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Colores Blancos Sin Vida
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Jack se inclinó, rozando los hombros de Eddie y escaneando su rostro para asegurarse de que Eddie estaba bien. "¿Estás bien?"
Eddie asintió rápidamente. "Estoy bien".
Jack le dio una media sonrisa, dándole palmaditas en el brazo mientras apartaba los ojos de su rostro. Miró alrededor de la alcantarilla, frunciendo el ceño cuando notó que faltaba una cara familiar. "Oye... ¿dónde diablos está Stan?"
"¿Dónde está tu mamá?"
"Cállate". Jack se burló, girando y empujando a Richie mientras llamaba a Stan, seguido de Eddie. "¡Stan!"
"¡Stan! ¿Stanley?". La voz de Eddie resonó, rebotando en las paredes de ladrillo de las alcantarillas.
Jack dobló una esquina, tropezando hacia atrás cuando vio una puerta de color rojo brillante al final del túnel. Eddie, al igual que el resto de las voces de sus amigos, se volvieron amortiguadas y distantes a medida que Jack se acercaba a la puerta.
Algo en la puerta hizo señas a Jack para que se acercara, casi como las Sirenas de las que había aprendido en la clase de historia durante el capítulo sobre mitología.
En contra de lo que su mente le decía que hiciera, el chico rubio levantó la mano, girando lentamente la manija y empujándola para abrirla.
"¿Qué carajo?" Jack murmuró, mirando alrededor de su habitación mientras la puerta se cerraba detrás de él. Dio un brinco, giró y frunció el ceño cuando vio que la puerta ya no era roja. Ahora era blanca, como la puerta de su dormitorio en casa.
"¿Cómo se siente-?" Una voz sonó en su cabeza. "¿Cómo se siente estar completamente fuera de la pared?"
Jack hizo una pausa, mirando la habitación a su alrededor con desconfianza. "Es real."
"¿Lo es?" Jack caminó hacia adelante, vislumbrándose a sí mismo en el espejo.
Jadeó, se congela en su lugar mientras se inclina para examinar su rostro en el espejo.Parecía muerto.
Su piel se había vuelto de un color gris espeluznante. Los gusanos se arrastraban debajo de su piel y sus ojos azules, una vez brillantes, se habían desvanecido en un blanco sin vida.
Jack se tambaleó hacia atrás, frotándose los ojos y parpadeando rápidamente. Cuando fijó los ojos en su reflejo una vez más, volvió a ser normal.
"Y-yo..." Jack tartamudeó, sus rodillas sintiéndose débiles mientras caía al suelo.
Su pecho subía y bajaba rápidamente mientras sus ojos se enfocaban en el ventilador de techo que giraba en un bucle sin fin.
