Capítulo 4 - Debemos hablar

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Kawaki estaba mirando fijamente a Boruto, quien se acercaba muy molesto. Desde que llegó a vivir con los Uzumaki, la relación con su nuevo hermano no era la mejor y el estar cerca de Sarada, hacía que su molestia sea mayor. Desde que llegó al salón de clases el día de ayer, se pudo percatar de la molestia de Boruto. Pensó que era porque no solo lo tenía que ver en casa, sino también en clases; pero al ver su reacción al estar cerca de Sarada, se dio cuenta que solo eran celos. Será muy interesante... - pensó, mientras reía internamente.

La situación se estaba complicando. Sarada estaba entre Kawaki y Boruto. Ellos mirándose fijamente y ella viendo como los demás alumnos iban pasando por sus lados. Muchos curiosos se detuvieron a ver la potencial pelea o discusión que se podría dar.

-          Las clases van a iniciar– Los miró a ambos muy seria y continuo su camino. A Sarada nunca le gustó ser el centro de atención y no les iba a dar el gusto de serlo ahora. Por dentro, se estaba muriendo de vergüenza, pero no lo demostraría por fuera.

Llegó a su lugar y podía escuchar los murmullos de chicas que los habían visto. Esta situación se estaba complicando. ¿Qué más me podría pasar? – se lamentaba mientras sacaba los libros de la lección del día.

Luego de unos minutos, Boruto y Kawaki entraron al salón y fueron a sus respectivos asientos. A Kawaki le divertía la reacción de Boruto, no es que estuviera interesado en Sarada, pero fue la manera que encontró para poder relacionarse con su nuevo hermano.

Por su lado, Boruto no sabía qué pensar. En la mañana recordó que la noche anterior Kawaki le mostró un sobre de Sarada. Cuando quiso pedírselo para entregarle él mismo a Sarada, Kawaki ya se había ido. Cuando logró alcanzarlo, lo vio muy cerca de ella. El verla sonrojada junto a él, lo molestó mucho. Tenía muchas cosas que hablar con Sarada, lo del beso de ayer, ese sobre y las cercanía con Kawaki. - Buscaré la forma de hablar con ella – pensó, mientras se recostaba en la mesa y escondía su cabeza en sus brazos.

El día continuó, pero Boruto no pudo encontrar la oportunidad de hablar con ella. Cada vez que intentaba acercarse a Sarada, parecía que ella lo evitaba o buscaba alguna escusa para mantenerse ocupada.

***

-          Ya llegué – gritó Sarada desde la entrada de su casa, pero no oyó respuesta – Seguro mamá aun no regresa del hospital.

Era normal que casi siempre que llegara a casa no encontrara a nadie. Era una escena que veía desde pequeña, pero aun no se acostumbraba. Dejó sus cosas en la mesa del comedor, solo tomó el sobre que le había devuelto Kawaki y se sentó en uno de los sillones de la sala. Miró la carta de aceptación a la universidad durante mucho tiempo. ¿Por qué dudaba tanto en tomar esa decisión? ¿por qué le costaba tanto? Eran preguntas que se repetían en su mente. Dejó los documentos a un lado y solo dio un gran suspiro.

Abrió los ojos al escuchar el sonido del timbre. No sabía cuánto tiempo pasó, solo que ya estaba oscuro. Prendió las luces de la sala y se acercó a la puerta.

-          Boruto...  ¿qué haces aquí?  - Abrió la puerta y lo vio frente a su puerta. Se le notaba algo nervioso, pero tenía una mirada firme.

-          ¿Puedo pasar? Quería hablar contigo. – Preguntó dando un paso adelante.

Sarada aún se encontraba algo somnolienta y lo dejó pasar. No esperaba que Boruto diera el primer paso para hablar con ella, pensó que el evitarlo todo el día serviría para dilatar la conversación pendiente luego del beso de ayer. Boruto pasó a la sala y Sarada no estaba segura si era una buena idea acercarse o mantener su distancia.

-          ¿Deseas algo de tomar o comer? – Preguntó por cortesía, no estaba segura de qué otro tema de conversación usar.

-          Claro...  algún jugo o agua – pudo notar que él también estaba nervioso.

Asintió y fue directamente a la cocina a buscar las bebidas.

Boruto era un mar de nervios. Cuando vio las luces apagadas desde afuera, tocó el timbre y no escuchó respuesta, pensó que no había nadie. Volvió a intentar y estuvo a punto de irse, cuando la vio en la puerta. Se notaba que acabada de despertarse y lo dejó entrar. Cómo comenzaría a hablar, se preparó todo el día para hablar con ella. Quería decirle lo especial que fue el beso, que se sentía muy bien con ella, que si ella aceptaba comenzarían a salir.

-          ¿La tía Sakura está en casa? – quería comenzar la conversación.

-          Aun no llega, tiene el turno de la noche – respondió Sarada desde la cocina.

Tenía tantas cosas que decirle y agradecía que estuvieran solos. Aun cargaba su mochila, decidió dejarla a un lado y esperar a que Sarada regresara.

Vio el sillón del lado, y algo llamó su atención. Era el mismo sobre que Kawaki le mostró anoche. Tenía curiosidad y cuando estuvo a punto de abrirlo, se detuvo. No está bien ver las cosas de Sarada, pero tenía una corazonada. Tomó los documentos del interior y notó que eran varios. Era una carta de la universidad, formatos y folletos de la oficina de admisión.

-          Boruto, ¿qué haces? -  Escuché la voz alterada de Sarada.

-          ¿qué significa esto? ¿por qué no me dijiste que te aceptaron en la universidad de Kirigakure? – Boruto estaba alterado, no sabía que más decirle. Todo lo que pensaba decirle, declararse... todo se esfumó. Ella se iría y no se lo iba a decir.

-          Yo... yo quería decírtelo ... pensaba decírtelo hoy, pero ... por favor, déjame explicarte. Escúchame – Sarada lo tomó de las manos.

-          Está bien, te escucho.

Sarada se sentó a su lado, y comenzó a explicarle cómo se dio esa oportunidad. Uno de los profesores la había recomendado, ya que sus notas y perfil académico la beneficiaban mucho. Postuló a la universidad sin muchas expectativas, ya que sabía que existían muchos alumnos de otras escuelas con las mismas características o mejores. 

Boruto escuchaba atentamente lo que Sarada le decía, sin soltar su mano. Él sabía lo que significada esta oportunidad, era lo mejor que le pudo pasar para lograr su sueño. Pudo notar emoción en sus palabras al contarle cada detalle; se sentía feliz por ella, pero sentía una gran opresión en el pecho.

-          ...Pero aún no he respondido. Estaba pensando en la decisión que debo tomar – Ella bajó la vista. La veía ansiosa, nerviosa.

-          ¿Por qué dudas tanto? – preguntó. Ella lo miró a los ojos y supo lo que debía decirle. – Debes ir.

Sarada lo miró sorprendida.

-          Es una gran oportunidad, debes aprovecharla. – Boruto se sentía triste, pero no quería mostrarle eso. Puso una gran sonrisa. – Podemos seguir hablando por el celular, así no te libraras de mí. Además, cuando vengas a visitar a tus padres, podemos vernos. Salir a pasear... con los demás como amigos.

Esperaba que le pidiera que se quedara, era lo que quería escuchar, que lo de ayer fue especial, pero no pasó. Él la miraba como una amiga y la estaba apoyando como el gran amigo que era. Recibió un fuerte abrazo y solo se despidió.

-          ¿solo viniste para eso? – preguntó Sarada cuando lo vio cerca a la puerta.

-          Ehhh... no era nada importante, nos vemos mañana - Boruto le respondió de espaldas y salió de su casa.

Ella entendió lo que pasó. Lo de ayer fuer solo un error y ellos solo serían amigos. Se sentía triste por esto, pero había tomado una decisión. Aceptaría ir a la universidad, aunque eso significara no ver a Boruto por mucho tiempo. Tal vez era lo mejor.

// Casi un año desde la última actualización. Espero que les guste esta pequeña actualización.

El escribir me ayuda mucho a relajame y espero seguir con la historia prontito.

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⏰ Última actualización: May 30, 2022 ⏰

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