Cuando las cosas van para mal,nada puede salvarte.
¿Porqué la vida es tan cruel? ¿Qué debía hacer?
Boscha pensó en esas preguntas muchas noches cuando abrazaba con fuerza su vientre,pero todas fueron respondidas cuando vió por primera vez el pequeño...
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¿Cómo hubiera sido si Amity y Luz nunca se hubieran separado?
Bueno... cómo los conejos.
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La habitación apenas si estaba iluminada por una lampara de mesa,Luz entro tras Amity en aquél lugar.
Cerro la puerta con cuidado,no querían que Azura se despertara y interrumpiera ese momento,Luz apenas iba a hablar cuando sus labios fueron tomados por sorpresa.
Chocando contra los suaves labios de su destinada,sintiendo su labio inferior ser mordido con un toque de desesperación.
Le permitió a la lengua de la omega explorar en su boca,era un beso intenso,cargado de deseo y eso lo demostraron más las juguetonas manos de Amity.
Las cuales se colaron por su playera,acariciando los marcados abdominales,con las yemas de sus dedos marcaba un camino invisible.
Hasta quedar a el borde de los pantalones ajustados por el cinturon,fue jalada por Amity quien la empujo a la cama.
Se mantuvo recargada con ayuda de sus codos apoyandose en estos,mientras su vista se deleitaba,su omega había comenzado a desvestirse frente a ella.
La omega primero se libero de su blusa,arrojandola a el suelo sin prestarle atención donde seria su destino,el sosten de encaje negro genero en Luz una punzada,una dolorosa en sus pantalones.
En cuanto el boton de sus pantalones mezclilla fue liberado los dejo caer, Amity siempre había sido algo torpe al desvestirse durante sus encuentros de preparatoria,pero en ese momento la alfa sólo quería mirar sin tocar.
Su vista recorrio de arriba a abajo,la piel porcelana, curiosamente las bragas eran similares a el sosten,Luz se mordio el labio inferior y alzó una ceja.
—¿Acaso te preparaste para ésto Blight?— La morena bromeo,causando un terrible sonrojo en el rostro de su pareja,si,era igual a los viejos tiempos.
Amity subio a la cama y se sento a horcajadas sobre la alfa,sus rodillas a la altura de la cintura de Luz.
Apenas el contacto se hizo presente logro sentir algo tan familiar y qué tenía tantos años sin el,el claro bulto en los pantalones de Luz.
Con una risita la omega movio sus caderas, generando fricción por el mero placer de provocar las muecas de placer en el rostro de la morena,que había comenzado a jadear.
