Desde pequeños, hacemos distintas elecciones. Aquella mañana, cuando la plastilina aún nos preparaba para agarrar un lápiz. Mi decisión fue elegir compartir mis momentos de juego contigo.
Una etapa donde el significado de eso era completamente desconocido. Desde ese momento. Supuse preferirte más que a las niñas. Luego al cambiar el color del uniforme y la sección. Tú no supiste más de mí. Aunque yo te seguía viendo.
Pero a final de cuentas, la luz amarilla del sol que irradiaba para los dos se partió y como reflejado en un prisma, como nuestros destinos, caminos diferentes eligió.
Y ya no te he vuelto a ver y tu apellido no recuerdo. Pero tu nombre, no lo olvido. Porque contigo esta historia comenzó.
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100 colores para él
PoésieLa vida no es una escala de grises. La vida puede mostrarte un color por vez. Pero sólo si estás preparada(o). Puedes ver todos los colores.