Habían pasado tres días desde que ambas jóvenes habían despertado, ahora gracias a Shippo sabían que ese lugar era el gran santuario, que los hombres que las atendían y habían salvado eran caballeros que servían a una diosa, hasta ese momento habían conocido a Hasgard de Tauro, Degel de Acuario, Manigoldo de Cáncer, Kardia de Escorpio, Dohko de Libra y Aspros de Géminis, todos y cada uno de los caballeros estaban muy curiosos por las jóvenes en especial por nuestra querida sacerdotisa pues su simple presencia era como un calmante para ellos, pero podían ver que ella no disfrutaba mucho de su presencia, habían oído gracias a Hasgard y Degel que ambas jóvenes no soportaban a los hombres y valla que se notaba al momento de estar junto a ellas, pero no podían dejarlas solas y menos cuando aún estaban recuperándose, ese día Sísifo y Regulus habían sido los elegidos para llevar la comida a ambas jóvenes aunque claro nuestro arquero quien no confiaban en ellas fue detenido por el patriarca.
Sage: Espero que no causes problemas Sísifo esas jovencitas no confían en los hombres y no quiero que por tus comentarios ellas decidan irse en el estado en el que se encuentran, aun no pueden irse.
El arquero no estaba muy feliz de las palabras de su superior pero debía obedecer aunque no fuera de su agrado.
Regulus: Vamos tío, son solo dos mujeres, Manigoldo dijo que ellas no hablan o al menos no a nosotros solo entre ellas y si necesitan ayuda nos lo dirán.
El joven león era todo lo contrario a su tío, pues el en verdad deseaba saber más de ambas chicas en especial porque el vio la gravedad de sus heridas cuando Dohko y Degel las llevaron al santuario, una vez frente a la puerta de la habitación tocaron dos veces y al escuchar un suave "pasen" ambos caballeros entraron, solo para escuchar una voz infantil quejándose.
Shippo: Como es posible ya a pasado mucho tiempo y esos cabeza dura no han venido a buscarlas, no me sorprende de Inuyasha porque es una bestia, pero Miroku no es como el si es un mujeriego pero el no las olvidaría.
Ambos caballeros notaron el cambio en los rostros de las jóvenes al escucha los nombres de boca del infante, al parecer algo había ocurrido con esas personas, pero no eran quien para preguntar lo que había ocurrido.
Aome: Tranquilo Shippo, Miroku no siempre puede controlar a Inuyasha, además es mejor así o nos haría caminar hasta la aldea de la abuela Kaede y no estamos en la mejor condición para hacerlo, ahora ve a comer no debes saltarte las comidas.
El pequeño no rechisto y salió de la habitación en ese momento Sango no lo soporto más y rompió en llanto, aun era doloroso pues como bien lo había dicho Shippo era algo que esperarían de Inuyasha, pero no de Miroku, por su parte ambos caballeros no sabían que hacer o como reaccionar al ver a la joven castaña llorar de esa manera, Sísifo miró discretamente a la de cabellos negros ella también estaba llorando y era notorio que ambas sufrían y no precisamente por el dolor de sus heridas.
Sango: Shippo tiene razón esto era algo que podríamos esperar de Inuyasha, pero Miroku como pudo hacernos esto.
Aome: Al final al parecer decidió seguir a Inuyasha, solo podemos recuperarnos cuanto antes, iremos donde Gynengi ya que no será seguro ir con la abuela Kaede, tal vez debamos pedirle ayuda al joven Koga, las cosas serán más complicadas y peligrosas ahora, eso sin contar con Naraku y sus creaciones, además de Sesshomaru, todo esta mal, realmente mal, como quisiera que solo fuera un mal sueño.
Las gruesas lágrimas que ambas jóvenes dejaban caer eran observadas por ambos caballeros, ahora sabían un poco más sobre ellas, por su parte Sysifo sintió algo extraño al ver a esa chica llorar, un inmenso enojo creció en su interior quería buscar al causante de su llanto y hacerlo pagar por ello, este al darse cuenta del rumbo de su pensamiento sacudió semejante idea y solo se acercó a la chica y le entrego su comida, sin decir palabra alguna pues era más que evidente que no deseaba hablar o al menos no con ellos.
En algún lugar del territorio del Oeste...
Un imponente Inuyokai hacia su típico recorrido por sus tierras, cuando estaba en los limites de su territorio un repentinamente un aroma conocido llegó a el, se trataba de su estúpido medio hermano, pero llamó su atención que este no estaba acompañado de la Miko, por lo regular siempre estaba junto a esa humana de ropas extrañas, decidió echar un vistazo solo por mera curiosidad, pero lo que vio y escucho le dio una interesante idea.
Inuyasha: Vamos Miroku apresúrate o no podremos alcanzar a Kikyo.
Miroku: Te recuerdo que yo doy un humano mi amigo, creo que debimos traer a Kirara con nosotros.
Inuyasha: Si claro, como si Kirara fuera a obedecernos después de oler la sangre de Sango en ti y la de Aome en mi, ella nos habría atacado ahora deja de quejarte y muévete.
Los fríos ojos dorados de Inu brillaron, al parecer su medio hermano había resultado ser peor que los humanos al haber traicionado a su propia manada, cada vez le demostraba ser más una deshonra para la dependencia de su padre, tal vez le daría una mano a la Miko siempre y cuando esta fuera inteligente y no pensara en perdonar a su medio hermano.
Nuevamente con nuestras chicas...
Una vez ellas terminaron de comer los caballeros las dejaron solas pero en cuanto ellos salieron Regulus casi voló hasta donde el resto de caballeros para contarles lo que habían escuchado y visto, varios de ellos sintieron cierta incomodidad al saber lo que el joven león les había contado.
Manigoldo: Vamos a ver si entiendo bien, al parecer ese tal Inuyasha viajaba con ellas y no era un tipo confiable, además de este Miroku quien se dejó engañar por Inuyasha y al parecer abandonaron a las florecitas o eso es lo que hemos entendido hasta ahora.
Hasgard: El pequeño me había dicho que ellos eran un grupo que peleaban contra un híbrido llamado Naraku, al parecer ese híbrido les hizo muchas cosas malas y deseaban vengarse y acabar con el para que no lastimara a nadie más, pero esos otros nombres no los recuerdo, tendré que hablar más con el pequeño.
Aspros: Que tan peligrosos serán esos tipos para que ellas tengan que ser tan precavidas?
Shion: Ellas dijeron que hablarían con el patriarca, tal vez debamos esperar a que hable con él, no debemos causar problemas.
Kardia: Lo dices porque no has tratado con ellas, es como si estuvieran siempre alerta, como si tuvieran miedo de que en algún momento las fuéramos a atacar.
Manigoldo: Jamás le haría daño a esas ragazzas pero no puedo hablar por Sísifo ya que no confía en ellas, el si las atacaría.
Asmita: Debió haber sido algo realmente doloroso para que actúen de esa manera, por el momento solo las observaremos, sabremos más cuando hablen con el patriarca.
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Después del dolor llega la calma
FanfictionA veces la peor de las traiciones puede darte la oportunidad de encontrar la luz más brillante de tu vida, eso fue lo que Aome y Sango aprendieron después de la traición de los hombres que amaban ambas conocieron a los hombres que llenarían de luz s...