PRETTY PLEASE

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iii. Chloe

Robert Swazye Keene se apunta a Química101. Chloe no sabe si sorprenderse.

En el último año, el chico ha cambiado. No mucho, pero parece haberse rendido, lo que no es algo que Chloe esté dispuesta a aceptar. Se limita a garabatear notas pasivo-agresivas en los deberes y los exámenes, pero tras dos suspensos seguidos empieza a preguntarse si está haciendo lo suficiente.

La escuela está vacía y medio oscura para cuando ha terminado de horrorizarse con los resultados de los exámenes de sus alumnos de segundo año, y cuando un golpe en la puerta abierta del aula irrumpe en su concentración, lo agradece.

— Pase.

— Hola, señorita Sullivan.

Tarda un momento en levantar la vista, y otro momento en encontrarle sentido. Robby avanza, ofreciéndole una sonrisa tentativa. Lleva ropa que realmente le queda bien, de hecho sus pantalones podrían ser incluso demasiado ajustados. No lleva una camiseta obscena y demasiado grande, sino un simple cuello en V ajustado con demasiada V. Parece que se ha caído por el tejado de un Gap.

Chloe arruga la nariz, demasiado cansada para las formalidades. — ¿Qué llevas puesto?

La cara de Robby cae.

— No, lo siento, es que... no es tu estilo habitual. Quiero decir, se ve bien.

— Gracias — dice Robby. — Um, ¿estás ocupada? Puedo...

— No, no, ya he terminado. ¿Qué puedo hacer por ti?

Robby toma aire, inclinándose hacia adelante en su silla. — Mira, sé que mis notas no son... increíbles. Pero como, realmente, necesito pasar de año.

— Entonces te sugiero que estudies de verdad, en serio.

— Oh, vamos, señorita Sullivan.

— Robby, si tienes problemas eres más que bienvenido a quedarte después de clase. Podemos repasar el material, y...

— Yo sólo... Realmente no tengo tiempo para eso. Esperaba... que hubiera... algo más que pudiera hacer.

Chloe levanta una ceja. — ...¿Algo más?

— Sí. — Robby se encoge de hombros, con los ojos fijos en los de Chloe. — Como... algo... sólo entre nosotros.

De alguna manera, Chloe había pasado por alto la mano del chico sobre el escritorio, ahora a centímetros de la suya. Se siente como si lo estuviera viendo todo desde el otro lado de la habitación: La mirada de Robby clavada en ella, la lengua pasando brevemente por sus labios, los dedos cuidadosos deslizándose por la superficie, extendiéndose lentamente hasta rozar los de Chloe.

— Oh, Dios. — Los ojos azules de Chloe se cierran mientras se separa, enterrando su cara entre las manos. — Robby...

Puede sentir a Robby fundiéndose en su espacio, la cálida energía de otro cuerpo vibrando a su lado, el suave aliento en su oído. Sus dedos están entumecidos desde que se tocaron y Robby huele a hierba, menta y caos.

— Sé que se supone que no debemos hacer cosas como ésta, pero... — Su mano cae sobre la rodilla de Chloe, los dedos patinan hacia arriba. — Soy muy bueno en esto, lo juro.

Chloe salta, empujando su silla hacia atrás hasta que la mano de Robby cae a su lado. Un hombre no la ha tocado así desde hace mucho.

Pero Robby... Robby ni siquiera es un hombre, es un... Jesucristo, es un niño.

Y su estudiante, su cerebro suministra ayuda.

No va a enloquecer, no lo hará. No es la primera vez que alguien le hace ojitos por una nota; ni siquiera es el primer varón. No, esto está bien. Es una adulta. Diablos, es el único adulto aquí.

DESPUÉS DE SAM | ROBBY KEENE ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora