Tu no eras tu

visita inesperada

La catalana salió de la ducha con una toalla anudada a su cuerpo y otra toalla en su pelo para secarlo y no coger frío. Se puso rápido las chanclas y se acercó a la puerta que no paraba de sonar

-chicos, que hacéis aquí?

-bueno, siempre que viene alguien nuevo a la comisaría nos gusta darle una fiesta de bienvenida-dijo el chico sacando una botella de vino

-no hacía falta chicos de verdad-dijo la chica más baja con su caja de tabaco entre las manos

-no me jodas que fumas Aitana-dijo el chico

-se que es una fea costumbre pero...-dijo ya con un cigarro entre sus labios tomando una calada y soltando el humo

-dejar que me vista y ahora vuelvo

-vale-dijo Ester

Todos se sentaron y empezaron con sus historias, cómo funcionaba la comisaría, a quien acudir si se acababan los Donuts o los sitios donde fumar libre sin que nadie te diga nada, o como evitar a Marcos en sus días de cabreo. La chica estaba agusto y parecía que esos compañeros serían una bonita amistad, de hecho se rió, desde que vino aquí no estaba acostumbrada ni a sonreír pero porfin se rió aunque el vino también ayudaba

-bueno, creo que es hora de irse ya-dijo la rubia

-es verdad, que mañana entramos y Marcos no permite retrasos-dijo el más mayor de los tres

-me lo he pasado muy bien, gracias chicos de verdad

-no hay de que, y ya sabes, siempre que quieras fiesta aquí estamos

Los tres rieron y al final los dos visitantes se fueron y nuestra inspectora se apoyo en la ventana con sus antebrazos y un cigarro entre sus labios. Se iba dando caricias mientras pensaba en todo, en que sigue echando mucho de menos a sus padres, en que tiene dos compañeros que ya son amigos y un caso que no tiene previsto lo que pasará porque aún no tiene ninguna pista hasta mañana que se analice esa prueba.

Apaga el cigarro y se pone otro de sus camisones, otra cosa no pero camisones tiene para aburrir y este en concreto era uno negro transparente con tiras en los hombros que le llegaba hasta los muslos

Tras unas 6 horas y media de sueño reparador Aitana despertó para ir a prepararse y llegar rápido al trabajo. Y así lo hizo.

-buenos días Aitana-dijo después de tocar en la puerta de su despacho

-hola Marcos

-que tal llevas el caso, algo para investigar

-no, de momento nada, pero he mandando investigar una prueba y creo que puedo sacar algunas hipótesis

-de acuerdo, no dudes en contarme nada

- puedo hacerte una pregunta-sijo la chica frenandole en la puerta de espaldas a ella

-claro-dijo girandose y mirándola a los ojos

Ella tragó saliva cuando esa mirada se clavo en sus ojos y se le formó un nudo en la garganta que no podría explicar

-porque te importa este caso?-dijo con la voz muy finita

-porque crees que me importa este caso?

La chica no supo que responder y el cerro la puerta con una sonrisa irónica