Prueba en el mictlán.

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-Continuamos.-

-Narra Narrador omnisciente-

-Un mes después-

-Laboratorio de Quetzalcoatl-

¡Esquiva con mayor velocidad, Issei!- Fue el grito que dio Quetzalcoatl mientras veía como Issei en su armadura del tigre esquivaba ágilmente los golpes de uno de los guerreros de obsidiana.

¡Recuerda mantener tu centro de gravedad bajo, Sairaorg!- Se podía ver como el demonio con una armadura dorada con la cabeza de león en su pecho, algo delgada y pegada en su cuerpo, con una cola retráctil con la punta parecida a la cabeza de una serpiente y dos grandes aguijones de plata debajo de los puños del chico. Se mantenía en un combate de derribos contra otro guerrero de obsidiana.

¡Más velocidad en tus golpes, Vali!- El demonio vestido con una armadura que parecía estar hecha con un plumaje blanco con las puntas de las alas color azul zafiro, así como un casco con un pico marrón en la parte superior de su cabeza y unas alas rectráctiles azules en la parte trasera. Intercambiaba golpes con un guerrero de obsidiana y se podía ver como cuando los puños chocaban, partes de obsidiana salían volando.

Al parecer este mes de entrenamiento no ha sido una pérdida de tiempo y creo que por lo menos ya no morirán tan fácilmente en la siguiente parte.- Quetzalcoatl chasqueó los dedos y sus guerreros de obsidiana detuvieron sus combates contra los tres jóvenes demonios, los cuales deshicieron sus armaduras, y se pusieron detrás de su creador.

¿Y en qué consiste esa segunda parte?- Quetzalcoatl dio una sonrisa burlona ante la pregunta de Sairaorg y en lugar de responderle, comenzó a caminar hacía el final de su laboratorio. Los tres demonios, decidieron seguirlo y una vez que llegaron al final, el dios colocó su mano en la pared y comenzó a liberar energía blanca, provocando que una puerta oculta en la pared se abriera, mostrando unas escaleras que descendían y no parecían tener fin.

Síganme.- Los tres chicos comenzaron a bajar junto con el dios y mientras más bajaban, el ambiente comenzaba a sentirse cada vez más pesado y frío.

Hemos llegado.- Fue lo que dijo el dios cuando enfrente de él apareció una puerta con un camino de flores de cempasúchil así como fotografías en las paredes que iban cambiando y varios pedazos de comida y frutas.

¿Qué es este lugar?- Fue la pregunta que hizo Issei mientras veía las fotografías y para su asombro, estas comenzaron a mostrar imágenes de sus parientes fallecidos.

La puerta al mictlán.- Detrás de los cuatro, Mictlantecuhtli hizo acto de presencia.

¿Está todo preparado?- Quetzalcoatl le preguntó al dios del mictlán, mientras que este abría la puerta y dejaba ver un paramo completamente desolado lleno de flamas verdes, rocas puntiagudas, flores marchitas y agua negra.

Todo siempre esta preparado, aunque será la segunda vez que un ser vivo hace todo este viaje.- Mictlantecuhtli dio un silbido y cientos de xoloitzcuintle negros de ojos rojos y grandes colmillos aparecieron y rodearon al grupo. Al sentir su sed de sangre, los tres demonios se prepararon para pelear.

Esta será la segunda parte de su entrenamiento chicos, deben completar el viaje hasta el noveno nivel del mictlán y ahí renacerán con nuevos poderes.- Quetzalcoatl sacó sus alas y alzó el vuelo, cosa que también hizo Mictlantecuhtli, solo que esté estaba montado en una nube de llamas negras.

Espere, ¿cómo que renaceremos?- Vali preguntó mientras daba un salto para esquivar el ataque de un xoloitzcuintle y se mantenía atento del resto.

Eso es lo que yo hice para obtener mi máximo poder. El viaje en el mictlán solo esta hecho para almas en pena, pues ellas no pueden morir y si un ser vivo lo sobrevive y llega a las aguas de apanohuacalhuia, es recompensado con un renacimiento espiritual que ayuda a alcanzar niveles de poder inimaginables.- Después de decir eso, Quetzalcoatl se fue volando junto con Mictlantecuhtli, dejando completamente solos a los tres demonios.

Tigre carmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora