6✄Sobre el chico sin casa y el que perdió la suya.

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Me sorprendió mucho, dos sílabas,

darme cuenta que habíamos salido durante tres años. Dos sílabas.

Sin haber terminado ni una sola vez. Una sílaba.

Debí haber sabido, tres sílabas,

que cuando subes demasiado en una montaña rusa, dos sílabas,

las caídas son salvajes, tres sílabas,

y hacen que tu corazón se acelere tanto que por un segundo piensas que vas a morir. Dos sílabas.

Cuando llegas a Tierra firme, sientes como si hubieses muerto, dos sílabas,

y lo peor de todo es que no lo has hecho realmente. Cuatro sílabas.

Habíamos hecho el amor millones de veces. Dos sílabas.

Y el sabor de tus labios era tan familiar como las píldoras para controlar mi ansiedad. Tres sílabas.

Como si los hubiese estado probando durante toda mi vida. Dos sílabas.

Estar contigo se sentía tan real. Dos sílabas.

Tan real para ser hermoso. Tres sílabas.

O tan hermoso para ser real. Dos sílabas.

Pero cuando nuestras manos se tocaban, tres sílabas,

era como ver un nuevo color, dos sílabas,

o comprar tus cereales favoritos. Cuatro sílabas.

Era como sentirme vivo en Tierra firme después de esa caída mortal. Dos sílabas.

O era como volver a subir por la colina inclinada de aquella atracción, tres sílabas,

y sentir la adrenalina en la lengua. Dos sílabas.

Estar contigo me trajo de vuelta a la vida. Dos sílabas.

Lo malo fue que también me asesinó. Cuatro sílabas.

Ahora ya no puedo escupir la adrenalina, cinco sílabas,

ni si me tirara de un helicóptero. Cinco sílabas.

Porque hasta ahora no he encontrado nada que me haga sentir como tu lo haces. Dos sílabas.

Y me detesto por eso. Dos sílabas.

Porque dejé que me destrozaras. Cuatro sílabas.

Porque me enamoré de ti. Una sílaba.

Porque estoy llorando sobre estas cartas cuando se supone que no debo llorar sino sólo darte razones. Tres sílabas.

Esa noche te llevé a cenar a casa por primera vez. Una sílaba.

Mi padre prometió cocinar una pizza casera. Tres sílabas.

Y dijiste que estaba bien. Dos sílabas.

Entonces te pusiste un traje para impresionar a mi padre. Dos sílabas.

Porque le diríamos esta noche que teníamos tres años saliendo.

Y le confesaría que era gay. Tres sílabas.

Y que en ese tiempo te amaba. Tres sílabas.

Limpié toda la casa. Dos sílabas.

Y mi habitación por si acaso. Tres sílabas.

Porque habíamos dejado algo pendiente. Tres sílabas.

Donde tu me besabas mientras estudiaba para mi examen de la universidad. Cinco sílabas.

Y dijiste que sería mejor reprobar el examen. Tres sílabas.

Porque mi cuello sabía tan bien. Dos sílabas.

Y porque te gustaba el color de mi cabello. Tres sílabas.

Pero esa era mi carrera. Tres sílabas.

Y decidí bien con. Dos sílabas.

Porque aunque si de amor se viviera, tres sílabas,

yo estaría muriendo de hambre en las calles, dos sílabas,

desde que te fuiste. Tres sílabas.

Y son las seis de la mañana. Tres sílabas.

Y no debería estar recordando esto. Dos sílabas.

Pero la cena estuvo genial. Dos sílabas.

Porque hablamos de la pizza fabulosa. Cuatro sílabas.

Y de la limonada rosa que nos gustó a los tres. Una sílaba.

Entonces me tomaste de la mano por debajo de la mesa. Dos sílabas.

Y asentiste con tu rostro iluminado. Cinco sílabas.

Estabas listo. Dos sílabas.

Y yo igual. Dos sílabas.

Pero mi padre no. Una sílaba.

Le dijimos que estábamos saliendo desde hace tres años. Dos sílabas.

Todavía me pregunto, tres sílabas,

¿Cómo fuimos capaces? Tres sílabas.

De estar juntos tanto tiempo. Dos sílabas.

Y habérselo escondido a mi padre. Dos sílabas.

Le dijimos que estábamos enamorados. Cinco sílabas.

Y todavía me pregunto. Tres sílabas.

¿Cómo hicimos para mentir tanto? Dos sílabas.

Aun recuerdo el sonido de sus cubiertos cayendo en el plato. Dos sílabas.

Y cómo se sentía tu mano por debajo de la mesa. Dos sílabas.

Recuerdo el sonido del silencio. Tres sílabas.

Y las lágrimas que escondimos tú y yo. Una sílaba.

En mis pesadillas escucho a mi padre llorando desgarrado. Cuatro sílabas.

Porque hacía años que no lo veía llorar. Dos sílabas.

Recuerdo observarlo desahogarse a gruñidos durante diez minutos. Tres sílabas.

Y cuando logré susurrar que te fueras. Dos sílabas.

Y cuando te levantaste sin despedirte de mi. Una sílaba.

Ni llevar tu plato al lava vajillas. Tres sílabas.

Y cómo sonó la puerta a mis espaldas. Tres sílabas.

Y cómo mi padre siguió llorando aun cuando yo había subido a mi habitación. Cuatro sílabas.

Y todavía recuerdo después de tantos años cómo te dije que me llamaras llegando a casa. Dos sílabas.

Pero tú pareciste no tener casa aquella noche. Dos sílabas.

Mayonnaise✄mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora