Amor Después De Años// Boschlow,Lumity

Capítulo 15-. Sin más mentiras p2

No quisiera verte así, aun que quieras disimularlo.

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La llave del agua caliente fue abierta, la tina comenzo a llenarse.

— ¿Esta temperatura está bien? — Willow miro hacía Tae, envuelto en una toalla blanca.

No dijo nada, simplemente asintió y entro en la tina, el agua realmente se sentía agradable.

— Mira ese cabello es identico al de Boscha — Willow despeino el cabello magenta, dando una sonrisa amable.

Tae se mantenía en silenció, observando a la mujer que ahora sabía era su otra madre. Habia deseado tanto encontrarla y en ese segundo no tenía idea de que decir.

— Seguro ya te bañas tu solito pero nunca pude ayudarte más pequeño así que sera ahora — La azabache agarro una botella sobre una repisa, la etiqueta marcaba "shampoo".

— Además te vas a resfriar por la lluvia — Dejo una cantidad de el líquido pegajoso en sus manos, para poder tallar el cabello aun húmedo de su hijo.

— ¿Mami y tú estarán juntas? — Tae miraba hacia el agua, con una expresión de tristeza.

— Bueno no es momento de pensar en eso primero quiero pasar mucho tiempo contigo, no puedo creer que sea madre.

Willow continuó su labor, lavando el cabello corto magenta, Tae no permitio qué tocara su cuerpo al bañarlo; alegando que el ya era un niño grande.

Lo llevo a la habitación para ayudarlo a vestirse cargando en sus brazos, una pijama de osos era la elegida.

— Ahora tienes que dormir ¿Si? Mañana vendre por ti para poder llevarte a clases lo prometo — Willow lo ayudo a arroparse, cuando se preparaba para levantarse Tae repentinamente se lanzo sobre ella abrazandola.

— No vuelvas a irte mami porfavor — La voz de el pequeño era quebradiza.

Willow trago el nudo en su garganta y correspondió el abrazo. — No voy a hacerlo cielo volveré mañana lo prometo.

Tae se negaba a soltarla, sus sollozos comenzaron a ser evidentes mientras se aferraba a la azabache.

La alfa era fuerte en muchas cosas, el abandono la había vuelto inmune pero, el escuchar ese llanto la lastimó.

(música opcional)

Comenzo a tararear, mesiendo a el pelimagenta entre sus brazos; algo en ella siempre había deseado tener un hijo.

El cargarlo durante las noches para que pudiera dormir.

— Hijo del corazón, deja ya de llorar — La letra de una canción qué sus padres solian cantarle al arroparla para dormir llego a su mente.