🥀 Capitulo 14.

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–¿Mile? - Naphat abrió los ojos pasmado, por impulso, le arrebató el celular y hablo. -¡Nong!

Exclamó llamando la atención de la pelinegra.

-Dime Min cariño.-respondió con dulzura.

-Ese Mile... ¿Es castaño? Piel pálida y ojos almendrados.-describió al alfa.

-Si es ese mismo, ¿Porqué? -cuestionó arqueando una ceja.

Los cabos sueltos comenzaban a cerrar, el omega se detuvo a pensar la situación, no era difícil recordar, pues Tong le repitió muchas veces la historia del gerente que Build le había contado.

-Es el hombre con el que mis padres me casaron, Mile es gerente de una pastelería. -habló al teléfono.

Las neuronas en el cerebro de Tong hicieron conexión, trayendo de regreso su peor pesadilla, que tal vez a esta altura estuviese hecha realidad.

-Cuelga el teléfono por favor.

Tong utilizo su voz de mando, razón por la que Naphat no tardó en despedirse de la mujer y cortar la llamada.

-¡Esto es increíble! —exclamó Tong con la histeria subiendo en aumento.

-Apo ya debe saberlo todo... -las palabras de Naphat no ayudaban pero si eran ciertas.

-No, no, no, conociendo a Apo se fue hasta tu casa... –hacia conjeturas entre gruñidos, -El maldito de tu esposo debió aprovechar para coquetearle, seguro esta jugando al héroe.

Tong deseaba no pensar en ello, la sola imagen de Apo siendo tocado por otro hombre le hacía querer abandonar todo y correr a buscarlo, nadie más podía tocar a su omega, eso no era parte del plan.

-Futuro ex esposo, recuerda eso.-bufó molesto, -No perdió el tiempo, que tal si con esto del celo se lo llevó a la cama.

Río incrédulo, esas suposiciones no le causaban ni una pizca de gracia al alfa, quien se jalaba los cabellos negros, histérico, impotente y a la vez culpable, por que eso no estaría pasando de no ser por su magnífico plan.

-T-Tengo que irme.

Balbuceo nervioso, el único pensamiento frecuenta era retomar su vida cuanto antes, hacerle caso a su amado omega, la idea de irse a otro país solos los dos ya no sonaba tan mal.

-No, Tong, no puedes irte. -El omega se interpuso, sentando al alfa sobre la cama, para luego sentarse en sus piernas. Le sostuvo el rostro entre las manos, aún con Tong negándose a mirarlo. -Hay que terminar con esto, sabíamos que tu lindo omega se enteraría, pero nuestro objetivo está cerca, no aguantamos tantos meses para nada.

-¿Y si lo pierdo? Todo esto sería en vano. -Intentó apartarlo, más Naphat se resistió.

-El invitro no funcionó, esto no puede fallar querido alfa, piénsalo, Apo te perdonará cuando sepa todo lo que hiciste por él. -dejó un suave beso en los labios.

-Ojalá pueda hacerlo, si me voy seria injusto contigo, te prometí ayudarte y eso haré, pequeño...

Tras esas palabras abrazo la cintura de su acompañante, debía admitir que ese chico era tierno, por supuesto no se comparaba a las miles de sensaciones que le transmitía su hermoso Apo, mientras besaba a otra persona, cerraba los ojos e imaginaba la piel canela del omega, sus ojos gatunos, oscuros y brillantes, sus labios de muñeca, cada aspecto en él era perfecto.

Tan perfecto que le era imposible imaginarlo en otra persona.

[...]

Apo abandonó el hospital acompañado por Mile, en verdad se sentía muy confundido después de ese tenso encuentro.

-Es gracioso ¿No crees? -Mile rompió el silencio.

El omega seguía metido en sus pensamientos, ahora preguntándose que seria tan divertido para el alfa.

-¿Qué cosa? No comprendo.

Lo miro esperando una respuesta, y quizás también una pequeña distracción.

-Esto... unió sus manos en un cálido agarre. -Llevamos tres días pegados el uno al otro.

Apo le sonrió, dándole la razón, actuaban como si no quisieran separarse por nada del mundo.

-Si seguimos así será una semana– una suave risa escapó de sus labios. —¿En verdad es posible sentirse conectado a alguien en tan poco tiempo? Parece salido de una historia cliché.

-Tal vez seamos algún tipo de cliché, quien sabe, de seguro así son los predestinados. -Mile volvía a ese tema, pensativo.

-Puede ser, y aún peor, estamos
condenamos a follar para comprobarlo.

El comentario del más bajo hizo reír a Phakphum, tanto que sus ojos se volvieron dos líneas, el moreno se unió a su risa, tentado, cayendo en la misma situación de no ver nada al reír. Apenas pudo calmar su ataque de risa, Mile lo acorraló en un rincón del estacionamiento.

-Creo que la pasaríamos muy bien si hacemos el intento. -murmuró, Apo frunció en seño de inmediato. -Dije que te respetaría y eso haré, quiero que confíes en mi.

Su mirada reflejaba la sinceridad de sus palabras.

-Se que podre confiar en ti más de lo que ya lo hago, solo necesito confiar en mis decisiones– confesó besando su mejilla.

-Así que confiar en ti... -acaricio su mejilla y su cabello lacio. —Empieza por el cabello, date confianza con el nuevo color que te harás.

Le guiño un ojo, alejándose de él.

-Cierto, nos vemos esta noche con nuestros nuevos estilos.

Sonrío mostrando sus encías, Mile sintió el corazón acelerado, queriendo salir de su caja torácica. Le parecía demasiado tierno, a tal extremo que se imaginaba a sí mismo como esos personajes de anime que sufren sangrado nasal por ver algo extremadamente tierno u hermoso, Apo era esas dos cosas y más, mucho mas.

Los jóvenes se despidieron con un movimiento de manos. Phakphum subió a su auto, no sin antes ver que Build llegara para abrir las puertas de su Mustang azul al moreno.

Una vez que se fue, Build miró a su amigo y le guiño un ojo.

-Haré que te veas más guapo de lo que eres, compraremos ropa nueva, maquillaje, arreglaremos tu cabello y serás un mejorado tú.

Señaló el más alto, confiado al cien por ciento en sus habilidades en el campo de la estética.

-Estoy ansioso, la última vez que hice algo para mi fue cuando inauguramos el restaurante. -recordó nostálgico.

-De ahora en adelante espero que hagas muchas cosas para ti. Mereces atención verdadera.

Despeino su cabello con la mano libre. Apo le sonrió, aquel pequeño rastro de felicidad se esfumó cuando volvió la vista al teléfono encendido y la pantalla le advirtió sobre veinte llamadas perdidas de Tong

Subió el volumen y descartó las notificaciones, faltaban tres para quitar la última cuando recibió una nueva llamada entrante de su alfa.

Algo andaba mal, muy mal.











Infidelidad🥀MileApoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora