Enemigas con derechos

Capitulo 10

Un mes más entre jadeos y gemidos, pero lleno de elogios por parte de Hope. Los tres meses pasaron como un chasquido de dedos y ambas se olvidaron de un tema importante, aunque no se preguntaron el qué ya que disfrutaban una de la otra. Cuando la castaña aparecía, Hope ya estaba encima suya y cuando Hope pasaba por al lado de Saltzman, le lanzaba una sonrisa maliciosa haciendo que la siguiera y acabaran follando en cualquier rincón de su habitación pero nunca afuera.

Así es cómo se encontraban ahora. Josie estampando a Hope contra la puerta, introduciendo su lengua ferozmente en la boca de la cobriza. La tri-hibrida intentaba ingresar la llave por hendidura, pero era inútil. Tenía los sentidos distorsionados y sus manos temblaban ansiosamente para que Saltzman no parase de besarla.

La verdad es que era una locura lo que estaban haciendo. La propia Hope era la anfitriona de la fiesta que había organizado en la cancha de la escuela. Quería que se centrarán más los estudiantes en su vida como estudiantes que en lo que está pasando, en otros términos una distracción.

Cuando Saltzman apareció por el lugar, saludó a Hope formalmente haciendo que ella contestara con una sonrisa sincera. La primera sonrisa real nada más verla. Anduvo con ella entre los invitados, toqueteando su brazo y haciéndoles ver que la hereje (por ende también ella) estaría allí esa noche por ellos si pasara cualquier cosa.

Pero entre tantos tocamientos, tantas miradas, bromas con doble sentido que solo entendían ellas... Empezaba a hacer calor y no era un verano caluroso, sino un invierno frío como el hielo. Es más, la mayoría de invitados (las brujas) estaban con abrigos o cualquier ropa acogedora. Y ahí estaba Hope con un vestido ceñido a su cuerpo de mangas cortas; ni tuvo que ponerse su bufanda conjuntada.

—Como no entremos ya... alguien podría interrumpirnos... y yo tendría que escapar como Flash... Y no podré tocarte, cariño —gruñó Josie entre besos desesperados, haciendo que finalmente Hope echase la cabeza hacia atrás, dándose rápidamente la vuelta para introducir la llave.

Abrió con éxito, aunque los besos de la castaña por su cuello la distraían y Josie giró su cuerpo al escuchar el clic para volver a besarla mientras abría. Anduvieron a ciegas adentrándose en la habitación después de cerrar la puerta, haciendo que la castaña emplease todos sus sentidos hasta llegar a la cama. Empujó a Hope suavemente y cayó encima de ella y ningún ser sobrenatural tendría el tiempo récord en desnudar a alguien como hizo Josie con la cobriza.

Estaba ansiosa por comerse ese cuerpo ardiente después de esta noche; Hope deslizaba sus manos sobre sus mallas, rozando sus muslos con sus dedos finos detrás de las mesas altas con la adrenalina de que podían ser pilladas después de todo era la anfitriona y en cuanto se dieran cuenta que no estaba la vendrían a buscar. A veces tocaba su zona sensible haciendo que la castaña tragara saliva. Hope se arrimaba a ella, bajando y enseñando provocativamente su escote cuando hablaba con las personas y haciendo que Josie la mirara con deseo mientras se mordía los labios. Así y muchas cosas más.

Encima de su cuerpo desnudo, devoró cada centímetro pálido con los dientes, pellizcando sus pezones con los colmillos y pasando la lengua de vez en cuando. Hope agarró su cabello castaño y arañó su espalda. Era una de las sensaciones que más le gustaba y no sabía ni por qué.

Las manos de Josie fueron directamente hacia su clítoris, sin poder evitar lo cachonda que se sentía y las ganas que tenía de satisfacer a Hope. Segundos después, introdujo un dedo para luego meter otro hasta llegar a un tercero. Comenzó a moverlos rápidamente, a un ritmo adecuado y sintiendo como Hope se mojaba más y más.

—Me encanta sentirte tan apretada entre mis dedos... —ronroneó Josie sacando un gemido satisfactorio a Hope.

—Y a mi me encanta cómo me follas, Saltzman... Eres tan perfecta... y sabes cómo provocarme y dónde tocarme... Tu Dios te ha dado un poder exquisito —susurró buscando sus labios y volvió a besarla con más ímpetu.