengo la suficiente fuerza para poder tan siquiera caminar, Nayeon y Chaeyoung empiezan a tocarme los brazos.




—¡Oigan, duele!—. Me sobo pero al hacerlo subo sin intención mis mangas del suéter.

—Sólo queríamos avisarte que ya llegamos—. Me toma bruscamente del brazo. —¿¡Tzuyu qué es esto!?—. Ambas ven mi sarpullido.

—Efectos secundarios—. Me tapo rápidamente.

—Bueno, bájate y nos cuentas bien lo que tienes en el lobby—. Dice Nayeon.

—En realidad..—. Habla el chófer que en muy raras ocasiones habla. —Me pidieron llevar a Tzuyu a un salón de prácticas—.

—¡Pero todavía no está recuperada, vea que tan demacrada se ve!... Sin ofender Tzuyu pero es la verdad—. Chaeyoung soba mi cabeza.

—Lo siento pero son órdenes del jefe—. El chófer termina la conversación.





Ambas se miran de reojo, bajan de la camioneta y tratan de bajarme pero el chófer acelera el paso antes de que las tres nos diéramos cuenta, siento que voy a desmayarme otra vez, siento un hormigueo por mi cuerpo «El mismo hormigueo molesto de la vez pasada», mis manos tiemblan sin razón alguna, inhalo y exhalo delicadamente para poder borrar las emociones negativas «No otra vez, por favor».

Para mí fortuna el salón no está tan lejos del hotel, me bajo de la camioneta camino un poco pero mis piernas tiemblan, me apoyo en la pared y camino hacía adentro del lugar, me siento en una de las sillas del pasillo esperando a que está mala sensación se vaya sola, respiro hondo por unos segundos y exhalo, poco a poco me vuelvo a sentir bien, sólo tenía que tranquilizarme «Era tan simple».





—Hola Tzuyu—. Me tocan la espalda.

Volteo a ver, es Lia «¿Qué hace aquí, no estaba en Corea?» —¿Lia, qué está haciendo aquí?—.

—Me ofrecí a ayudarte, no iba a desaprovechar la idea de tener un viaje con todo pagado hasta acá—.

«Con qué era eso» —Eso.. una pregunta, ¿Trajo los sacos de arena?—.

—Acabas de salir del hospital, seré muy estricta pero jamás una desgraciada—. Ambas reímos. —Y por eso no practicaremos hoy, en realidad te llevaré a comer, ya llevas varios días sin tener algo bueno en el estómago—.

—Pero.. ¿Cree qué el chófer nos quiera llevar a un lugar?—.

—No, tiene la orden de que tú no salgas de aquí hasta que mínimo yo le diga que lo hiciste bien pero sí no te diste cuenta, al lado hay un pequeño restaurante, si nos escabullimos nadie nos vería—.

Monotonía | Satzu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora