𝓛IKE 𝓐 𝓥IRGIN ▶︎ CHRISTIAN BALE

━━━━━ 𝓟𝖱𝖮𝖫𝖮𝖦𝖴𝖤 🎞

⍣✧. *☭︎  i was beat, incomplete, i'd been had, i was sad and blue, but you made me feel
yeah, you made me feel, shiny and new ↜𓏲༞ ❝ ♡ 🎬

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El primer día en el set Sophie se había sentido intimidada al ver entrar por la puerta a Christian Bale, uno de los mejores actores de su generación y personalmente uno de sus favoritos. A pesar de llevar ya un tiempo en el mundo de Hollywood, nunca antes lo había conocido. Y le aterraba la idea de quedar en vergüenza frente a él o no ser lo suficientemente buena para estar ahí; sin embargo, cuando el director David O. Russell los presentó en el set de su nueva película: Ámsterdam, todas sus preocupaciones se fueron desvaneciendo al escuchar su amistoso acento inglés y sonrisa encantadora. Su amistad había comenzado un par de días después, cuando al finalizar los días de rodaje él la invitó a cenar a un restaurante privado en W 3rd St: The Little Door, de cocina contemporánea europea.

Él era encantador, del tipo con el que nunca podrías aburrirte, con un repertorio de anécdotas con gente como Christopher Nolan o Steven Spielberg, dedicado en su trabajo y muy profesional, siempre dispuesto a ayudarla con sus líneas o lo que se presentara. Sophie lo admiraba y hablaba de él con sus amigos, quienes ya sospechaban de su creciente enamoramiento. Salían regularmente, antes y después de llegar al set, y también en sus días libres; se dedicaban a conocer lugares nuevos a las afueras de Los Ángeles y hacían actividades diferentes a las que acostumbraban, cómo ir en velero o pilotear un avión. Era atento y divertido. Todo lo que Sophie buscaba en un hombre. Pero había un problema, ella se estaba enamorando y él era casado. Y aunque Christian le había explicado el estado de la relación con la madre de sus hijos, ella no se sentía cómoda con la situación ni con las fotos de los paparazzis especulando sobre su cercanía con un actor casado.

Por ello, Christian debía actuar rápido, y su primer movimiento —para divorciarse no tan drásticamente de su esposa, había sido mudarse intermitentemente (alegando que era a causa de las grabaciones) a Los Ángeles, cerca de Sophie. Su hija, que estaba por cumplir los dieciocho, ya comenzaba a sospechar que algo andaba mal en la relación de sus padres, pero no pensaba que se tratara de algo serio, su matrimonio siempre había tenido altibajos. Pero Christian ya le había comentado de su romance con Sophie a su oficialmente futura ex esposa; Sibi no lo había tomado bien, pero tampoco había explotado de ira como él tanto temía, aunque definitivamente no sería tarea fácil llegar a un acuerdo con el divorcio. Nunca lo era.

El timbre sonó en la casa de Sophie en el exclusivo vecindario de Los Feliz. Se colocó una chaqueta azul sobre su top deportivo blanco y aunque ya sabía de quien se trataba, se cercioró revisando el video portero. Efectivamente, era Christian. Una animada sonrisa apareció en su rostro al verlo frente a su puerta. Recién llegaba de Chicago, donde su familia estaba viviendo actualmente; la actriz se había ofrecido a recogerlo en el aeropuerto, pero como Christian le había dicho, era preferible cuidar celosamente su privacidad, los medios tendían a entrometerse para mal. Él reconocido actor se había dejado crecer la poblada barba castaña y se le veía muy atractiva; una de las cosas favoritas de Sophie era cuando él la besaba y ésta le causaba un agradable cosquilleo.

Enseguida presionó un botón para abrir el portón y salió para recibirle. El radiante sol de Los Angeles iluminaba la figura de Christian, su desordenado cabello castaño y su cautivante mirada avellana que por momentos se tornaba aceitunada. Él caminó hacia ella con una sonrisa jovial. Cuando estuvo cerca Sophie lo atrajo en un ansiado abrazo, él llenándose de su dulce perfume; Christian pasó una mano por detrás de su cuello y con la otra tomó el cuello de su chaqueta juntando sus labios en un beso. Una semana había sido demasiado tiempo separados.

—Te extrañe— murmuró ella sobre sus labios.

—Oh, cariño, yo más— respondió enseguida con un marcado acento inglés, juntando aún más su cuerpo al suyo. Ella enredó los brazos en su cuello y dejó un juguetón beso húmedo en su mejilla, lo que hizo que Christian riera, disfrutando de su acción espontánea y traviesa.

—¿Como te fue? ¿Como están tus hijos?— Sophie se separó un poco, interesada en saber como le había ido.

—Bien, muy bien, aunque están algo desconcertados. Ya les dije de...— la rubia levantó las cejas en sorpresa. —No les he dicho específicamente de nosotros, pero ya le hice saber a Emme que las cosas entre su madre y yo no andan bien. Ya sabe que me mude porque necesito espacio.

—Bueno... eso es un avance— Sophie retrocedió frunciendo los labios. —Se honesto, ¿Me odiaran cuando se enteren de lo nuestro?

Christian negó y estrechó a Sophie en sus brazos.

—No, en lo absoluto, bueno, tal vez Emme, pero lo entenderá. El próximo mes vendrán a Los Ángeles, les contaré de nosotros y cenaremos todos juntos. ¿Si?— ella asintió sin estar completamente convencida, le aterraba la idea de conocer a sus hijos, especialmente a Emmeline, pues estaba pasando por una etapa difícil (terminando la adolescencia y entrando a la adultez), y tenía el presentimiento que no lo tomaría de la mejor manera. Y lo entendía.

Ella había sido incluso menor que el hijo de Christian (Joseph, de ocho años) cuando sus padres decidieron tomar caminos separados bajo buenos términos, en aquel momento ni siquiera entendió lo que eso significaba, unos días debía pasarlos con su madre y otros con su padre en Londres, así había sido desde que tuvo uso de razón. Luego llegaron sus medios hermanos, a los que amó desde siempre, la buena relación que tenían sus padres había influido en que lo hiciera, también quería a sus nuevas parejas, Tom y Julia, eran como sus segundos padres. Y eso es lo que ella quería lograr.

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