cenita

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Apunto de perder la consciencia Marcos llegó por detrás y le quitó de ella dejándola muy aturdida y solo pudiendo ver lo que pasaba. Se escucharon varios tiros al aire y la persona de negro se separó y se fue corriendo
Marcos fue hacia ella, cogiéndola de la cara y dándole algunas palmaditas y pudiendo relajarse cuando vio que estaba estable y no la había pasado nada

-ya estoy bien-dijo tosiendo y poniéndose en pie

-segura?

Ella se tambaleó pero pudo quedarse de pies y recuperarse.

Horas más tarde ya despedidos y en sus casas, Aitana se dispuso a escoger modelito, un vestido rojo pasión con botas negras, se puso gloss y algo de rimel y se mquillo lo justo dejándose el pelo totalmente liso. Sonrió en frente del espejo mientras se perfumaba y fue probando caras con las que saludarle, la verdad estaba muy nerviosa, hacia que no iba a una discoteca desde antes de sacarse las oposiciones y eso mínimo era un año

-pero haber, tu cuánto llevas sin darle al tema?-pregunto la rubia

-ay Ester

-no, somos amigas o no?

-que siii

-pues...

-mas de un año

-OSTIA PUTA!

-ester no chilles, que me dejas sorda-dijo riendo y tapándose los oídos

-pero eso es mucho nena

-no he tenido experiencias bonitas en mis relaciones y por un momento pasaba del sexo y del amor, pero Marcos nose, siento algo raro y quiero descubrir que es

-pues haces bien tía

-me alegro tanto la amistad que tenemos en tan poquito tiempo...

-y lo espontánea que eres, eso sí que me flipa

Las dos rieron y se quedaron mudas cuando sonó el timbre

La más alta de las dos fue corriendo a abrir y la otra persiguiendola para que no metiera la pata.

-hombre jefe, que tal

-ester, no estoy para bromas hoy

-estas muy guapo

-ester...

-eso no es una broma

-hola-dijo entrando la más guapa de ahí por del salón

-bueno, me quedo cuidándote la casa

-de acuerdo, y nada de dejarme sin vino eh

-bueno bueno

Un rato después y ya en el restaurante  los dos reían algo perjudicados por el alcohol

-y como llegastes a ser inspector y jefe de una comisaría?

-pues es una historia bastante larga y complicada

-no hace falta, perdona soy un poco-

-al revés, creo que nunca he tenido tantas ganas de contársela a alguien

-yo estaba en el ejército, en guerrillas con un compañero, Miguel se llamaba, después de que lo matarán y yo pudiera salir vivo después de una de las peores experiencias de mi vida decidí algo más tranquilito como esto

-lo siento, se ve que era importante para ti ese-

-miguel, Miguel Bernardeau

Ella asintio y posó su mano sobre la de este y salieron del restaurante sonriendo.

Llegaron a casa y poco tardaron en acabar desnudos entre las sábanas, dándose caricias por los hombros, besos cariñosos de amor mutuo hasta que el se quedó dormido. Sin embargo ella se levantó y encendió su cuarto cigarro del día mirando la noche estrellada, mirándolo a el con la luz de la luna

Tu no eras tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora